El sedentarismo de los profesionales del outdoor español

Ayer se inició en Barcelona el congreso de la European Outdoor Group (EOG), un evento que puede considerarse como la cumbre anual europea del sector de los deportes de montaña, pues es la propia patronal de las empresas suministradoras de productos para las disciplinas de este universo quien la convoca y promueve.

Ya el pasado miércoles, nos hicimos eco de la escasa presencia española (por el número de inscripciones registrado) que iba a tener esta manifestación. Sinceramente, pensé que, propensos a las reacciones de última hora como somos en este país, al final habría una mayor representación de los profesionales del mercado español del outdoor.

Sin embargo, al menos en la sesión de ayer (el evento se prolongará durante la mañana de hoy viernes,), la presencia española se limitó a miembros del staff directivo de las empresas Iberovegas de Distribución, MD Viper, Masias Maquinaria, Ternua (su responsable de exportación y asimismo coordinador de la comisión de deportes outdoor de Afydad, Michel Gogniat, dió la charla de bienvenida a los asistentes), Trangoworld, Original Buff, Gore Tex, la delegación española de Fira de Munich (la Ispo es co-patrocinadora del evento), miembros del staff de Afydad, y algunos (unos pocos) periodistas del sector.

La EOG sólo cuenta con tres empresas españolas socias más la asociación española de proveedores de artículos deportivos, Afydad

Si bien es verdad que la patronal europea del outdoor (EOG) apenas cuenta como socios españoles con las empresas Original Buff, Ternua y Trangoworld y la patronal de proveedores de productos deportivos, Afydad, sorprende que la afluencia de proveedores del mercado español de deportes de montaña fuera tan escasísima, máxime cuando la asistencia al congreso estaba abierta a todas las empresas del sector, previo pago, evidentemente de los derechos de inscripción de 500 euros por persona hasta una semana antes del evento y de 600 euros si la inscripción se formalizaba en el propio evento.

Reconozco que el precio para poder asistir al congreso no es estimulante

Personalmente, el precio de la inscripción no me parece excesivamente estimulante y, seguramente, habrá ejercido cierta incidencia disuasoria. De todos modos, insisto en que la presencia de proveedores españoles me parece muy, muy corta.

Pero si corta ha sido la asistencia de suministradores, la de detallistas de montaña del país ha sido nula. Ni un solo detallista estuvo presente ayer en la primera jornada del congreso. De hecho hasta la propia organización nos reconoció su sorpresa ante la minoritaria presencia española en el evento, señalando que “en ediciones anteriores, la presencia de profesionales del país –entre proveedores y detallistas- se sitúa en torno al 50% del total de asistentes, en España apenas ha llegado al 5%”.

Esa escasa afluencia española puede haber venido propiciada, asimismo, por aspectos como los apuntados por el ejecutivo de Ternua, Michel Gogniat, en su alocución inaugural del congreso como que “España ha sido uno de los países europeos que más ha sufrido los efectos de la crisis económica de los años 2008-2012”, así como que “España sigue siendo uno de los países que encabezan el ránking europeo de número de parados” y que “las tiendas españolas de montaña han sufrido intensamente esa situación viendo reducirse la cifra del parque de establecimientos de este universo”.

El sedentarismo de los ciudadanos de a pie también alcanza a los profesionales del mercado

Con todo, insisto en que llama poderosamente la atención que, ni responsables de cadenas, ni de centrales de compra, ni detallistas emblemáticos de tiendas omnicanal especializadas u offline y online, hayan brillado por su ausencia.

Pero como dice aquel, “Spain is different” y, sin lugar a dudas, ese sedentarismo que protagonizó una de las ponencias del día de ayer es un fenómeno que no sólo se da entre los ciudadanos de a pie, sino que alcanza también a los profesionales del sector deportivo.

Y es una pena que eso continúe siendo así porque, como he dicho muchísimas veces, es imprescindible salir de la tienda y de la empresa para ver qué pasa en el mundo. Y una cumbre europea brinda oportunidades no sólo de escuchar qué se piensa más allá de nuestro territorio, sino de contactar con otros profesionales del sector, compartir experiencias, detectar oportunidades, descubrir nuevas ideas, y obtener, en definitiva, el necesario aire fresco que permite oxigenarnos la cabeza y, consecuentemente, nuestras empresas y evitar así que se acentúe la situación de ahogo mental que, lamentablemente, sigue imperando en el sector.