Joaquim Salarich, nuevo campeón de España de slálom 

El esquiador del LMCE ha sabido adaptarse mejor que nadie a las particulares condiciones del estadio Roc Blanc, marcado además por las condiciones meteorológicas.  “Estoy muy contento. El trazado estaba muy difícil. No podías arriesgar. Te podías salir fácilmente. Se tenía que esquiar con mucha cabeza”, tal como acreditan el gran número de esquiadores que no han podido terminar la prueba. El joven esquiador de Vic, que acaba de cumplir 19 años, conoce bien éste y los otros estadios de La Molina, lo que sin duda ha jugado a su favor. “Creo que este estadio se adapta a mis características. He entrenado toda mi vida aquí y me gusta especialmente para el slálom”.

No obstante, una cosa es conocer el estadio y la otra saber adaptarse a las particulares condiciones que había este lunes de Pascua, de la fina lluvia que caía y del estado de la nieve. “El trazado giraba, pero la nieve estaba dura, pero estaba con sal, llovía y la nieve no cogía bien. Se tenía que ser listo esta carrera”.

El menor de los Salarich afirma que desde que ha puesto un pie en el suelo esta mañana tenía un feeling especial. “Me he despertado y sabía que hoy podía hacer una buena carrera”, pero, más allá de estas sensaciones, la verdad es que Joaquim –que actualmente entrena bajo la disciplina del equipo suizo Steffen-S1, con el que dice encontrarse muy a gusto y con el que ya tiene diseñado un programa para la temporada que viene– acudía al inicio de los Campeonatos de España con buenas sensaciones. “La verdad es que acudía a La Molina con buenas expectativas de hacerlo bien y al final así ha sido. La sensación de ser campeón de España de SL es muy guapa”.

Joaquim, que en la pasada edición de los Nacionales, que también tuvieron lugar en La Molina, no pudo acabar la carrera del SL, se muestra cauto ante el resto de competiciones que tienen que disputarse en la estación gerundense. Reconoce estar “más pez” en el resto de disciplinas. Primero se disputa mañana el súper gigante y al día siguiente el gigante, disciplina esta última que tampoco se le da mal del todo.