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Patin a Vela

Txema Onzain rompe el palo a pocos metros de llegar a la playa

Nueva etapa con ventarrón en la Volta a Menorca

Jordi_Padrell Volta Menorca 2017

En la regata celebrada durante la segunda etapa de la Volta a Menorca -Trofeu Lluís Gay 2017, Jordi Padrell (en la imagen) cruzó la línea de llegada en quinta posición.

28-6-2017). La etapa de de la Volta a Menorca – Trofeu Lluís Gay 2017 entre Fornells y la Vall empezó con una suave brisa de unos 10 nudos que, posteriormente, acabaría con un ventarrón con puntas de 23 nudos. Txema Onzain, que ganó la prueba del día, rompió el palo a pocos metros de llegar a la cala de La Vall.

Los diez patinistas que toman parte en la Volta a Menorca Trofeu Lluís Gay 2017 salieron de la playa Les Salines de Fornells a las 13 horas para emprender la segunda etapa con la confianza de que la jornada sería más placentera que la del día anterior. Las previsiones indicaban que soplaría un viento de unos diez nudos de levante.

Todo el trayecto inicial, hasta la desembocadura de la bahía lo realizaron de través con un vientecillo de los citados diez nudos y al llegar a ella, no se encontraron con la barra de olas que el ventarrón del día anterior podía haber hecho presagiar.

Tras salir de la bahía y superar el cabo de Fornells, enfilaron hacia el cabo de Cavalleries con un viento de través más abierto que ya había ascendido a unos 14 nudos y que permitía seguir confiando en que la etapa sería divertida y que no requeriría grandes esfuerzos.

HACIA LA SALIDA DE LA PRIMERA REGATA DE LA VOLTA

El paso entre el cabo de Cavalleries y la Illa de Porros no revistió problema alguno y los expedicionarios enfilaron hacia Cala Pregonada navegando con un viento por la aleta. Frente a dicha cala, la organización había decidido instalar la línea de salida en la que se desarrollaría la primera regata oficial de esta Volta a Menorca – Trofeu Luís Gay 2017. La manga comprendería desde dicha Cala Pregonda hasta la vertical de La Vall, cala donde debía finalizar la etapa de ayer. La propia organización tomó esa decisión de hacer ese tramo en modo competición para darle más emoción al día y confiada en las previsiones meteorológicas eran lo suficientemente favorables como para que la flota, a pesar de competir, no se dispersara.

El tramo inicial desde el Cabo de Cavalleries hasta Cala Pregonda se recorrió con un viento por la aleta que permitía controlar tranquilamente el patín. En el siguiente vídeo puede verse a los patines en ese tramo, con Anna Pujol al frente de la flota, que como se ve llevaba una cómoda delantera respecto al resto de compañeros de aventura.

 

EFECTO DESVENTE DEL CABO CAVALLERIES

Sin embargo, aquella tranquilidad eólica sin ser un espejismo, no dejaba de ser algo engañosa. Y es que, a medida que el efecto desvente provocado por el Cabo de Cavalleries fue menguando, el viento empezó a arreciar y roló hasta situarse en un migjorn.

De este modo, a la llegada a la vertical de Cala Pregonda, punto decidido por la organización para dar la salida de la regata que los participantes debían realizar hasta La Vall, el viento, consolidado ya de migjorn, se situó en torno a los 16 nudos. Llegados a este punto, seguro que algunos patrones de peso ligero, como sobre todo Anna Pujol y Jordi Viladot, arrugaron la nariz y se dijeron “¡vaya, nueva sesión de machaque!”, mientras que a otros, como Txema Onzain, Jordi Padrell o el andaluz Juan Carlos Santos, a quienes les gusta el viento fuerte y el día anterior habían disfrutado bastante, ya les pareció bien que la primera regata oficial de la Volta fuera ‘con sustancia’.

Si la distancia total de la etapa de ayer era de en torno a unas 12 millas, una vez llegados a la vertical de Cala Pregonda puede decirse que los participantes ya habían culminado cerca de la primera mitad del recorrido total. De este modo, la manga del día tendría, desde ese punto hasta la meta en La Vall, unas seis millas.

