Cuándo comer en una jornada de esquí

Las actividades de montaña aumentan mucho los requerimientos energéticos a causa del frio y la altura. Así lo asegura Anna Sauló dietista nutricionista de la empresa Alimmenta, quien nos da algunas pautas sobre cuándo comer e hidratarnos en una jornada de esquí alpino.

¿Podemos esquiar justo después de comer o tenemos que esperar?
Ante esta cuestión, la dietista y nutricionista afirma que “lo adecuado es dejar un margen prudencial entre la última comida y el inicio de la práctica, sobre todo si se toman alimentos de difícil digestión como leche, frutos secos, jamón, queso, cereales ricos en fibra o pan. Así, lo ideal es dejar un margen prudencial de dos horas para evitar molestias digestivas”.

Cómo hidratarnos

La hidratación es un elemento fundamental que hay que tener en cuenta antes, durante y después de practicar este deporte. “Para este tipo de ejercicio lo adecuado es escoger una bebida isotónica y beber de 250-500 ml de líquido por hora de ejercicio”, asegura Sauló, quien señala que este es un aspecto muy importante y que no hay que olvidar.

Comer en pista

Así, es importante dejar un margen prudencial entre la comida y el inicio de la sesión de esquí alpino, pero ¿qué podemos comer durante la jornada de esquí? “Habitualmente el recurso más fácil suelen ser los bocadillos. Éstos aportan calorías e hidratos de carbono, pero debemos vigilar que los contenidos no sean muy grasos”, explica la dietista nutricionista, quien añade que “por otra parte es importante llevar tentempiés tipo frutos secos, zumos, fruta o fruta deshidratada”.

Por lo tanto, evitar comidas copiosas, dejar un margen de tiempo para que el cuerpo asimile bien los alimentos y atender a la hidratación. Una serie de consejos que seguro mejorarán el rendimiento del esquiador.

Más información: www.alimmenta.com