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MONTAÑA

“En una expedición el miedo te invita a seguir o a regresar”

simone

Simone Moro estuvo el pasado jueves en The North Face Speaker Series de Barcelona.

(25-11-2014). A sus 47 años, Simone Moro sigue persiguiendo sus sueños como alpinista. Un total de 51 expediciones respaldan su trayectoria. En su palmarés destaca ser el primero en toda la historia en hacer tres 8.000 completamente en invierno.

Su padre fue su principal mentor y quien le inculcó desde pequeño su pasión por la montaña. Con hitos tan importantes como la subida al Aconcagua, el Everest, la expedición al Annapurna o la cumbre de tres picos: Broad Peak, Elbrus y el Kilimanajaro, entre otras muchas, Simone Moro, que cuenta con el patrocinio de The North Face, sigue hoy en día retándose a sí mismo y cumpliendo nuevas metas. “Sigo soñando y buscando que mis sueños se conviertan en realidad. Ahora mismo mi nueva aventura es ser piloto de rescate en el Himalaya”.

Paralelamente, el próximo mes de febrero se lanzará de nuevo a la montaña para una nueva expedición sobre la que mantiene cierto hermetismo. “Será en el Himalaya pero no puedo decir dónde la realizaré porque es un secreto. En estos momentos, estoy efectuando los últimos trámites. A mediados de diciembre podré desvelar más información y mi destino”.

Otra vez en invierno

Una vez más Simone Moro intentará alcanzar la cumbre de su nueva aventura en invierno, la estación del año sobre la que siente especial predilección porque, como afirma, “mantiene la esencia y la nostalgia de las expediciones que se hacían hace 200 y 300 años atrás. En invierno, sientes la soledad de la montaña. No hay más alpinistas ni trekkers. Tienes la suerte de tener la montaña para ti solo y te sumerges en un mundo que te transporta a la época de los grandes exploradores”.

Moro es consciente del desgaste y el sobreesfuerzo que implica una expedición durante la época invernal aunque prefiere hablar más de dificultad que de riesgo: “He realizado más de cincuenta expediciones, doce de ellas en los meses más fríos del año y puedo asegurar que no hay más riesgos que haciendo la misma expedición en primavera u otoño. De hecho, las estadísticas sobre muertes en invierno son mucho menores que en verano. Sí es cierto que se triplica la dificultad, todo es más duro y complicado, pero no más peligroso”.

Simone asegura que el miedo es fundamental y básico para emprender una expedición y lo define como una virtud a la que hay que escuchar cuando se presenta. “El miedo es una forma de supervivencia que nunca debe confundirse con el pánico. Cuando se manifiesta en una expedición te hace reflexionar, te presenta las diferentes alternativas a escoger, te invita a seguir o a regresar. Es importante escucharlo y nunca sobrepasar la fina barrera que lo separa del pánico porque entonces estás perdido”.

Llegar a la cima podría considerarse el momento más placentero y gratificante después de semanas y semanas de expedición, de momentos duros y complicados. Sin embargo para Simone “se pueden vivir grandes momentos y experimentar vivencias increíbles sin necesidad de alcanzar la cumbre. Ha habido momentos en los que no he conseguido llegar hasta el final, pero no por eso han dejado de ser menos placenteros. El alpinismo tiene un sabor intenso cuando tiene componentes de exploración y aventura y no importa que sea al comienzo, a mitad de exploración o al final”.

En invierno de 1997, Moro intentó la cara sur del Annapurna. En aquella expedición, sus compañeros de escalada, Anatoli Boukreev y Dimitri Sobolev, perdieron la vida sepultados por una avalancha. Para Simone fue una experiencia trágica que le marcó especialmente. “La muerte es una realidad que siempre llega a nuestra vida y el alpinismo no escapa de ella. Cuando perdí a mis compañeros sentí muchas emociones contrapuestas: desesperación, impotencia, tristeza, pero también alegría por seguir con vida. Lecciones de este tipo te enseñan a que hay que vivir intensamente y nunca sobrevivir y sobre todo a dejar de plantearte preguntas cuyas respuestas te lleven a la impotencia, la confusión y el dolor”.


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