Tras dar la salida, los diez patrones salieron amurados a estribor con un rumbo de ceñida abierta.

TINTORERA VUELCA DOS VECES

A medida que los navegantes iban superando olas, el viento fue creciendo en intensidad. De hecho, cada vez que iban yendo más hacia poniente, iban encontrándose con más y más viento.

Si la organización no deseaba que la flota se dispersara, las condiciones propiciaron que salieran a la luz los diferentes niveles de pericia de los patrones que conforman la flota.

Joan Pedemonte, del Club Patí Vela Barcelona, volcó hasta dos veces, mientras que Anna Pujol sufría intentando aguantar el patín de Miquel Angel Alonso, quien se lo ha prestado para realizar esta Volta y que tras la misma se quedará en Menorca pues ha sido adquirido por un catalán que vive en Washington pero que pasa los veranos en la isla.

TXEMA ONZAIN SE PONE AL FRENTE

Por su parte, Txema Onzaín, del Club Natación Barcelona, se ponía al frente de la flota mostrando una cómoda supremacía, y tras él seguían el andaluz, Juan Carlos Santos, acostumbrado a los vientos del sur, y Oriol Carrasco, del Club Náutico Sant Pol, que, a pesar de ser un patrón liviano, demostró que con viento tampoco es de los que se arruga. Más atrás iban los ‘Jordis’. Por un lado, Jordi Viladot que, a pesar de ser un patrón ni alto ni corpulento, dejó claro que ni las olas ni Eolo, le arredran, y Jordi Padrell, del Club Vela Platja Llarga, ‘xalando’ con el ventarrón aunque algo inquieto por si la barra escotera que se le había torcido el día anterior le jugaba una mala pasada de efectos drásticos.

Al llegar a la vertical del punto de llegada en La Vall, el viento ya se desmelenó completamente alcanzando puntas de 23 nudos. Txema Onzain cruzó primero la llegada y tras él siguieron Juan Carlos Santos, Oriol Carrasco, Jordi Viladot y Jordi Padrell.

LA VALL NO PERDONA ‘PROVOCACIONES’

Sin embargo, cuando en La Vall sopla fuerte, sopla muy fuerte. Según explicaría el presidente del Comité Organizador de la Volta, Gerard Esteva, tras la etapa. “allí el viento parece concentrarse y acanalarse de modo que sale con una fuerza descomunal”.

Txema Onzain partió el palo de su patín a vela poco después de cruzar la linea de meta de la regata celebrada durante la segunda etapa de la Volta a Menorca -Trofeu Lluís Gay 2017.

Txema Onzain partió el palo de su patín a vela poco después de cruzar la linea de meta de la regata celebrada durante la segunda etapa de la Volta a Menorca -Trofeu Lluís Gay 2017.

Ese chorro de viento descomunal en la cala de La Vall no tuvo piedad del palo de Txema Onzain. En una de las rachas, el patrón del Natación Barcelona, no se arredró, le echó narices, en vez de amollar, cazó aún más y el palo se le partió por debajo de la cruceta.

A pesar de ello, la eficiente labor de Rafael Figuerola permitió que Txema Onzain llegara a tierra y pudiera, como sus compañeros de expedición varar su embarcación. Eran las 15,45 horas. La etapa, con regata incluida, había durado 2 horas y 45 minutos.

CENA EN EL SANTA EULALIA

Por la tarde, los participantes fueron trasladados hasta el Santa Eulalia donde cenarían y pasarían la noche, invitados por el capitán de dicho pailebote.

Según explicaría Gerard Esteva, “la cena resultó estupenda”.

El capital del Santa Eulalia invitó a los participantes de la Volta a Menorca en patín a vela 2017 a una suculenta cena.

El capitan del Santa Eulalia invitó a los participantes de la Volta a Menorca en patín a vela 2017 a una suculenta cena.

El cocinero les ofreció arroz blanco con salsa al curry y coco, escalibada, y butifarra blanca y morcilla con guisantes. Y todo ello escanciado con un crianza y cava.


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