(8-3-2018). El ingeniero y propietario de un club de pádel, Jordi Piedra, junto con los investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han creado el primer laboratorio de certificación de palas de pádel, que utiliza el sistema SEP para clasificar las palas por nivel y tipo de juego y les otorga un sello de calidad tras superar 11 ensayos utilizando la robótica y la sensorización.
Hace seis años que Jordi Piedra decidió abrir su club de pádel en la localidad de Agullent (Valencia). Su pasión por este deporte lo llevó a emprender en la industria de la pala con el objetivo de fomentar su desarrollo: “El mercado del pádel está descontrolado. La falta de profesionalización, la saturación de marcas y algunas prácticas de distribución denotan poca seriedad y son de escasa sostenibilidad. Por eso vimos la necesidad de crear un sistema para poder unificar y certificar las características de los artículos relacionados con este deporte”, explica Piedra.
Así nació Testea, un laboratorio que certifica la jugabilidad, la calidad y las características de una pala de pádel. Tras realizar un estudio de viabilidad técnica y empezar a colaborar con la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) el pasado año, Piedra decidió establecer el primer laboratorio del mundo dedicado específicamente al pádel.
SISTEMA SEP
Junto con la UPV, estos tecnólogos del deporte han ideado un nuevo sistema para evaluar las características de una pala de pádel. “Detectamos que las marcas utilizan un lenguaje muy complejo para caracterizar su colección que los jugadores no entienden”, argumenta Piedra.
DIRIGIDO A LAS MARCAS TOP
El objetivo de Piedra es convencer a la industria del pádel que el mercado necesita un sistema estándar y universal de definir lo que la pala aporta al juego, juntamente con unos criterios comunes de calidad. La certificación SEP se hace visible para el comprador final mediante un distintivo sobre la pala en el que se indica las principales características de jugabilidad, la acreditación de la calidad del producto, y la clasificación de la pala según tipo y nivel de juego.
Testea es consciente de que su propuesta no satisfará a todas las marcas: “Nuestro cliente potencial representa el 20% del mercado; es aquella firma dispuesta a innovar y ofrecer un producto de calidad”.
Tras un período de concienciación y didáctica, el laboratorio comercializará su certificado, pero ya ha recibido comentarios muy positivos desde su creación: “Tanto las marcas como las instituciones vinculadas a la industria del pádel que han visitado nuestro laboratorio han coincidido en destacar que este era un proyecto necesario para el mercado”, asegura Piedra.
El distintivo de Testea clasifica la pala por nivel y tipo de juego, y le otorga un sello de calidad.
ESPAÑA, CENTRO DE PRODUCCIÓN
Testea reconoce la ventaja competitiva que supone que España sea el centro de producción de la industria del pádel: “Esto nos permite estar más cerca de las marcas y expandirnos internacionalmente a nuevos mercados donde el pádel gane adeptos”, afirma Piedra, que cree que “este deporte tiene todas las condiciones para triunfar” y espera que crezca exponencialmente en los próximos años.
En cuanto al mercado nacional, Piedra considera que la industria “va a quedar reducida a un porcentaje reducido de grandes marcas, ya que las tiendas físicas no pueden asumir el catálogo de 170 marcas”. La filosofía de Testea es contribuir a crear “un pádel mejor”.
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