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CICLISMO

Entrevista a este rider de Massi

Bernat Guardia: “Decidí dejar de pedalear y levantar los brazos al más puro estilo Miguel Indurain”

(6-6-2012). Quince años compitiendo y consiguiendo éxitos marcan la trayectoria del rider del equipo de Massi Bernat Guardia, que esta temporada ya ha conseguido la Copa de Europa Nissan y el Gran Premio de Sant Andreu de la Barca. En unas semanas participará en la Copa del Mundo, una competición dura para la que se está preparando con el objetivo de conseguir el mejor tiempo.

¿Qué tal la temporada?

Muy bien. He empezado con buen ritmo, ganando dos pruebas muy importantes como son la Copa de Europa Nissan y el Gran Premio de Sant Andreu de la Barca. A nivel competitivo muy contento pero no en el tema calendario. Este año no hay Open de España y es que la federación española ha decidido incrementar los costes federativos para organizar un evento de este tipo, dejando el calendario desierto. Gracias RFEC por apoyar el deporte de esta manera.

¿Cómo se entrena un rider?

Hay mucho mito detrás de los corredores de descenso a causa de las  imágenes que se muestran muchas veces, en las que nos presentan como si fuéramos un colectivo muy radical, cuando es todo lo contrario. Hacemos entrenos de doble y triple sesión cada día y variados; descenso específico, BMX, XC, carreras a pie, gimnasio…y todo bien estructurado.

¿Tu lugar favorito para entrenar?

Santa Eulàlia de Ronçana, es el pueblo donde he crecido.  Me he recorrido todos los caminos y  he pasado horas y horas soñando en el momento en el que estoy ahora.

¿Cómo fueron  tus inicios?  ¿Qué te enganchó de este deporte?

Empecé a competir descenso en el 97. En esos años nos reuníamos cada tarde un grupo de amigos para montar con las bicis, montábamos mucho, hacíamos piques, había un ambiente genial y cuando se hacía de noche mirábamos vídeos de bicis y sobretodo de las Copas del Mundo y pensaba lo guapo que sería un día poder llegar a competir ahí.  

¿Qué momento de tu carrera profesional recuerdas más positivamente?

Ahora más reciente, la victoria en la Copa de Europa Nissan en la Vall d’Uixó, Castellón. Tuve una gran bajada, sabía que podía ganar y pocos metros antes de entrar a meta escuché al speaker que iba a hacer el mejor tiempo. Entonces decidí dejar de pedalear y levantar los brazos al más puro estilo Miguel Indurain. La gente se volvió loca. Ganar ese día  fue una sensación inhumana.

¿Qué es lo más duro de este deporte?

Las caídas, sin duda.

¿Te gusta el riesgo?

El riesgo que controlo y puedo asumir yo, sí pero el riesgo en manos de otro, ni de coña.

¿Tu competición favorita?

Estos últimos años estoy disfrutando mucho de la carrera de Sant Andreu de la Barca. Es la que abre la temporada normalmente. Hay mucho nivel, es cerca de casa y el público está volcado. Además, el ambiente es genial, la zona de meta se llena de gente y en la final el ruido del público te pone la piel de gallina.

¿Crees que este deporte tiene el seguimiento mediático que merece?

En todos los países siempre manda un deporte y los demás van haciendo. Muchas veces se tiene una imagen errónea de nuestro deporte, de locos que vamos encima de la bici dispuestos a meternos la gran castaña y la realidad no podría estar más lejos. Es un deporte muy profesional, donde la tecnología en las bicis es bestial y la preparación física es de las más exigentes. Conozco pocos deportes donde la competición sea tan apasionante.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Escuchar música, hacer unas partidas al Gran Turismo 5, leer y editar videos,

¿Practicas algún otro deporte?

Me apunto a lo que sea aunque tengo poco tiempo para otros deportes, pero me gusta el básquet, el tenis y la bici.

¿Cuál está siendo la respuesta por parte de organizadores y  patrocinadores ante la crisis?

En España claramente ha habido una frenada importante. Yo no soy un crack en marketing pero esto es sin duda un error. En las carreras hay más pilotos que nunca y si quieres sobrevivir tienes que seguir existiendo. Cuando desapareces como marca de un deporte, desapareces del mundo.


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