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FITNESS

Cómo adaptar la dieta a la llegada de la primavera

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La fruta es fundamental en la dieta de primavera.

(15-4-2016). Con la llegada de la primavera, muchos practicantes de fitness empiezan a ajustar su dieta con el fin de perder la grasa que se ha podido acumular durante el invierno y definir todo el volumen ganado. ¿Qué alimentación hay que seguir?

Realmente, no se trata de hacer grandes cambios en la dieta que se ha estado llevando durante el otoño y el invierno, pero sí reajustar el reparto y las cantidades de nutrientes. Como comenta Silvia Capitán, preparadora física en Six Nutrició y campeona del mundo de fitness, “si la actividad física no ha cambiado demasiado, la dieta puede seguir siendo la misma, aplicando ligeros cambios”.

Hidratación y fruta

La hidratación sí que es un aspecto de vital importancia que hay que vigilar a estas alturas del año sobre todo en los últimos meses de primavera cuando las temperaturas son bastante más elevadas. “En esta época, el cuerpo necesita ingerir mucho más líquido sobre todo durante el entrenamiento, pero también antes y después de él. Una manera fácil y recomendada es hacerlo mediante fruta. Comer una pieza antes y después, no sólo aumentará nuestras reservas de agua sino que también, si se consume a posteriori de la rutina de ejercicios, ayudará a recuperarnos con mayor facilidad”.

En primavera, la variedad de fruta es mucho más amplia así que consumirla no sólo nos hidratará sino que también aportará determinados nutrientes y vitaminas. Entre las más destacadas en esta época del año se encuentran:

– Fresas: Contienen mucha más vitamina C que la naranja.

– Cerezas: Son una fuente importante de potasio.

– Melocotón: Aportan fibra y potasio además de ayudar al flujo sanguíneo.

– Sandía y melón: Son frutas con gran componente hídrico que aportan importantes minerales.

Menos hidratos y más proteínas

Dependiendo del perfil de persona, el objetivo que esté buscando y el tipo de actividad física que se realice, la dieta será una u otra. Ahora bien, si lo que se pretende es definir al máximo, “siempre es recomendable recortar hidratos y aumentar la ingesta de proteínas”, comenta Silvia. “En este caso, no se recomienda ingerir carbohidratos a partir de las cinco de la tarde. En el caso de que el entreno se realice por la tarde, los colocaremos principalmente en la comida para tener las reservas de energía adecuadas durante la actividad y también justo después, pero sin que formen parte de la cena”.

En primavera, también puede aumentar la ingesta de verdura fresca. Aunque es algo que debe contemplarse durante todo el año, suele apetecer mucho más en esta época del año y además tiene un efecto saciante. “Si, por ejemplo, lo que queremos es definir al máximo, una manera de compensar la sensación de hambre que nos puede quedar es haciendo un mayor consumo de verduras que además son una importante fuente de minerales”, detalla la experta.

Entre las variedades que se pueden consumir destacan, entre otras:

– Tomate: Es una antioxidante natural, rico en potasio y vitamina C.

– Zanahoria: Rica en vitamina A y betacarotenos como todo las frutas y hortalizas naranjas o amarillentas.

– Alcachofas, acelgas, espinacas y puerros: Contienen hierro, potasio, yodo, zinc, e importantes vitaminas del grupo B.

– Endivias: Además de minerales y fibra, contiene vitamina C, vitamina B2, vitamina B6, vitamina A y vitamina E.

Carne y pescado

Las proteínas necesarias para el ejercicio físico vendrán a través de la carne y el pescado. “Lo más recomendado es ingerir carnes blancas o rojas durante el día y reservar el pescado para la noche, ya que el aporte calórico de las primeras es mucho mayor”, detalla Capitán. Entre los pescados más recomendados se encuentran:

– Atún y salmón: Son pescados azules con alto contenido en ácidos grasos omega3.

– Lenguado: Es un pescado blanco con alto contenido en yodo.

– Merluza, dorada y rodaballo: Son pescados blancos muy nutritivos, ligeros, sabrosos y que aportan muchas vitaminas y minerales necesarios para el organismo.

– Sepia: Muy nutritiva y fácil de digerir. Aporta unas 82 calorías por cada 100 gramos y tiene un gran contenido en agua, grasas de buena calidad y proteínas.

Por último, cada dieta debe planificarse siempre de manera personalizada. “Es complicado hablar de una cantidad total de calorías ya que depende de muchas variables como, por ejemplo, la actividad física realizada, la duración del entrenamiento, el metabolismo de cada persona, el sexo, etc. Lo mejor en estos casos es que un nutricionista paute la alimentación que tiene que seguirse”, concluye.

Más información: www.sixnutricio.es

 


Hay 1 comentario

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  1. Alimmenta

    ¿De verdad que a estas alturas seguimos diciendo que es mejor no tomar hidratos después de las 5 de la tarde? Es un mito ampliamente superado tanto por la ciencia como por la práctica clínica.


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