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FITNESS

Estudio del Instituto Americano de Diabetes y Enfermedades Digestivas

Descubren por qué a las personas con sobrepeso les cuesta más ir al gimnasio

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(22-3-2017). Los investigadores de Instituto Americano de Diabetes y Enfermedades Digestivas han hallado que los sujetos con algunos kilos de más presentan alteraciones en uno de los receptores de dopamina (D2), lo que dificulta su capacidad para el movimiento intenso.

El propósito de apuntarse al gimnasio después de navidades, antes del verano o el día uno de cada mes es muy habitual en la sociedad. Sin embargo, muchas personas desisten rápidamente. Ahora, un estudio hecho en ratones da algunas pistas de por qué cuesta engancharse al ejercicio.

El estudio publicado en Cell Metabolism han encontrado en los ratones con sobrepeso una inactividad mayor que en los delgados por culpa de alteraciones en uno de los receptores de dopamina (D2), lo que dificulta su capacidad para el movimiento intenso.

“Sabemos que la actividad física está relacionada con la buena salud, pero no se sabe mucho sobre por qué las personas o animales con sobrepeso son menos activos”, dice uno de los investigadores. “Existe la creencia de que se mueven menos porque les hace desistir del ejercicio físico el tener que soportar más quilos. Nuestros descubrimientos nos indican que con eso no basta para explicar este fenómeno”, añade.

En el estudio, los ratones fueron alimentados de una manera estándar o con una dieta alta en grasas durante 18 semanas. En dos semanas ya se podía apreciar la diferencia de peso y en cuatro, los que pesaban más se movían menos. Sin embargo, los ratones con sobrepeso se movían menos que cuando alcanzaban el peso máximo, sugiriendo que el exceso de peso no era la única razón para moverse poco y que todo empieza con el fallo del neurotransmisor, en el inicio de la dieta alta en grasas.

Detectada la alteración en uno de los receptores de dopamina (D2) al ingerir dicha dieta, se manipuló dicho receptor en ratones delgados y se obtuvo exactamente el mismo efecto (pereza en los ejercicios), aunque en los obesos sucedía de forma natural.

La solución, próximamente

Así pues, aunque “en muchos casos, la fuerza de voluntad se invoca como una forma de modificar el comportamiento”, dicen los investigadores, “si no entendemos la base física subyacente para ese comportamiento, es difícil decir que la fuerza de voluntad sola puede solucionarlo”.

En futuras investigaciones, el equipo pretende conocer con qué rapidez los ratones pueden volver a los niveles de actividad habituales una vez empiezan una dieta saludable y por tanto a perder peso.

En cualquier caso, ya han demostrado la importancia de ofrecer un servicio de nutrición en el centro deportivo como complemento -e incluso como paso previo- a la prescripción del ejercicio físico.


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