Qué hacer si nos sorprende un incendio en la montaña

Y es que, según explica Núria, “ante todo hay que intentar no ponerse nervioso y mantener la calma para visualizar la situación”. Lo primero que se debe hacer es avisar a los servicios de Emergencias (112) “siempre que se tenga la menor duda de que hay un incendio”, indicando lo mejor posible el lugar donde nos encontramos.

Para alejarnos del lugar del fuego hay que fijarse en cuál es la dirección del viento e intentar ir en sentido contrario, ya que las llamas se extenderán hacia el mismo lado donde sople el viento. Picas recomienda “buscar un lugar seguro, un emplazamiento para esperar la llegada de los efectivos de rescate, como una explanada sin árboles, un punto de agua, etc.”. Para ello, es importante tener en cuenta cuál es la orografía del terreno y ser conscientes de que iremos más rápido si descendemos que si ascendemos.

Es también esencial tratar de no respirar el humo. Para ello, y teniendo en cuenta, tal como apunta esta bombera, que “no es habitual que acudamos a la montaña con una mascarilla”, es conveniente coger un pañuelo o una prenda que haga las veces del mismo y ponérnoslo en la cara. Tampoco debemos olvidarnos de hidratarnos lo máximo posible.

Para poder actuar con decisión y analizar el riesgo real de la situación, insiste en la conveniencia de intentar mantener la calma en todo momento y dar el aviso del fuego cuanto antes.