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CICLISMO

Infraestructuras y educación vial, indispensables para reducir accidentes según la RCxB

infraestructuras ciclistas

La RCxB hace hincapié en la necesidad de más infraestructuras ciclistas.

(19-7-2017). La Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB) ha emitido un comunicado en el que lamenta “todos y cada uno de los accidentes de tráfico” y manifiesta su voluntad de seguir trabajando en la mejora de las infraestructuras destinadas al uso de la bici para reforzar la seguridad.

Una vez reunidas la Junta Directiva y la Comisión de Grandes Ciudades de la Red de Ciudades por la Bicicleta, exponen que lamentan “todos y cada uno de los accidentes de tráfico que ocurren en nuestras ciudades y nuestras carreteras. Tenemos que seguir impulsando el objetivo europeo e internacional de visión cero accidentes, por ello desde nuestras ciudades trabajamos para mejorar las infraestructuras viales así como la educación vial de la ciudadanía”.

La RCxB recuerda que la bicicleta es un vehículo con una velocidad diferente a la de los vehículos motorizados y también a la del peatón. En determinados ejes de nuestras ciudades, donde los vehículos motorizados circulan a velocidades superiores a los 30 km/h, es necesario segregar las bicicletas con el objetivo de garantizar la máxima seguridad y comodidad posibles. En ejes urbanos más locales, donde el tráfico motorizado tiene restricciones de velocidad de máximo 30km/h, la bicicleta puede (o debería poder) convivir con los demás vehículos en la calzada de forma segura. Por otro lado, la convivencia con el peatón se debería limitar a aquellas zonas peatonales y de tráfico restringido, asegurando por parte del ciclista un respeto máximo hacia la prioridad peatonal.

“La bicicleta es un vehículo muy frágil. Junto a los peatones, y en especial la población infantil y la de mayor edad, los vehículos de dos ruedas conforman el colectivo más vulnerable de los usuarios de la vía pública. La vulnerabilidad es un hecho que hay que tener en cuenta en el momento de diseñar y distribuir el espacio público, así como en el momento de incidir en las políticas de educación vial”, explican.

Por todo ello, la RCxB manifiesta su firme voluntad de seguir trabajando desde los municipios para mejorar y ampliar las infraestructuras destinadas al uso de la bicicleta, garantizando la máxima seguridad posible, así como la necesaria educación vial que hay que impartir a la ciudadanía, tanto mediante educación reglada como no reglada, a través de campañas específicas de concienciación.

En este sentido, indica que, por un lado, los conductores de bicicleta deben tomar conciencia de su elevada vulnerabilidad ante un incidente. Aunque se disponga de la prioridad de paso, hay que asegurar el contacto visual con los conductores de vehículos motorizados.

Por otro lado, los conductores del resto de vehículos en la vía pública deben conocer y respetar las prioridades establecidas en el espacio público, así como tomar conciencia de la fragilidad de los demás usuarios, tengan o no estos la prioridad de paso.

“Es necesario conseguir un respeto mutuo entre todos los usuarios del espacio público para conseguir que gran parte de la población se atreva a usar la bicicleta en su movilidad cotidiana. La seguridad vial es cosa de todos”, concluyen.


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