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MONTAÑA

Consejos del médico deportivo Pablo Díaz Munio

Cómo preparar un botiquín de altura

Foto: findepista.com

En una expedición de altura, el botiquín puede convertirse en la solución a muchos de los problemas. Pablo Díaz Munio, médico deportivo y miembro del equipo de Edurne Pasabán, nos da algunos consejos.

Para cualquier ruta de montaña es imprescindible incluir entre el material un botiquín de primeros auxilios. Si esta ruta es además a ocho mil metros de altura, la previsión y el número de utensilios y fármacos imprescindibles para evitar riesgos e incluso situaciones mortales es mayor.

Fármacos específicos para alta montaña
Según el médico deportivo Pablo Díaz Munio, uno de los elementos que no puede faltar es la dexametasona, “un medicamento que puede llegar a salvar la vida a un compañero. Cuando se da un caso de edema cerebral este fármaco y el descenso son la única forma de evitar la muerte”. Otro de los medicamentos imprescindibles es la Acetozolamida. “Cuando alguien está afectado por un edema agudo de pulmón el famoso Endemox, un diurético, es imprescindible para evitar el encharcamiento”, apunta Díaz Munio quien añade que “estos dos fármacos han de ser en apoyos inyectables ya que si los tomamos en pastillas es fácil que se produzcan vómitos y es más difícil su absorción”.

El paracetamol se convierte en otro de los aliados de los alpinistas ya que en caso de un principio de mal de altura, uno de los primeros síntomas es el dolor de cabeza y en muchos casos, descendiendo unos 400 metros y con este fármaco la situación se regulariza.

Repelente de insectos, antiestamínicos para las alergias, adrenalina o suero salino y glocusado para recuperar el nivel de hidratación en caso de congelación son otros de los elementos que no han de faltar. En este sentido, Diaz Munio explica que “normalmente se asocia la congelación con el frio pero en realidad es consecuencia de una falta de hidratación que a su vez, sí puede estar motivada por las bajas temperaturas. El organismo cuando tiene sensación de deshidratación deja sin perfusión sanguínea a las partes no vitales del cuerpo como por ejemplo los dedos de las manos, los pies, las orejas o la nariz y por eso se congelan. En definitiva, lo que hace el organismo es redistribuir los líquidos asegurándose que el pulmón, el corazón y el hígado estén bien hidratados”.

Botiquín de primeros auxilios
A todo esto hay que sumar medicamentos para combatir enfermedades como la diarrea “que en una situación normal es un mal banal pero que en altura puede ser muy grave”, o las contracturas, “un mal muy común ya que se duerme en superficies incómodas”, asegura el médico deportivo.

Materiales como tiritas, vendas, gasas, alcohol, tijeras, pinzas… y otros elementos que incluyen los botiquines básicos de primeros auxilios serán muy útiles en caso de cortes y otras dolencias.

Ir bien preparado es fundamental para evitar situaciones que puedan dificultar la evolución de la expedición e incluso poner en peligro la vida de los alpinistas.


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