Quantcast

FITNESS

Según un estudio publicado en el British Medical Journal

El ejercicio físico mejora la salud intestinal

(4-7-2014). Según los autores de este trabajo publicado en el British Medical Journal, las personas que realizan ejercicio tienen una mayor variedad de bacterias intestinales, algo que claramente podría ser bueno para la salud. Por ejemplo, entre los deportistas se encontraron proporciones mucho más altas de Akkermansiaceae, una especie de bacteria relacionada con las tasas más bajas de obesidad y los trastornos metabólicos asociados.

Las personas que realizan ejercicio tienen una mayor variedad de bacterias intestinales, algo que claramente podría ser bueno para la salud. Y es que algunos estudios han sugerido que la gente que sufre sobrepeso y obesidad tiene menor diversidad de la flora intestinal a diferencia de aquellos que tienen una mayor diversidad asociada a un perfil metabólico favorable y a una mejor respuesta del sistema inmunológico.

Los autores de este trabajo publicado en el British Medical Journal analizaron las heces y muestras de sangre de 40 jugadores profesionales de rugby, todo a través de un riguroso programa de entrenamiento que buscaba evaluar el tipo de microbiota alojado en sus intestinos.

Sus muestras se compararon con las de 46 hombres sanos que no eran atletas profesionales, pero con tamaño físico y edad similares a los deportistas de élite. Mientras la mitad del grupo de comparación tenía un Índice de Masa Corporal (IMC) normal de 25 o menos; la otra mitad disponía de un índice de masa corporal alto de 28 o más.

Resultados del estudio
Además, todos los participantes del estudio completaron un cuestionario de alimentación que detallaba cuánto y con qué frecuencia habían comido 187 productos en las cuatro semanas precedentes, siendo también preguntados por su nivel normal de actividad física.

Y a pesar de tener niveles significativamente más elevados de creatina quinasa (CK), una enzima que indica daño muscular o de tejido, los atletas presentaban menores niveles de marcadores inflamatorios que cualquiera de los hombres del grupo de comparación. También poseían un mejor perfil metabólico que los hombres con un Índice de Masa Corporal alto.

Pero el resultado más sorprendente fue que los jugadores de rugby tenían un variedad más amplia de microbiota intestinal que los del grupo de comparación, sobre todo de aquellos con un alto índice de masa corporal. Las cifras de varios tipos microbianos (taxones) también fueron más altas.

Por ejemplo, tenían proporciones mucho más altas de Akkermansiaceae, una especie de bacteria relacionada con las tasas más bajas de obesidad y los trastornos metabólicos asociados.

En cuanto al análisis de los hábitos alimentarios de los participantes, los resultados indicaron que los jugadores de rugby comían más de todos los grupos de alimentos.

De esta manera, la proteína estaba mucho más presente en su ingesta de energía (22 por ciento) que en el grupo de hombres con el que se les comparó (15-16 por ciento). La carne y los productos cárnicos componían la mayor parte de ese consumo, pero además tomaban un montón de suplementos de proteína y comían más frutas y verduras, pero muchos menos aperitivos.

Esta investigación aclara algo más la compleja relación que hay entre lo que comemos, los niveles de actividad y la riqueza de la microbiota intestinal. “Nuestros hallazgos indican que el ejercicio es otro factor importante en la relación entre la microbiota, la inmunidad del huésped y el metabolismo”, concluyen los autores.


No hay comentarios

Añade el tuyo