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CICLISMO

Entrevista a Samuel Escámez, presidente de Huesca en Bici y miembro del Secretariado de ConBici

“Hay que exigir infraestructuras adecuadas para que las bicis dejen de ir por las aceras”

(2-5-2013). El debate sobre la convivencia entre peatones y ciclistas en las aceras cobra cada vez más fuerza, hasta el punto de que algunos ayuntamientos contemplan prohibir la circulación de bicis en estos espacios. Samuel Escámez, miembro del Secretariado de ConBici y presidente de Huesca en Bici, aconseja que, en general, nunca se debería ir en bici por la acera, pero sostiene que “tampoco se puede recriminar esta actitud cuando existe riesgo real y la acera es suficientemente ancha para no causar molestias a los peatones”.

¿Por qué ConBici se ha adherido al manifiesto ‘La acera es peatonal’?

ConBici ha debatido mucho sobre el asunto y ha llegado a la conclusión de que no merece la pena la promoción de la bicicleta trasladando a las aceras un problema que nace en la calzada. Definitivamente hay que resolver este conflicto entre motorizados y ciclistas, tomando medidas que ya son conocidas y de demostrada efectividad en muchos países como la pacificación del tráfico y las restricciones de acceso. No se puede satisfacer el ansia de espacio de los automovilistas a costa de los peatones, a costa de crear un conflicto entre los grupos de movilidad más débiles, sin olvidar que está surgiendo otro grupo, el de los patinadores, que aún tienen más dificultades que los ciclistas y que se suma al conflicto de las aceras y de los carriles bici, espacios muy limitados donde confluimos estos tres grupos habitualmente.

Habláis de distinción entre ‘aceras’ y ‘zonas peatonales’, ¿cuáles son las diferencias?

Mientras que la acera es un espacio delimitado para que los peatones no interfieran en el tráfico rodado, las zonas peatonales son espacios restringidos al tráfico motorizado, como pueden ser plazas, paseos o calles de acceso restringido.

¿En qué casos crees que un ciclista puede o debe ir por la acera?

En general, nunca se debería ir por la acera montado en bici, pero la realidad es que hay mucha gente que antepone su integridad física a la legalidad y al civismo. Tampoco se puede recriminar esta actitud cuando existe riesgo real y la acera es suficientemente ancha para no causar molestias a los peatones, sino que hay que reivindicar la adecuación de las infraestructuras para que deje de existir ese riesgo. Sin embargo no se deben tolerar los comportamientos incívicos de aquellos que simplemente no respetan las elementales normas de convivencia, tanto cuando se trate de ciclistas por aceras como de peatones por carriles-bici.

En caso de hacerlo, ¿qué aspectos tendría que tener en cuenta para garantizar una correcta convivencia con el peatón?

Circular a una velocidad moderada y manteniendo una distancia prudente, avisando de su presencia verbalmente si es necesario, contribuye a una mejor convivencia. Es mejor disculparse al pasar que tocar el timbre, ya que se dan las condiciones para la comunicación verbal. En algunas ciudades, las ordenanzas municipales permiten la circulación de bicicletas en algunas aceras, lo que no da derecho a molestar, sino a compartir un espacio ante la falta de otras infraestructuras más adecuadas.

¿El ciclista va por la acera porque tiene miedo del tráfico a motor?

Ese es principal motivo, puesto que circular por la acera suele ser más incómodo y lento por los obstáculos que alberga. No se debería tener ese miedo cuando se trate de calles donde el tráfico es lento, puesto que ahí el riesgo de sufrir lesiones es muy bajo.

¿El problema se solventaría con más infraestructuras para los ciclistas?

No necesariamente con infraestructuras para ciclistas sino restringiendo la velocidad y el acceso a los medios motorizados, allí donde sea posible, que es la mayor parte de la ciudad. En vías interurbanas, donde la diferencia de velocidad entre bicicleta y otros vehículos es mucho mayor que en las urbes, es evidente que es muy recomendable la segregación física para erradicar los riesgos de atropello.

En ocasiones hay actitudes agresivas o poco adecuadas de los ciclistas sobre la acera que dan mala imagen del colectivo ciclista.. ¿qué les dirías a estos peatones que han tenido ‘malas experiencias’?

Lamentablemente, en todos los grupos humanos hay unos pocos elementos discordantes que dan una mala imagen al colectivo, ya que nadie se fija en el que funciona bien. De hecho, algunos de esos elementos van en bici porque han destrozado su coche o les han quitado el carnet. Mejor aguantarlos en bici que en coche. Paradójicamente, para una ciudad en su conjunto es menos perjudicial un ciclista incívico que un automovilista cívico. Todos los atropellos mortales no los causan conductores borrachos, también gente que cree que circula correctamente pero que carece de las habilidades óptimas para hacerlo.

Tampoco hay que olvidar la contaminación, los problemas de salud por sedentarismo y la falta de espacio vital y zonas verdes provocadas por el modelo de movilidad actual. Tengo ganas de ver a un peatón gritarle a un coche que le está asfixiando; el coche está tan asumido que casi nadie se da cuenta de esa agresión constante a pesar de que se puede medir perfectamente en decibelios, gramos, litros, metros, muertos y heridos… Sin embargo un ciclista sobrecoge o molesta a algunas personas con su sola presencia, subjetivamente, molesta a la vista…

A los peatones que han tenido una mala experiencia con un ciclista, entre los que me incluyo como peatón habitual, les diría que tengan paciencia y buen humor, ya que estamos en un periodo de transición hacia algo mejor, con permiso de la DGT. Evidentemente, hay más conflictos peatón-ciclista porque la relación es mucho más estrecha, para lo bueno y para lo malo. El coche no te da esa oportunidad, normalmente se limita a atropellarte. Con el tiempo esos pequeños problemas se irán solucionando y nuestro entorno será más agradable en función de que la gente cambie el sillón por el sillín


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