Cómo afrontar la última carrera del año

¿En qué es diferente una San Silvestre respecto a otras carreras?
Una de sus principales peculiaridades es que se celebra por la tarde-noche. La mayoría de las pruebas populares se desarrollan por la mañana y, por ello, requieren unos hábitos distintos. Personalmente, yo prefiero correr por la tarde, ya que el cuerpo está más activo.

¿Es necesaria alguna preparación previa específica?
No especialmente. Como cualquier carrera de 10 kilómetros, habría que afrontarla con, como mínimo, un mes de entrenamiento, saliendo durante 3 días a la semana, y corriendo entre 7 y 15 kilómetros por sesión. Luego dependerá de las metas que se haya marcado cada atleta. Si se quiere bajar de 35 minutos, por ejemplo, lo ideal es ponerse en manos de un preparador y seguir una planificación.

¿Cómo empieza un ‘día San Silvestre´?
Se debería desayunar sobre las 8-8’30, alimentos ricos en hidratos de carbono. Personalmente, y como no tolero la leche, aconsejo dos o tres tostadas con miel o pavo en lonchas, y un yogurt desnatado con muesli. Al no ser una carrera matinal, se puede complementar el desayuno tomando una pieza de fruta a media mañana.

¿Qué alimentos deben incluirse en la comida?
Hay que comer pronto, a las 13 o 13’30 horas, platos ricos en hidratos, acumulando así reserva energética para la carrera. Es importante que no lleven salsas, ni tomate, para no generar ácidos. De segundo plato propongo carnes o pescados a la plancha.

¿Cómo seguiría la jornada?
Sería ideal hacer una siesta de aproximadamente media hora, sobre las 14’30, con el fin de levantarse descansados y despejados para poder correr.

¿Qué es lo que más importante durante la San Silvestre?
Sobre todo la hidratación. Se suele fallar en este tema, ya que al ser una carrera que tiene lugar con temperaturas muy bajas, la sensación de sed tarda en aparecer o directamente no surge. En mi caso, no suelo beber durante una carrera de 10 kilómetros, pero los aficionados que pasen de 40 minutos sí que deberían hidratarse. Sin obviar, por supuesto, ingerir, como norma general, dos o tres litros de agua cada día, y si es con isotónicos, mejor.

¿Cómo afrontar el frío?
Lo normal en estas fechas: protegerse, pero no demasiado, y siempre favoreciendo la transpiración. También es muy importante aplicarse en las piernas alguna crema, emulsión o gel calentador. En mi caso, utilizo gel de árnica.

¿Qué calentamiento aconseja?
Rodar ¾ de hora antes de empezar la prueba, durante 20-25 minutos, haciendo ejercicios de movilidad, rectas de aceleración, etc., con el fin de llegar al momento de la salida totalmente activados.

¿Cuál es la importancia de la salida en una carrera tan masificada?
Quiero hacer hincapié en que cada atleta debe conocer y asumir su nivel, y salir desde la zona de salida definida según el tiempo estimado en el que espera acabar la carrera. Es vital respetar esas líneas en pruebas multitudinarias, para que todo se desarrolle sin problemas.

¿Y durante la carrera?
A los atletas aficionados aconsejo, tanto en una San Silvestre como en cualquier otra carrera, ser conservador al principio, para ir luego aumentando el ritmo. Al no jugarse nada, creo que lo fundamental es disfrutar, y por ello que son muy importantes las sensaciones que se tengan al final de la carrera. Ir adelantando corredores y acabar ‘in crescendo’ deja buen sabor de boca, mientras que un final agónico puede disminuir la motivación del corredor.

Tras pasar la línea de meta, ¿qué hay que hacer?
Abrigarse rápido. Si la organización ofrece algo caliente o alimentos energéticos, tipo dátiles, frutos secos, etc., sería ideal tomarlos, pero lo más importante es no enfriarse.

¿Alguna alimentación especial en la cena, para recuperar?
¿En Nochevieja?!!! (bromea Jaume). Más allá de intentar no pasarse con el alcohol -el organismo no está en las mismas condiciones tras 10 kilómetros-, mi consejo para el atleta es que cene lo que más le guste, en buena compañía, y que disfrute de la salida del año.