Cómo prevenir el dolor de espalda

El informe se ha publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’ . En él se muestra cómo pese a que las guías clínicas recomiendan analgésicos, ejercicio físico y fisioterapia para aliviar el dolor de espalda, en los últimos años ha aumentado el uso de otros fármacos más potentes (como los opioides) y de pruebas de imagen (como el escáner o la resonancia magnética), pese a que carecen de utilidad demostrada en el manejo de este problema que afecta al 80% de la población en algún momento de su vida.

El dolor de espalda es uno de los cinco motivos más frecuentes de visita al médico. Las conclusiones son paralelas a las de otro estudio español publicado en el año 2012 en el que se estimaba en torno a los 75 millones de euros el gasto que asume cada año en EE.UU. en tratamientos para el dolor cervical, lumbar o de hombros sin evidencia científica.

Se calcula que el 95% de los dolores de espalda son inespecíficos; sólo en el 5% de los casos puede existir alguna causa sistémica, como un cáncer, una infección o una hernia discal, que sí requieren remitir al paciente al especialista en busca del origen del problema.

En el resto, las guías europeas (Guía de Práctica Clínica del Programa Europeo COST B13) recomiendan evitar el reposo absoluto, intentar realizar ejercicio físico suave en la medida que el dolor lo permita, analgésicos, antiinflamatorios (y relajantes musculares en menor medida), evitar las pruebas radiológicas innecesarias, aprender buenas medidas de higiene postural (las llamadas ‘escuelas de espalda’) y cirugía únicamente en casos excepcionales.

Más información en Guía de Práctica Clínica del Programa Europeo COST B13