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CICLISMO

Antonio Llópez, interlocutor de la Asociación Valencia en Bici, nos explica la situación del ciclismo urbano en la ciudad

Los principales obstáculos de circular en bici en Valencia

(7-2-2013). Es uno de los portavoces de la Acció Ecologista Agró (garza, en valenciano), en la que se enmarca el Colectivo Valencia en Bici, que el próximo mes cumple 23 años de existencia. Antonio es un ciclista urbano veterano y experimentado “desde antes de que existieran los  carriles bici, hace ya 30 años”, asegura. Como usuario y como interlocutor de Valencia en Bici, nos habla de los problemas actuales del ciclismo urbano en Valencia.

¿Cómo se relaciona el ciclismo urbano con las autoridades municipales?
Todo lo que hemos conseguido ha sido gracias a la presión social, y no porque algún político o técnico se haya decidido a apoyar a la bici. Así ha ocurrido, por ejemplo, con la intermodalidad en el tren. Llevamos muchos años con dos medidas de mejora de infraestructura: la petición de carriles bici y el apaciguamiento del tráfico. Son muy diferentes, pero creemos que se pueden combinar, según la casuística de la vía. Pedimos carriles bici en las calzadas de las avenidas grandes, pero en el resto queremos el apaciguamiento del tráfico mediante el concepto de Ciudad 30.

¿Qué valoración hace de la red de carriles-bici valenciana?
Sirven para que la gente se atreva a ir en bici, pero no son la panacea, porque crean una falsa sensación de seguridad. Todo ello se debe a un diseño erróneo por parte del Ayuntamiento. Lo que se ha hecho es prolongar las aceras, en el mejor de los casos, o quitarles espacio. Así, al quedar fuera del radio de visión de los conductores, las intersecciones son un nicho de accidentes. Vamos a intentar solucionar este tema en una próxima reunión con la Concejalía de Circulación y Transportes. Siempre hemos apoyado el carril que quita espacio al coche, construido sobre la calzada, y con separación física. Actualmente, también circulamos por los carriles bus, y ahí nos sentimos más protegidos que en los carriles bici. Por otra parte, haber construido los carriles como continuación de las aceras ha creado un conflicto peatón-ciclista.

Los peatones se quejan mucho de la proliferación de bicicletas por las aceras…
Estamos totalmente en contra. Somos una asociación ecologista, y no de usuarios de bici, y por ello lo que buscamos es una ciudad a medida del ser humano. La bici es a la vez un medio y una bandera de nuestro movimiento, pero no estamos en sintonía con las actitudes poco cívicas de muchos ciclistas. Para evitarlo, proponemos que se legalice el contrasentido en las calles pequeñas, algo que, por ejemplo, está autorizado en el Código de Circulación francés.

¿Cómo es la convivencia bicicletas/automóviles en Valencia?
Al aumentar el número de ciclistas, también se incrementa su visibilidad y el respeto al ciclista, repercutiendo en su nivel de seguridad. De hecho, en los países europeos en los que hay más ciclistas en las calles, el índice de accidentes es menor. Sin embargo, aquí se impuso el caso obligatorio en vías interurbanas, a pesar de nuestras protestas, y el número de muertes no ha bajado. Estamos en contra, porque su obligación desincentiva el uso de la bici, y no suele servir para mucho, ya que cuando el coche te arrolla da igual que lleves casco, armadura o rodilleras. Lo que realmente incide en la seguridad es la masificación del uso de la bici.

Háblenos del concepto de ‘Ciudad 30’ que reclaman…
Vamos a lanzar una campaña reivindicativa, que también se hará a nivel europeo. Estamos radicalizando nuestras posturas, y ya no hablamos de calles 30, o ciclocalles, sino de pedir la ‘Ciudad 30’. La velocidad media en el núcleo urbano no suele superar los 20 km/h., aunque entre semáforos se vaya a 80 km/h. Lo deseable es que la mayor parte de la ciudad estuviera limitada a 30 km/h. y algunas avenidas a 50. Habría que cambiar la estructura de la calle, porque si pones 4 carriles anchos, los vehículos van a correr sí o sí. La reducción no solo se consigue con normas y señales, sino también con un diseño de calle diferente. Por tanto, hay que incidir directamente en el urbanismo.

Por tanto, no le gustan las actuales ‘Zonas 30’ de Valencia.
Así es. La mayoría de las que ahora están así conceptuadas son ‘de cajón’, ya que la concepción urbanística de la calle no permitiría correr más. Sin embargo hay zonas en las que, pese a la señalización que limita la velocidad, la norma no se cumple, y no hay vigilancia alguna de las autoridades.

¿Cómo valora la actual Ordenanza Municipal?
Tiene algunos puntos positivos, como prohibir circular por las aceras, o recomendar que se circule por el centro del carril. Esto último es muy importante, porque la experiencia nos dice que es necesario hacerse ver y valer en el tráfico, y que si estás en una esquina, te van a adelantar sin respetarte. Yendo por el medio, obligas a que el adelantamiento sea por el carril contiguo, y el coche ya no pasa cerca. En general, la Ordenanza se ha quedado corta, y es muy negativa en el castigo a las infracciones de las bicicletas, ya que se consideran tan graves como si las hiciera un vehículo de 1 Tonelada a unas velocidades muy superiores, pese a que las consecuencias no son las mismas.  La ordenanza no está hecha para fomentar el uso de la bici, sino para regularla como un vehículo más, mientras que nosotros pensamos que debe ser un preferente, al ser socialmente muy beneficioso.

¿Qué le parece el servicio municipal de alquiler, Valenbisi?
Por un lado ha tenido un efecto positivo, al popularizar la bici y aumentar el número de usuarios, pero también ha destrozado el sector privado (venta, alquiler y reparación). Además, el Ayuntamiento se ha volcado con el Valenbisi, en detrimento del fomento de aparcamientos para usuarios privados. En cuanto al material, las bicis pesan mucho, resbalan cuando llueve y no siempre hay disponibles. Eso sí, el precio es muy barato.

¿Es fácil transportar la bici en el Metro?
Se nos permite llevarla, pero entre semana solo se autoriza entre estaciones fuera de la red de metro no subterránea, en viajes interurbanos. Una de nuestras últimas propuestas es que dejen atravesar la ciudad subiendo y bajando entre estaciones interurbanas, ya que solemos dejar las bicis en las zonas de conexión entre vagones, donde no molestamos a nadie.

Más información:www.valenciaenbici.org


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