ACP: “El carnet ciclista garantizaría una mínima formación del usuario”

Esta primavera no ha traído noticias muy esperanzadoras…

No de cara a la galería. En primer lugar tenemos que evitar el alarmismo existente porque hay que ser conscientes que, año tras año y desde 2011, el número de accidentes está disminuyendo. Pero de una vez por todas hay que hacer frente al problema principal, que son los conductores que cometen la imprudencia de manejar el coche después de haber tomado alcohol y drogas.

¿Cómo? ¿Con campañas de sensibilización?

Más que esas, que ya se llevan a cabo, endureciendo las penas y reforzando los controles policiales, sobre todo en zonas de discotecas como la de Oliva, en Alicante, donde ya ha habido más de un siniestro a primera hora de la mañana, momento en que coincide la salida de los ciclistas con la de los jóvenes de las discotecas de los alrededores.

En este sentido se ha alertado a la Dirección General de Tráfico, y se le ha pedido un examen profundo de las zonas más concurridas. Asimismo, se ha instado a las instituciones a considerar como falta grave el uso de aplicaciones específicas que existen y sirven para detectar y saltarse los controles policiales de alcohol y drogas.

Cuantas más bicis haya circulando menor probabilidad de accidentes habrá

Las estadísticas dicen que hay más muertos en carretera, pero más accidentes por vías urbanas.

En este sentido, hace falta un cambio de mentalidad. En la ciudad la gente tiene que perder el miedo a utilizar la bicicleta como medio de transporte. Y el miedo se pierde con unas infraestructuras (carriles bici, carriles de separación, etc.) más amplias y mejor conectadas. Hay que tener en cuenta que cuantas más bicis haya circulando menor probabilidad de accidentes habrá. Esta máxima ya se está cumpliendo.

¿Y qué otras medidas pueden ayudar a incrementar el uso de la bicicleta?

Sobre todo la divulgación y la educación. Desde la Asociación de Ciclistas Profesionales se ha contactado ya con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para diseñar una asignatura obligatoria en las escuelas de Primaria sobre Formación Vial, con contenido teórico y práctico y que tiene que servir para que los niños tomen ya conciencia y conocimiento de las normas de circulación y seguridad vial, además de que valoren las ventajas de circular en bicicleta.

Se ha propuesto hasta la creación de un carnet ciclista.

Sería óptimo para comprobar que los dueños de las bicis que circulan han pasado ni que sea una pequeña formación teórico-práctica de normas y seguridad vial.

Entonces tendría un carácter obligatorio, entiendo…

No, ¡en absoluto! Tendría simplemente un carácter simbólico. La DGT o el Ministerio de Educación acreditarían con una tarjeta que se ha superado la formación ciclista teórico-práctica en seguridad vial, pero en ningún caso sería un requisito para circular.

No entiendo entonces para qué serviría.

Sería como un incentivo a cursar una asignatura que sí creemos debería ser obligatoria y que llevamos pidiendo nosotros como asociación desde el año 2010. Puede ser que actualmente algún centro incluya este temario en alguna hora lectiva mediante un libre convenio con su ayuntamiento, pero ninguno aún la presenta como materia independiente y necesaria dentro del Plan de Estudios. Su implantación definitiva depende de cambios políticos lentos vinculados evidentemente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Cabe la posibilidad de que en caso de aplicación definitiva surja alguna reticencia, favoritismo o rivalidad entre los poseedores y los no poseedores de ese carnet…

No tendría ningún sentido porque nuestra demanda no pide rivalidades ni busca seleccionar quién puede circular mejor que otro, lo único que estamos mirando de conseguir es incentivar una formación que creemos de rigurosa importancia para la seguridad del propio ciclista y de su entorno, y también lógicamente para el fomento del uso de la bicicleta.

En la ciudad hay que perder el miedo y en la carretera hay que acabar de evitar tragedias que, aunque menos, siguen sucediendo.

Por nuestra parte, hemos encargado un estudio de puntos negros a la Dirección General de Tráfico y también hemos pedido a las diversas federaciones territoriales la elaboración de un mapa de las rutas ciclistas más recorridas de cada provincia. La voluntad es la de proteger con la vigilancia de helicópteros estos puntos más frecuentes.

Otro problema es el de respetar la distancia de adelantamiento que, por normativa, tendría que ser de 1,5 metros.

Y raras veces lo es. Para eso, que también es primordial para evitar accidentes, nos hemos puesto en contacto con la Guardia Civil para que ponga en marcha patrullas ciclistas por las carreteras que midan, con un aparato especial, a qué distancia les sobrepasan los coches, con la posibilidad de multar a quienes no respeten al menos un metro de distancia. De momento se está estudiando pero la medida ha sido muy bien recibida por los diferentes cuerpos de la policía.

Hace falta dirigir las campañas comerciales de marcas y tiendas al fomento del uso de la bicicleta

¿Qué papel pueden desempeñar las marcas y las tiendas de ciclismo para contribuir a la reducción de accidentes mortales de ciclistas en la carretera?

En primer lugar, las marcas tendrían que ayudar a que se vea la bicicleta como un vehículo más, ayudándose de la tecnología que puede crear modelos tan rápidos y cómodos como las bicicletas eléctricas, por ejemplo. Pero, fundamentalmente, hace falta dirigir las campañas comerciales al fomento del uso de la bicicleta y también dar todas las facilidades posibles al consumidor para su compra y uso. Se está creando el Plan de la Bicicleta, que no es más que una mesa de acciones conjuntas para fomentar y facilitar este uso y que engloba a empresarios, clubes, entidades y administraciones.