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RUNNING

El corredor David Constante nos da algunas recomendaciones a seguir cuando se practica running nocturno

Correr de noche, una alternativa al calor

(Foto: Darryl Webb, Reuters)

(23-7-2014). El sol aprieta y se hace más costoso compaginar la rutina diaria con un momento idóneo para salir a correr durante el día, por lo que la noche se presenta como una buena alternativa para seguir disfrutando de nuestra pasión sin preocuparnos por altas temperaturas ni la tensión de las obligaciones. Pero para correr bajo el amparo de estrellas es necesario tomar algunas precauciones porque, como asegura el corredor y propietario de la tienda Running Zaragoza, David Constante, “hay que tener mucho cuidado” y es que “un descuido de noche te puede costar un susto”.

Ya sea por incompatibilidad de horarios, por la climatología o por una idea más romántica de correr en un hipotético silencio en la oscuridad; cada vez son más los corredores que deciden pasar sus sesiones de entrenamiento y salidas de running a la noche.
Y algo tendrá el correr sin el acompañamiento de ‘Lorenzo’ –el sol-, que atrae a cada vez más runners a participar en las carreras populares nocturnas que se multiplican por toda la geografía española.

Ventajas de correr de noche

Existen estudios que afirman que correr de noche “permite gozar de una mayor concentración, al contar con menos distracciones que a pleno sol” e incluso otros sugieren un aumento del rendimiento, puesto que “correr por la noche altera la percepción de velocidad, los objetos que están más lejos no son visibles y la única referencia son los cercanos, como árboles o señales de circulación. Esto produce mayor sensación de velocidad y también de esfuerzo”.


En un plano más subjetivo, hay corredores que ven en el hecho de correr de noche, una manera de “cerrar la jornada y hacer balance del día” o, incluso, como una manera de descargarse de la tensión acumulada durante el día.


Sea como fuere, lo innegable es que correr sin la luz diurna presenta unas peculiaridades que se deben tener en cuenta, “si no queremos tener un susto”, como avisa David Constante.



Iluminación y vestimenta

La principal diferencia de correr de noche respecto al día es la falta de iluminación natural. “Tanto en carrera como en entrenamientos nocturnos, existen dos tipos de recorridos, los iluminados por luz artificial y los no iluminados. Los caminos iluminados no presentan demasiadas dificultades de visión, por lo que no será necesario añadir la iluminación a nuestro equipamiento. Pero en el caso de los caminos y carreras no iluminados, es recomendable llevar un frontal, mejor que linternas que nos restan uso de las manos, con el que iluminaremos el camino”, explica el corredor. En este sentido, Constante aconseja siempre “llevar dos frontales, uno en uso y otro de repuesto, y baterías para evitar imprevistos”.


En el caso de los caminos iluminados, aunque no será necesario llevar un foco de luz extra, sí que es recomendable usar una vestimenta con colores vivos y elementos reflectantes, que nos aporte visibilidad frente a los vehículos. Y si se piensa correr por un camino con tráfico rodado, hacerlo siempre por el carril contrario, de modo que nos encontremos los vehículos de cara para facilitar verlos y ser vistos.


Cambio de técnica de carrera

Otro aspecto a tener en cuenta en la forma de correr, puesto que “al tener un campo visual limitado, nos sentimos más inseguros, nuestra velocidad se reduce y debemos ajustar la técnica”. Así, Constante propone “correr haciendo zancadas más cortas, con seguridad y anticipando cómo será la zona en la que impactará nuestro pie”. También es importante “extremar a precaución y la concentración, ya que con la iluminación del frontal o una linterna, tienes tan sólo unos instantes para procesar cómo es el terreno que vas a pisar y las irregularidades del camino se perciben más al no poder divisarlas con antelación”.



Otras precauciones
Por otra parte, Constante recuerda que no se debe descuidar la hidratación, aunque la sensación térmica sea menor, siguiendo un patrón de hidratación similar al seguido de día.


Por último, siempre que sea posible, puede ser útil llevar un teléfono móvil y nuestra identificación y datos básicos, por precaución.


Y antes de irse a dormir, es recomendable dejar pasar dos horas y media entre el fin de la sesión de running y el momento de ir a la cama, para dar tiempo al cuerpo a relajarse y evitar un cambio brusco de actividad que nos restará descanso durante las horas de sueño. 



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