Salva Ruiz: “Una travesía nocturna requiere más técnica y resistencia"

¿De dónde viene el nombre de vuestro club, “Mudauñas”?
El nombre hace referencia al daño que te haces en las uñas de los pies cuando bajas de la montaña. Como chocan contra el calzado, se te van poniendo negras, y al final, se te caen. De ahí viene la unión de “muda uñas”.

Durante la noche que va del 16 al 17 de julio, realizasteis la séptima edición de la Travesía Nocturna de Montaña que organizáis en colaboración con el Club de Montaña de Granada. ¿Qué tal ha sido el resultado?
Ha sido un éxito. La participación ha sido de 125 personas y los horarios y tiempos han sido los previstos. También la climatología nos ha acompañado. Sólo la incidencia del abandono de dos personas; una, en el Refugio de la Carihuela y la otra en el Refugio de la Caldera. En total hemos recorrido 25 km en 12 horas y con sólo media hora de diferencia entre el primer grupo y el último. Al llegar al final, entregamos varias placas conmemorativas: a la Federación Andaluza de Montañismo, a la organización de Eurorando, a la persona más veterana y a la más joven, a Protección Civil y al Ayuntamiento de Trevélez.

¿Cuál es el recorrido de esta Travesía Nocturna?
Siempre hacemos coincidir la salida nocturna con la fase de luna llena, para tener más visibilidad. Salimos a las diez y media de la noche desde la Olla de La Mora, en Granada ciudad. Comenzamos la travesía hasta la base del Mulhacén, donde llegamos entorno a las cinco de la madrugada. Nos reagrupamos y a las seis iniciamos la subida al pico para ver amanecer a 3.482 metros de altura. Cuando ya ha salido el sol, iniciamos la bajada con un desnivel de 2000 metros y llegamos a Trevélez, el pueblo más alto de España, a las 13 horas. Al acabar, en el restaurante, entregamos los premios y sorteamos tickets de regalo de entre 100 y 200 euros que nos proporcionan varias tiendas de montaña de Granada.

¿Cuáles son las diferencias en hacer una travesía nocturna y otra diurna?
Cuando haces una nocturna, todo se convierte en paisajes de sombras. Si las montañas aún conservan la nieve del invierno, en las salidas nocturnas hay que llevar piolets y crampones y se convierten en travesías más técnicas. Si la nieve ha desaparecido, se trata sólo de una prueba de resistencia. También de noche hace más frío y por la falta de visibilidad hay que ir con más precaución. Pero esta travesía que organizamos no contiene pasos difíciles ya que evitamos los lugares con desprendimientos. También cambia el material necesario: de día hacen falta cremas de protección, en cambio de noche hay que llevar frontales de luz, ya que aunque haya luna llena, puede nublarse y no se ve bien el trayecto.

Habéis entregado un premio a la organización de Eurorando. ¿Qué es esta actividad que este año se desarrolla en Andalucía?
La Asociación Europea de Senderismo creó Eurorando, un recorrido de senderos por toda Europa, que se celebra cada cinco años. En esta edición de 2011 ha coincidido con que se eligió Andalucía como eje de las rutas (en 2006 fue la República Checa). Y dentro de los programas que recorren todas las provincias de Andalucía, también se eligió esta Travesía Nocturna de Granada.

¿Qué particularidades tiene recorrer un macizo montañoso tan importante como el de Granada?
Al recorrerlo compruebas que a partir de los 2.000 metros desaparece la vegetación y aparece la pizarra. Es una montaña que aún está creciendo, ya que la placa tectónica de África continúa empujando al continente. No tiene grandes cortados y es fácil de recorrer por aficionados senderistas, salvo la cara norte, que es muy agreste. Pero todo cambia en inverno, cuando hay nieve. Suele ocurrir que con el sol la nieve se derrite, pero en cuanto anochece, todo se convierte en hielo. No es una sierra con muchas avalanchas, pero este año hemos tenido una muy importante. Una de sus características más atractivas son las siete lagunas de agua, que ahora examinan los biólogos. Y también toda la flora endémica de la zona, que se encuentran en los borreguiles, y que es única en Europa.