Fue la primera mujer española en conseguir una medalla olímpica de atletismo en los Juegos de Sydney 2000. Retirada de la alta competición, se adentra en nuevos retos como maratoniana. Siempre vinculada al deporte, reflexiona sobre su trayectoria.
El próximo 15 de marzo debutas en la Zurich Maratón de Barcelona. ¿Cómo afrontas este nuevo reto?
De momento mejor de lo que me esperaba. Me causa mucho respeto, pero al mismo tiempo lo encaro con muchísima ilusión. El único problema es que no puedo dedicarle todo el tiempo que desearía ya que ahora tengo mi trabajo y estoy más limitada. Pero, en cualquier caso estoy entusiasmada y muy motivada.
¿Qué te ha impulsado a adentrarte en esta nueva faceta como maratoniana?
Cuando deje la alta competición tenía muy claro que quería seguir vinculada al deporte de alguna forma y practicarlo. Quizás lo que me ha hecho dar el paso definitivo es sacar rentabilidad a las sesiones que hago de running, puesto que soy entrenadora. Necesitaba darle un sentido a los kilómetros que hago y por ese motivo me lancé a ello.
¿Cómo encaras este 2015 en este ámbito? ¿Tienes proyectos en marcha?
Lo primero es poder cumplir mi reto en la maratón. Luego seguiré haciendo medias maratones que es una distancia en la que me encuentro muy cómoda y me encanta.
Has empezado el año firmando con Asics. ¿Qué supone para ti?
Para mí es como volver a casa después de un tiempo. Estuve con ellos hace muchos años y me han ayudado muchísimo. Me siento muy contenta y satisfecha de haber llegado a este acuerdo.
¿Te consideras una mujer privilegiada en el deporte español?
No sólo privilegiada sino que muy privilegiada. Trabajar en lo que a uno le apasiona no es fácil, nunca lo ha sido y menos hoy en día, y yo he tenido la inmensa suerte de poder dedicarme a lo que siempre he querido. Pero no sólo eso, también he conseguido grandes triunfos en mi especialidad, todo un sueño hecho realidad. Y ahora, una vez he dejado la alta competición, me sigo sintiendo igual de privilegiada por cómo me están tratando como maratoniana.
¿Hubo un antes y después en tu vida después de la medalla conseguida en los JJ.OO. de Sidney?
Por supuesto, sobre todo a la hora de darme a conocer más. Mi medalla realmente fue inesperada y conseguí hacer historia, aunque también es cierto que me llevé muchas lágrimas…
¿Por qué crees que ninguna otra mujer española ha conseguido ganar una medalla en unas Olimpiadas?
Hemos estado muy cerca, pero el por qué me resulta difícil de contestar. Es muy complicado y los JJ.OO se preparan muy a conciencia.
En tu etapa en la alta competición ¿Consideras que cumpliste todos tus sueños?
Pues la verdad que no. Soy extremadamente exigente y siempre he tenido una espinita clavada con el Campeonato de Europa de Barcelona. Sólo me falta ese triunfo en mi medallero.
Con la Federación en sí nunca he tenido ningún problema, pero sí con su señor presidente
Te has caracterizado por ser muy crítica con la Federación de Atletismo. ¿Has conseguido reconciliarte?
Realmente con la Federación en sí nunca he tenido ningún problema, pero sí con su señor presidente. Pero ahora ya es un tema que no me preocupa y que he dejado en un segundo plano.
¿Qué te atrajo del atletismo? ¿Quiénes eran tus referentes?
Yo me enamoré de la marcha atlética viendo un Campeonato de Europa de atletismo en el año 85. Recuerdo que corría Mari Cruz Díaz, marchadora de Viladecans y, desde ese momento, siempre quise ser como ella y dedicarme a este terreno.
¿Qué queda de esa niña que siempre soñó con este mundo?
Pues realmente sigo siendo una persona inocente, con un gran corazón y con una gran ilusión a todo lo que hago. Creo que son los valores que todavía mantengo y que quiero que perduren siempre.
Y ahora en este momento, ¿te queda algún sueño por cumplir?
A nivel deportivo, seguir con las mismas ganas e ilusión que siempre le he puesto a cada reto que me he propuesto llevar adelante. Y a nivel profesional, alguno que otro todavía tengo pendiente de cumplir y espero que se cumplan.