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RUNNING

Consejos de los entrenadores Pablo Villalobos y Xavier Izaguirre

Correr con frío, viento y lluvia

(20-11-2013). Tras un verano al que le ha costado marcharse, el otoño con algunos toques de invierno ha hecho acto de presencia de una forma más repentina de lo que muchos corredores habrían deseado. Para hacer más llevaderas las condiciones meteorológicas poco cómodas que posiblemente nos acompañarán lo que queda de otoño e invierno, recogemos los consejos que nos han aportado los corredores y entrenadores Pablo Villalobos y Xavier Izaguirre.

Al planear nuestras salidas de running en esta época, lo primero que nos recomiendan los entrenadores es tener en cuenta cuándo vamos a salir a correr, siendo más recomendable según Xavier Izaguirre “siempre que sea posible, aprovechar las horas de sol, sobre todo al mediodía, para beneficiarnos de una temperatura más agradable y para asegurar nuestra visibilidad”. En caso de preferir o no tener más remedio que correr de noche, el entrenador recomienda “correr por un terreno conocido, para evitar sorpresas y caídas, así como llevar prendas con elementos reflectantes”.

Motivación extra
En estos meses, el factor psicológico gana importancia puesto que, como comenta Pablo Villalobos, “lo peor que nos encontramos es con tener que romper con la sensación de confort que se tiene en casa”. Los dos expertos aseguran que una vez se está en marcha, “no se pasa mal si se va bien abrigado, e incluso se puede disfrutar de las condiciones, si no son muy extremas”. Sin embargo, antes de salir se hace necesario un esfuerzo mental extra para encontrar motivaciones que nos separen de la idea de quedarnos calentitos en casa. Una sugerencia puede ser intentar salir a correr con un compañero que nos cree la obligación de acompañarlo y no dejarlo en la estacada, o usar trucos como los que propone Izaguirre como “evitar pasar por casa después del trabajo y antes de ir a correr y solo pisarla después de haber realizado el ejercicio”.

Equipación
En esta época también es necesario revisar nuestro vestuario y adecuarlo a las condiciones meteorológicas que nos encontraremos. Así, Izaguirre nombra como prendas que no deben faltar en estos meses “una primera capa térmica, un paraviento, unas mallas, unos guantes, un gorro y orejeras y, si el tiempo lo requiere, un chubasquero”.

Aunque hay que intentar no volverse locos y es que “es mejor pasar un poco de frío al principio que no tener que cargar con las prendas que nos sobran una vez hayamos entrado en calor”, añade Izaguirre, quien sugiere vestirse con “una camiseta térmica y unas mallas piratas o un pantalón corto”. Si el frío es agudo, “es aconsejable añadir otra camiseta térmica a nuestra vestimenta habitual”.

Pablo Villalobos, por su parte, remarca la importancia de taparse la cabeza “que es por dónde más calor se pierde” y las manos. Además, “cubrirnos el cuello evitará problemas de garganta por la temperatura fría del aire al respirar”.

Con lluvia y humedad
En el caso de que llueva, “soy partidario de no llevar mucha ropa en las piernas, evitando las mallas largas, y utilizar mallas cortas o hasta la rodilla o pantalón. Arriba sí que debemos abrigarnos más para proteger el vientre. En caso de humedad, los chalecos son una prenda muy recomendable”, aconseja Villalobos.

Con viento
El viento es según Pablo Villalobos “uno de los grandes enemigos del corredor, ya que nos enfría si llueve o hace humedad y nos puede dar problemas de estómago. Lo mejor es llevar un buen cortavientos para que las capas interiores, aunque húmedas por el sudor, se mantengan a buena temperatura. Las gafas tampoco vienen mal para evitar las partículas que empuja el aire”.

Otras recomendaciones son usar vaselina en ingles, pies, axilas y pezones antes de correr, ya que al sudar menos que en primavera y verano, los roces de la ropa con la piel se producen “más en seco”. Así como, en la medida de lo posible, intentar utilizar zapatillas preparadas para la época invernal y calcetines que expulsen la humedad del pie al tiempo que lo mantienen caliente.

Calentamiento
En cuanto al calentamiento, Pablo Villalobos opina que no es aconsejable estirar antes de comenzar el calentamiento. Sino más bien “potenciar la movilidad articular, para que empiece a circular la sangre por las rodillas, caderas, brazos, etc. Después sí se puede estirar, pero de forma muy leve, buscando más la elasticidad que la flexibilidad”, comenta. En cuanto a la ropa, en este momento sí que es adecuado abrigarse más de lo que iremos durante la carrera, por ejemplo, con una capa más. Y si el calentamiento es intenso, intentar cambiarse la ropa empapada de sudor por una seca.

Entrenamientos más cortos
En estos meses, Xavier Izaguirre aconseja realizar “entrenamientos más cortos, haciendo un mayor énfasis en las series”. En este sentido, hay que vigilar especialmente el no quedarse frío en los descansos entre series, momentos en los que recomienda poner una pieza más de ropa como un cortavientos, y no parar de golpe la actividad, sino descansar pero caminando o con un trote suave”.

Y si el mal tiempo desaconseja salir a correr, se puede aprovechar esos días para realizar trabajo de fuerza bajo techo en el gimnasio.

Finalizar con una ducha caliente
Al finalizar el entrenamiento, sobre todo si es intenso o si se trata de una carrera, se produce un descenso en los niveles de defensas inmunológicas, por lo que Pablo Villalobos remarca que “si estamos mojados o hace frío, hay que intentar minimizar el tiempo durante el que nos quedamos parados a la intemperie, cambiarse de ropa rápido y tomar una ducha calentita mientras se estira, o hacerlo después, ya seco, con calma y con el cuerpo totalmente relajado”.

Cuidar la alimentación y la hidratación
Por último, también es necesario prestar atención a la alimentación e hidratación que se seguirá en estos meses. Así, Xavier Izaguirre explica que “en invierno se sufre un mayor riesgo de deshidratación, ya que al no tener calor, la sensación de sed disminuye” Y advierte que “el cuerpo necesita el mismo consumo de líquidos en invierno que en verano”, motivo por el que “aunque no se tenga sed, debemos obligarnos a ingerir agua y otros líquidos”.

En cuanto a la alimentación, “debemos aumentar la ingesta de vitamina C y tomar complejos vitamínicos para prevenir los resfriados. Y aunque el cuerpo no lo pida, intentar llevar una dieta variada en la que se incluya producto fresco”.

Más información:
http://pablovillalobosextremadura.blogspot.com.es/


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