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Patin a Vela

QUERIDO/A PATINISTA

Protestar para preservar el juego limpio

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No existe mejor defensa propia que el reglamento que nos engloba a todos por igual y todos asumimos colectivamente.

(21-3-2018). Desde que hemos iniciado este 2018 se han producido algunos incidentes en competición que evidencian que, en las regatas, es mejor recurrir a quienes están acreditados como árbitros que callar o buscar ‘fórmulas alternativas’.

Durante el último mes y medio  se han producido en regatas de ciertos clubes algunos incidentes entre sus participantes que ponen en tela de juicio las fórmulas que los implicados en ellos han utilizado para resolverlos. Por discreción, prefiero no precisar identidades ni explicar los hechos pues ya son sabidos por quienes los protagonizaron y los que los vivieron como espectadores.

Todos esos sucesos se produjeron en aplicación de una teórica ‘defensa propia’ pero acabaron suscitando reacciones y escenas que poco dicen en favor del juego limpio y del espíritu deportivo que debiera primar en las regatas de nuestra clase, así como en todo el deporte.

Por supuesto, estoy hablando de casos singulares. Sin embargo, que esos hechos aislados se hayan producido prácticamente todos ellos en el último mes y medio provoca cierta inquietud. Si a estas alturas de la campaña y, sobre todo en tan corto espacio de tiempo, ya hay ciertos ánimos tan soliviantados, me pregunto qué sucederá cuando entremos de pleno en la temporada, las regatas sean cada fin de semana y exista mayor concentración de regatistas.

PATRONES ‘PECULIARES’

Todos conocemos casos de patrones ‘peculiares’. Y todos hemos vivido en el agua en alguna ocasión ciertas ‘situaciones intensas’.

De éstas, pero especialmente de los últimos hechos que han propiciado este texto, he hablado con algunos patrones y jueces de regata en los últimos diez días. Todas las ‘fuentes’ han coincidido en lo mismo: “protesta cuando puedes o calla para siempre”.

Aseguran estas fuentes que toda regata, incluso las sociales, cuentan con un juez al cual acudir tras la prueba para protestar si alguien se ha sentido agraviado, perjudicado, herido… o, incluso, lesionado.

DEBERES Y DERECHOS PARA TODOS

Aunque parezca que pueda haber quien no lo recuerde, en todas los anuncios e instrucciones de regata se especifica que éstas se correrán según una serie de reglamentaciones que son deberes para todos los participantes y, a la vez, derechos para cada uno de ellos.

Honestidad y juego limpio deben ser asumidos como principios inviolables

Asimismo, como en todo deporte, existen una serie de principios no escritos pero que todos los que toman parte en cualquier competición saben que deberán cumplirlos y que no son otros que la honestidad y el juego limpio. No debe caber duda alguna de que tanto las reglamentaciones explícitas como los principios implícitos son de obligado cumplimiento para todos, tanto si se trata de la regata social del fin de semana como si es el Campeonato de España.

En base a ello, mal iríamos (e iremos) si cada cual jugara en el mismo tablero de juego pero aplicando sus propias reglas del juego. Por supuesto, quien así lo prefiera también tiene opciones: puede jugar al solitario o, para no salirnos de contexto, regatear con él mismo.

NO SOMOS JUECES

Desde esta tribuna, pues, me sumo a lo planteado por las fuentes anteriormente referidas. Antes que erigirnos en ‘jueces’ y ‘verdugos’, aprovechemos las opciones que nos brinda el reglamento y protestemos siguiendo los conductos reglamentarios existentes: el juez de la prueba, el de la Federación autonómica que corresponda, el de la Federación Española e, incluso si llegara el caso, el de la ISAF.

Y es que, tanto los reglamentos, como ese escalado de jueces, no se crearon por qué sí. Sería bueno (e imprescindible) que cuando compitamos viéramos a los comités de regata como algo más que los que nos montan el recorrido, y nos dan las salidas y las llegadas.

Es necesario que veamos a los comités de regata como árbitros y, en consecuencia, como mantenedores de nuestros derechos. Y que acudamos a ellos sin dudarlo para salvaguardarnos  ante esos patrones ‘peculiares’ que, aunque escasos, en ocasiones se erigen en ‘ángeles vengativos ’ y lanzan su patín contra el rival buscando hacer ‘justicia’ agujereándole o, incluso,  lesionándolo.

FUERA DE JUEGO

En definitiva, creo que no existe mejor defensa propia que el reglamento que nos engloba a todos por igual y todos asumimos colectivamente. Somos regatistas, competidores, jugadores de ‘partidos’ en los que también hay árbitros. Acudamos a ellos y dejémonos de inventarnos ‘fórmulas mágicas’.

Si todos obramos del mismo modo y bajo el mismo paraguas, los patrones ‘peculiares’ verán que las regatas no se corren según sus reglas sino que ellos están fuera de juego.


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