Quantcast

CICLISMO

Ruta circular con salida y llegada a Sitges

En bici por la anilla verde escondida de Barcelona

(30-5-2013). Barcelona es uno de los principales destinos turísticos de Europa, pero más allá de la urbe, la ciudad está rodeada de una anilla verde que entraña emblemáticos paisajes, ideales para los amantes de la BTT. David Teixidó, impulsor de la ruta Pedals de Barcelona, nos descubre los secretos de este recorrido que atraviesa cuatro parques naturales y que, según explica, ofrece una experiencia “más de naturaleza que de aventura”.

Una ciudad cosmopolita también puede estar rodeada de un auténtico ambiente de naturaleza. Así describe David Teixidó la ‘esencia’ de Pedals de Barcelona, una ruta autoguiada que se puso en marcha hace un mes y que recorre 243 km desde Sitges, atravesando los parques naturales de Montserrat, Sant Llorenç de Munt i l’Obac, Collserola y El Garraf.

“El recorrido es muy bello y aporta una gran sensación de contacto con la naturaleza durante todo el trayecto. El trazado que hemos diseñado llega incluso a disimular las vistas en lugares en los que se avista la autopista o carreteras más masificadas. Además el clima suele acompañar y la ruta, a diferencia de otras que tienen un carácter más estacional, se puede realizar durante los 365 días del año”, asegura el impulsor del proyecto.

Atractivos

La primera parada de la ruta, Sitges, que es también punto de llegada, pone ya el listón muy alto. Esta localidad costera no solo permite disfrutar de la playa, sino que cuenta también con algunas joyas arquitectónicas del modernismo catalán y es un núcleo con una vida cultural y nocturna muy activa. No en vano la ciudad fue punto de encuentro y reunión de intelectuales.

La ruta se adentra después en la región vinícola del Penedés para ir a parar al Parque Natural del Montserrat. “El monasterio de Montserrat es uno de los emblemas de Cataluña y una visita obligada”, recomienda Teixidó, quien deja además abierta la posibilidad de dormir en las celdas del monasterio benedictino. Después el recorrido asciende hasta el Tibidabo, desde donde se pueden contemplar las mejores vistas de Barcelona y, si se tienen ganas de pisar asfalto, por qué no bajar ‘bajar’ a la ciudad y perderse por el barrio gótico, las ramblas o acercarse al puerto olímpico.

Pedals de Barcelona continúa por la carretera de les Aigües, muy popular entre los runners y ciclistas de la ciudad, para llegar al delta del río Llobregat y Castelldefels. A partir de aquí nos adentramos en el parque del Garraf, con un sinfín de senderos entre una frondosa vegetación que nos conducirán de nuevo a Sitges. En el Garraf, es casi obligada la visita al monasterio budista.

Forma física necesaria

La ruta recorre 243 km y tiene un desnivel de 5.000 metros. Con estos datos, ya se entiende que el nivel físico necesario para afrontarla es medio o medio-alto. Eso sí, la organización propone tres modalidades, light, challenge y extreme, para completarla en cinco, cuatro o dos días respectivamente.

Dónde comer

Pedals de Barcelona se encarga de los alojamientos, el desayuno y la cena. Pero si te queda un rato libre a mediodía o quieres ‘investigar’ la zona, aquí van algunas propuestas:

– El Cable. Sitges. Tapas y pinchos en un ambiente distendido. Siempre está lleno, pero también tiene encanto tomarte algo de pie fuera del local.

Pizzería Cap de la Vila. En pleno centro de Sitges. Ideal para reponer fuerzas después del esfuerzo.

Restaurante Guilleumes, en Monistrol de Montserrat. Situado a los pies de la montaña de Montserrat, ofrece platos típicos de la cocina mediterránea y catalana, como canelones, butifarra y crema catalana.

– El Chiringuito del Garraf. Especialidad en calderetas y arroces. Con vistas sobre la playa.

Organización

Pedals de Barcelona se encarga de gestionar los alojamientos, del equipaje e incluso del alquiler de la bici y el equipo.

Más información: http://pedalsbarcelona.com


No hay comentarios

Añade el tuyo