Nuestro monumento al patín a vela

Conocí el monumento al patín a vela cuando tenía once años. Una mañana de un domingo recién estrenada la primavera, mi padre, por aquel entonces patinista todavía novel y comodoro del Club Náutico Calafell, nos llevó a la familia a la Escollera de Levante del Puerto de Barcelona a conocerlo.

Ante el embelesamiento que recuerdo que me suscitaron las ‘olas’ de hierro, sobre cuyas crestas navegaba un patín a vela, también de hierro, mi padre sentenció con tono solemne: “este es el primer monumento de la historia que se erige en honor de un barco de vela ligera”. Tras un breve silenció añadió: “es un bonito ejemplo de cómo un grupo de personas que aman un barco se han puesto de acuerdo para rendirle homenaje y reconocimiento”.

45 AÑOS DESPUÉS

Este año 2017 hace precisamente 45 años que el monumento al patín a vela fue inaugurado en la Escollera de Levante. Fue un 7 de marzo de 1972. Según me ha explicado el Presidente de Honor de la Adipav, Joan Comajuncosa, en aquella inauguración estuvieron, además de numerosas autoridades de la época, muchos de los patinistas del Club Natación Barcelona que habían puesto dinero de su bolsillo para convertir en realidad aquel sueño nacido de una comida tras una regata, así como el fundador de la Adipav, Carlos Pena Cardenal.

La campaña impulsada ahora por la Adipav, con el apoyo de la Fundación de la Ufec, llega gracias a los desvelos de uno de aquellos patinistas del Club Natación Barcelona que también asistió a aquella inauguración y actualmente es Presidente de Honor de la Adipav, es decir, Joan Comajuncosa. Este ‘vaca sagrada’ del patín a vela no ha cesado de batallar durante los últimos años, primero, por encontrar dónde había ido a parar el monumento cuando éste fue retirado de la Escollera de Levante a raíz de las obras de ampliación del Puerto de Barcelona y, posteriormente, por conseguir que un escultor lo restaurara y, más recientemente, por conseguir que dicho monumento vuelva a elevar sus olas de acero hacia el cielo y frente al mar.

DEUDA CON NUESTROS ‘PADRES’ PATINISTAS

Personalmente, pienso que la mejor manera de agradecer esos innumerables desvelos y la tenacidad de Joan Comajuncosa, compartidos por la Junta Directiva de la Adipav que preside Anna Pujol, es que todos los patinistas nos sumemos a ellos y, juntos, aportemos lo que esté en la mano de cada cual para que el monumento al patín a vela salga definitivamente del taller y vuelva a ‘surcar los vientos’ allá donde sea emplazado.

66 PATRONES MECENAS. Esta es la relación de los 66 patinistas que en el año 1972 realizaron una aportación económica para colaborar en la construcción del monumento al patín a vela. (Relación facilitada por Joan Comajuncosa).

Se lo debemos a aquellos patinistas del Club Natación Barcelona que, a principios de los setenta, pusieron su entusiasmo en esta iniciativa; les debemos que aquella ilusion suya no continue oculta en un taller.

Y se lo debemos al patín a vela con el cual navegamos cada semana y vamos escribiendo con cada navegada que compartimos con él parte de nuestro particular cuaderno de bitácora vital.

En definitiva, nos lo debemos a nosotros mismos porque este monumento no puede sernos indiferente. Es el monumento a las emociones y experiencias que nuestro patín nos regala cada vez que salimos a navegar con él.

Dónde sumarte a la campaña de donaciones para la rehabilitación y reimplantación del Monumento al Patín a Vela

Conoce a la Fundación de la Unión de Federacions Esportives de Catalunya