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Running en primavera

10 consejos para correr con alergia

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Los meses de abril, mayo y junio son los que se padecen más alergias ambientales.

(20-3-2019). Llega la primavera y con ella, los primeros efectos molestos de las alergias. Al correr al aire libre, los corredores estamos expuestos a incontables partículas a las que desde pequeños, o quizás desde un día cualquiera, nos hacemos sensibles. Los síntomas de una alergia son varios y cambian según la persona, pero siguiendo unas recomendaciones se pueden sobrellevar para que la alergia no arruine nuestra salida de running.

Picores, lagrimeo, falta de aire, congestión nasal, estornudos, irritación de garganta… Con la llegada de la primavera, y sobre todo entre los meses de abril y junio, son muchas las personas que padecen estos síntomas debido a una reacción que experimenta el cuerpo a partículas presentes en el ambiente y que son causantes de gran parte de las alergias más populares. Por este motivo, nuestra principal recomendación es que si llegados estos meses empezamos a notar estos y otros síntomas que podríamos catalogar de ‘extraños’, consultemos con un médico que analice si padecemos algún tipo de alergia o somos especialmente sensibles a alguna gramínea, al polen, a las partículas de polvo, a alimentos…

Centrándonos en las alergias propias de la primavera, la Sociedad Española de Alergologia e Inmunología Clínica calcula que más de 8 millones de españoles se ven cada año afectados por la polinización de plantas y árboles. Es su página web (www.polenes.com), se puede consultar el nivel de polen previsto para cada día por regiones, lo cual nos podría permitir evitar salir a entrenar los días con más concentración de polen en el ambiente, y sustituir la sesión de running por un entrenamiento indoor, ya sea en casa, en el gimnasio o en la piscina.

Para el resto de días, existen unas recomendaciones básicas que se pueden seguir para que los efectos de la alergia no nos priven de salir a correr:

  1. Alimentación. Es aconsejable añadir en la dieta diaria un mayor consumo de frutas y verduras, así como beber más agua de lo que acostumbramos. El objetivo es llevar una dieta lo menos ácida posible y compensar la deshidratación que se acentúa con los síntomas de la alergia.
  2. Amanecer y atardecer. La primera hora de la mañana y la última de la tarde-noche, suelen ser las franjas horarias con mayor concentración de polen en el aire, por lo que estos meses será recomendable evitar correr en estas horas.
  3. Sequedad ambiental. Tampoco será recomendable salir a correr los días más secos, aunque si no se quiere renunciar a la sesión de running, se puede correr con una mascarilla que cubra la nariz y la boca, de manera que permita respirar pero bloquee la contaminación y los alérgenos que puedan entrar en las vías respiratorias.
  4. Lluvia. En caso de un día de lluvia, se puede salir a correr mientras llueve, equipado con un chubasquero, o justo al parar de llover.
  5. Viento. Los días en que haya viento, intentar siempre correr en la misma dirección que sopla el aire.
  6. Ojos. Si la alergia produce picazón y molestia en los ojos, puede ser útil salir a correr con gafas de sol para protegerlos. Además, se puede utilizar colirio para los ojos 30 minutos antes de salir a correr para mitigar las molestias. En el caso de usar lentillas, se aconseja reducir el número de horas que las llevamos puestas u optar estos días por lentillas desechables si se tiene ocasión.
  7. Parques y calles concurridas. Hay que observar y escuchar al cuerpo y notar si nos sentimos peor al pasar por una zona determinada que evitaremos en próximas salidas. Pero en general, se desaconseja correr por parques y calles y avenidas muy concurridas, cuando se padecen los efectos de las alergias.
  8. Higiene. Los síntomas de la alergia suelen aparecer una hora después del entrenamiento, por lo que será recomendable ducharse y cambiarse de ropa justo después de finalizar el entreno. También se deberá extrema la higiene estos días, lavarse manos y cara más a menudo y cambiar con frecuencia las sábanas de la cama.
  9. Cansancio. Si se tiene sensación de mucho cansancio o fatiga extrema, es mejor posponer el entrenamiento, ya que el sistema inmunológico reacciona más rápidamente a los factores alergénicos si estamos cansados.
  10. Antihistamínicos y otros medicamentos. Los antihistamínicos, broncodilatadores, antiinflamatorios, pastillas y otros medicamentos resultan efectivos para paliar los efectos de la alergia, pero tienen efectos secundarios como una mayor somnolencia y una disminución de la atención que perjudican el salir a correr. Con lo cual, será mejor no abusar, usar lo necesario e imprescindible y cuando más se necesite, no a modo de mantenimiento. A la hora de correr, puede ser bueno llevar un broncodilatador por si se produce una crisis, y asumir que se deberá llevar un pañuelo siempre a mano. En el caso de que se de un ataque de estornudos, un truco es respirar por la boca y taponar la nariz con un pañuelo. Los estornudos cesarán.

Running, beneficioso para combatir las alergias

En todo caso, se trata de unas recomendaciones generales. Por lo que lo más aconsejable será acudir a un médico especialista que dictamine qué tipo de alergia padecocemos y ofrezca unas recomendaciones y soluciones adecuadas al problema.

Y, por muy molestos que sean los síntomas, no desistir de seguir corriendo. Es posible seguir practicando running que, además, puede resultar beneficioso para los alérgicos. La explicación que dan los científicos es que al correr con alergia se fortalecen los músculos respiratorios, se mejora la capacidad aeróbica y se reduce la aparición de broncoespasmos.


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