(4-10-2010). Si en 2008 la situación económica del fabricante de skis Rossignol era realmente crítica, dos años después se prevee un resultado neto positivo.
Frente a los malos resultados que se registraban y considerando el fuerte descenso en la venta de esquís en todo el mundo, la nueva dirección apostó por la fabricación de skis de gama alta (marcas Rossignol y Dynastar). La innovación y la relocalización de la producción en Francia parecen ser las claves del éxito.
Por una parte, la producción de fijaciones que se hacía en Polonia se repatrió ya a principios de año y recientemente se ha anunciado que los esquís juniors que se fabrican en Taiwan también volveran al país galo.
Por otro lado, se ha reforzado el servicio post venta y se ha creado un laboratorio para mejorar la preparación de los skis de competición.
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