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RUNNING

El experto en podología deportiva y biomecánica Ángel G. de la Rubia analiza la importancia de realizarse un análisis de pisada en un centro especializado

Un correcto análisis de la pisada evita lesiones

Ángel G. de la Rubia es el director del Centro Terapéutico del Pie S.XXI de Madrid.

(1-12-2011). Tener en cuenta nuestro tipo de pisada a la hora de escoger unas zapatillas es una medida a tener en cuenta para evitar lesiones. De ahí la importancia de un análisis riguroso. Ángel G. de la Rubia, especialista en biomecánica y podología deportiva y director del Centro Terapéutico del Pie S.XXI recomienda que todo aquel que practique deporte se someta a unas pruebas que determinarán cómo pisa.

Al correr nuestros pies impactan sobre el terreno. Si el apoyo no es bueno empezaremos a tener problemas que se pueden traducir en lesiones. Por eso es importante detectar precozmente cualquier error en la pisada. En este sentido, Ángel G. de la Rubia especialista en biomecánica y podología deportiva y director del Centro Terapéutico del Pie S.XXI explica que, “cualquier persona que realice algún tipo de actividad física debería someterse a una prueba de esfuerzo y a un estudio o análisis biomecánico. Lógicamente su prescripción será proporcional a la intensidad de la actividad que realiza.”

¿En qué consiste el análisis?
Actualmente existen distintos sistemas para analizar la pisada y el gesto deportivo. Según Ángel G. de la Rubia, “cada podólogo utiliza el que le resulta más cómodo o eficaz según su criterio. Los más frecuentes son las plataformas electrónicas, tipo foot scan, el escáner plantar, las plantillas computerizadas y los bancos de marcha o plataformas optométricas”. En cuanto al sistema que utilizan en su centro, este especialista explica que “normalmente se realiza en tres fases. Primero analizamos sobre una camilla el estado articular y muscular de las diferentes articulaciones del aparato locomotor, cadera, rodilla y pie. En segundo lugar observamos la estructura con el deportista en bipedestación y vemos cómo están alineadas: columna vertebral, cadera, rodilla, tobillo y pie. Y por último realizamos el análisis biomecánico de la pisada y la huella plantar con el deportista andando y corriendo”.

El running está de moda y muchas tiendas han optado por especializarse en esta disciplina deportiva. Como consecuencia, muchos establecimientos ofrecen a sus clientes un análisis de su pisada, que incluso en muchos casos es gratuito. Sobre este tema el director del Centro Terapéutico del Pie S.XXI advierte de que en la mayoría de los casos estamos ante sistemas que no tienen ningún tipo de rigor y añade que “lo peor de todo es la escasa o nula cualificación de estos comerciales para realizar dichos análisis. Estamos teniendo muchos problemas a causa de este intrusismo profesional. El aparato locomotor es muy complejo y se necesitan conocimientos anatómicos, biomecánicos y patológicos para realizar un estudio serio del mismo”.

Pronador o supinador
Las descripciones técnicas de algunos modelos de zapatillas de running nos especifican si son para pronador o supinador, pero en muchos casos el cliente desconoce el significado de estos conceptos. De la Rubia nos explica que un pie pronado o valgo es aquel que se mete hacia el interior o centro del cuerpo. “Si no dispusiéramos de los grados necesarios de pronación sufriríamos continuas lesiones articulares, esguinces de tobillo, cervicalgias…, que se producirían por la falta de acomodación y de amortiguación ante los continuos impactos de nuestros pies sobre el terreno. Por el contrario un pie excesivamente pronado nos provoca tendinitis y sobrecargas de todo tipo, fascitis, periostitis, rodilla del corredor, dolor lumbar…”. Por otra parte, el pie supinado o varo es aquel que pisa hacia fuera en el momento de apoyo completo del pie sobre el terreno.

Somos más pronadores que supinadores
“Todos pronamos en mayor o menor medida, la pronación es un gesto necesario que tienen nuestros pies para adaptarse al terreno. Así, es bueno y necesario disponer de esta pronación fisiológica de 6 a 8 grados”, nos especifica Ángel G. de la Rubia, que además asegura que “el problema es cuando esta pronación está aumentada desde el inicio de la actividad o a través del ejercicio continuado, por la fatiga muscular y tendinosa. En ese caso hablamos de pronador, por el contrario cuando dicha pronación fisiológica no está presente, hablamos de supinación”. Pero realmente existen muy pocos supinadores. Según los datos estadísticos del Centro Terapéutico del Pie S XXI el número de supinadores sólo se corresponden a un 1 x 1000 de los corredores que visitan el centro.

¿Qué ocurre cuando no utilizamos unas zapatillas que se correspondan con nuestra pisada?
La zapatilla deportiva tiene que estar en consonancia con el tipo de deporte, superficie del terreno y tipología del deportista; peso y tipo de pisada. “Cuando la zapatilla no es la idónea puede provocar lesiones, bien por defecto o exceso de amortiguación, bien por defecto de estabilidad o control”. Éstos son según el especialista consultado por CMD Sport los dos grandes factores a tener en cuenta a la hora de elegir la zapatilla adecuada.


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