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QUERIDO/A PIONERO/A

Reactivación, ¿qué reactivación?

(13-10-2014). CADA VEZ SON MÁS LOS DETALLISTAS QUE CUESTIONAN LA DIVULGADA REACTIVACIÓN. La pregunta se la formulan tanto los detallistas del canal multideporte como los de otros canales de venta de productos deportivos, así como tanto los que intentan sobrevivir con los efectivos que tienen, como los que inician nuevos proyectos de tiendas. El denominador común de todos ellos es la contención que sigue imperando en el consumo.

Nada resulta más frustrante que esperar una mejoría, porque se oye hablar de ella en todos lados y a todas horas, y, en cambio, constatar, día tras día, que esa mejoría no le llega a uno. Esa frustración es la que ya no dudan en reconocer cada vez más detallistas sorprendidos de que, desde los medios de información no cese de oirse la palabra ‘reactivación’ y que determinados políticos aparezcan sonriendo y jactándose de las actuaciones que han acometido y que han sacado al país del tunel económico en el que nos metimos (¿metieron?) ya hace seis años.

Y es que mientras determinados indicativos macroeconómicos, ciertamente, mostrarían que la situación económica del país es mejor que la que fue, el consumo sigue estando “tirado”, como me reconocía a finales de la semana pasada, uno de los propietarios de la cadena Deportes Halcón.

Pude comprobar que esa percepción no era aislada. Otros detallistas que muestran un notorio dinamismo acometiendo nuevas iniciativas, como Deportes Blanes o los propietarios de Twinner Libertad, se sumaron a ese cuestionamiento de la tan cacareada reactivación. El director de Expansión de Deportes Blanes, tras asegurar que “el consumo sigue por los suelos”, se lamentaba de que “el consumo se está manteniendo gracias a que muchos detallistas trabajamos a expensas de nuestros márgenes”.

Guerras de precios
Las guerras de precios siguen en el orden del día con una percepción entre los detallistas de mayor virulencia todavía que antaño y los hay quienes, como Miguel Benito, de Deportes Halcón, no dudan en asegurar que “hay tanto desespero por vender como sea, que incluso rebajamos el precio a productos que tienen una buena demandam porque el vecino o un gran operador los rebaja”.

Los detallistas con los que hablé la semana pasada, se mostraron unánimes al afirmar que “la reactivación del consumo no ha empezado y no hay indicios de que vaya a empezar en breve”.

Meses de quince días
Desde Deportes Blanes me comentaban que “los meses ya no tienen, comercialmente hablando, treinta días. Ahora los meses son sólo de quince días”. Su director de expansión explicaba que, “tras las ventas de la primera semana del mes, a raíz del cobro de la nómina, ahora todos esperamos que los consumidores que cobran el subsidio del paro, cobren el día 10 de cada mes, para, con ello, poder alargar nuestras ventas hasta el día 15. Tras eso, la segunda quincena del mes es un desierto”.

Si, sobre todo, durante los últimos tres años parecía que el canal multideporte era el más afectado por esa contención del consumo imperante, todo parece indicar que los canales de venta de las actividades motor del sell out deportivo (running, pádel y ciclismo, especialmente) también estarían viéndose afectados por esa contención del consumo y por esa concentración de las ventas en los primeros quince días del mes.

Consolidación de obstáculos para la compra
Seguramente, tras estos seis años de agudas estrecheces, el consumidor quiere comprar pero lo que cada vez vez resulta más evidente es que lo hace cuando tiene realmente liquidez, cuando obtiene la certeza de que su escaso dinero adquiere más valor en tal o cual tienda y por tal o cual producto anhelado o que realmente necesita, y cuando siente que remiten sus angustias sobre la incertidumbre laboral.

La compra compulsiva pertenece ya definitivamente al pasado. Ahora la compra es decisisivamente premeditada. Y en este contexto, es evidente que, la gran mayoría de detallistas se lancen a satisfacer la demanda más superficial (la del precio) y que entren en esa peligrosa espiral que acaba destruyendo la rentabilidad de sus empresas minoristas.

Otros detallistas, más racionales (y, probablemente, con más recursos) prefieren mirar más a medio y largo plazo, convencidos de que los cambios de hábitos del consumidor no son coyunturales, sino que han llegado para quedarse y que es necesario reorientar sus establecimientos hacia ese nuevo consumidor post-crisis.

Nada es definitivo
La co-propietaria de Twinner Libertad me lo comentaba la semana pasada cuando me explicaba que en noviembre tienen previsto abrir su primera tienda Foot on Mars: “hoy tenemos cuatro tiendas multideporte, pero según como vaya este nuevo proyecto, podríamos considerar una reorientación de nuestros actuales efectivos”.

Ya he escrito muchas veces en este espacio que “nada es permanente, que lo que sirve para hoy, no tiene que servir para mañana, que es necesario mantener siempre el afán de adaptación y rehuir con entusiasmo, talento y creatividad la llamada zona de confort”.

Algunos detallistas demuestran, con sus actitudes y acciones, que ven las cosas de ese modo y trabajan en ese sentido.
¿Y tu?


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