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Qué es la vigorexia y cómo tratarla

Vigorexia

(23-1-2015). Conocida también como complejo de Adonis o anorexia nerviosa inversa, la vigorexia es un trastorno que empieza a afectar a un sector de población, principalmente joven, obsesionada en exceso por su cuerpo. ¿Qué es y cómo se manifiesta?¿Cuáles son sus causas?

Como explica Sebastián Fernández, psicólogo deportivo, la vigorexia “es un trastorno que se basa en la relación que una persona tiene con su imagen corporal. En concreto es una distorsión sobre el tamaño de sus músculos. Principalmente se manifiesta cuando una persona se ve constantemente delgada y débil, sin serlo en absoluto, causándole una preocupación crónica y obsesiva. El individuo puede sufrirla con una total adicción al ejercicio físico con consecuencias muy negativas para su salud”.

Es difícil establecer una única causa a este trastorno. Para Fernández, “el origen siempre es multicausal y tiene que ver con la interrelación que pueda haber entre las características singulares de una persona y su entorno”. El excesivo culto al cuerpo que se ha impuesto en la sociedad actual puede favorecer el riesgo de que una persona acabe sufriendo este trastorno. “Si como sociedad fomentamos que el cuerpo ideal es sinónimo de éxito”, comenta Sebastián, “las posibilidades de desarrollar un cuadro de vigorexia aumentarán cuando, en realidad, vernos bien nunca debería ser más importante que estar sanos”.

Señales de alerta

Actualmente existen unos criterios que se tienen en cuenta para saber si estamos o no ante un probable caso de vigorexia. Según explica Fernández, principalmente hay tres conductas que nos pueden poner en alerta:

– Excesivas horas de entrenamiento, bien de pesas o de cualquier otra actividad deportiva que permita un aumento de la masa muscular.

– Importante alteración en la conducta alimentaria. Habitualmente una persona con vigorexia hace un mayor consumo de alimentos ricos en proteínas y carbohidratos y limita al máximo la ingesta de grasas.

– Abuso en el consumo de anabolizantes y esteroides sin ningún tipo de control.

Consecuencias

Un cuadro de vigorexia puede llevar a consecuencias negativas tanto a nivel físico y emocional como social y profesional. “La salud siempre se verá afectada. El daño físico lo causarán principalmente los desórdenes alimenticios a los que se somete la persona y el agotamiento excesivo que tendrá que soportar después de horas de entrenamiento sin el descanso adecuado”, afirma Sebastián.

A nivel psíquico, aparte de una alteración cognitiva sobre la propia imagen, “aparecerán muchos pensamientos obsesivos enfocados a ese desarrollo muscular y síntomas ansioso-depresivos. En el ámbito social, la persona también suele aislarse y empezar a descuidar e incluso abandonar ciertas actividades sociales e incluso tareas familiares, pero no sólo provocado por la obsesión por aumentar volumen muscular sino también por el miedo de que los demás lo vean como una persona débil y poco musculada. En definitiva, hay una pérdida de control por parte de la persona. Los individuos que desarrollan un trastorno de este tipo a menudo no son conscientes del problema que pueden estar sufriendo y si lo son, para ellos prevalece más la obsesión que la gravedad y los riesgos”, asegura Fernández.

Intervención

Para tratar a una persona con vigorexia “siempre se tendrá que realizar una intervención multidisciplinar”, explica Sebastián. “Para el trastorno de la alimentación requerirá un profesional que le paute una dieta equilibrada. En el caso que haya un abuso en el consumo de sustancias necesitará a un profesional de la psiquiatría. En estos casos, desde la psicología del deporte, siempre en paralelo a un tratamiento clínico, se puede favorecer y reforzar esta línea de abordaje para que la persona pueda volver a socializarse a través de la práctica del deporte y sea capaz de construir nuevos límites a su actividad incorporando, poco a poco, otros ámbitos de interés en su vida . Estaríamos contribuyendo a que la “historia” de esa persona con su cuerpo pueda cambiar”, concluye.

Aunque no existen datos concluyentes que puedan dar un perfil concreto, la vigorexia es un trastorno que suele afectar mayoritariamente a la población masculina entre los 16 y los 40 años aproximadamente.

Más información: www.coachingcatalunya.com


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