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FITNESS

Consejos de Heather Anderson, directora de Yogalinda (Barcelona)

Los beneficios de hacer yoga a 40 grados

(1-2-2013). Yoga a 40 grados o hot yoga, esta es una de las últimas innovaciones de una disciplina que está en pleno auge. Algunos de sus beneficios son la pérdida de peso, la sensación de bienestar y la flexibilidad. Heather Anderson, directora de Yogalinda, nos da más detalles

Practicar yoga en una sala que está a 40 grados tiene sus beneficios, así lo asegura la directora del estudio Yogalinda, Heather Anderson quien explica que “a 40 grados eres capaz de estirar y hacer más fuerza en cada postura de la que lo harías en yoga convencional. Además, la relajación a altas temperaturas también se consigue más fácilmente. Por otra parte, sudas mucho y esto hace que quememos y perdamos peso fácilmente. Otro de los aspectos interesantes es que a 40 grados los músculos se calientan des de el inicio de la clase y disminuye el riesgo de lesión”.

La sensación después de una sesión
“La sensación después una clase de hot yoga es fenomenal. Te sientes muy relajado, eufórico y con mucha energía” explica la directora de Yogalinda quien añade que “una hora después aproximadamente, tienes una sensación de cansancio como la que puedes sentir tras practicar deporte. Y sientes que quieres más. Es muy adictivo”. Eso sí la sensación de cansancio, según los profesionales es generalmente mayor, a la que se siente tras una sesión de yoga a temperatura ambiente.

¿Todo el mundo puede practicar hot yoga?
“No es recomendable para las personas que tiene la presión muy baja ni para las embarazadas a no ser que ya estén acostumbradas como es mi caso”, afirma Heather Anderson.

Las personas que nunca han practicado yoga pueden iniciarse sin problema en esta tipología. “No es necesario haber practicado yoga anteriormente. Eso sí no es recomendable por ejemplo, hacer una case de ‘vinyasa’ sin algo de experiencia porque puede resultar muy dura. Lo mejor es empezar con una sesión de iniciación”.

Por otra parte es importante tener en cuenta otras precauciones como “beber mucho líquido antes, durante y después de la clase y no comer durante dos horas antes de la sesión. Y los que tengan la presión un poco baja han de tener más cuidado con las posturas que requieran inclinarse y reincorporarse”, explica Anderson.

Más información en www.yogalinda.es


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