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RUNNING

Cintas kinesiológicas para lesiones en espalda y cuello

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(2-12-2015). Aunque la mayoría de las lesiones en un runner se producen en el tren inferior, la espalda y cuello son zonas también sensibles y susceptibles de lesionarse. Las cintas kinesiológicas pueden paliar los síntomas y ayudar a solucionarlas.

Como comenta Esteban Cubero, fisioterapeuta y entrenador en Go-Fit Vallehermoso, “cuando se sufre de una dorsalgia, lumbalgia o cervicalgia es importante realizar un tratamiento manual, a través de un masaje, antes de proceder a la colocación de una cinta kinesiológica”.

A la hora de aplicarla, la cinta siempre tiene que seguir la misma dirección en la que van las fibras musculares del supuesto músculo afectado o zona dañada. “Se tiene que seguir una línea longitudinal e ir siempre hacia un anclaje, es decir hacia una articulación que puede ser el hombro, las propias costillas o columna vertebral”, explica Eduardo.

Tensión activa o sin tensión activa

Dependiendo de lo que se quiere conseguir, las cintas kinesiológicas se pueden colocar con tensión activa o sin tensión activa. “La manera de hacerlo con tensión activa es muy fácil”, argumenta Cubero. “Se trata de que la persona, en el caso de que por ejemplo padezca una dorsalgia, haga una flexión hacia delante como si se tocara la puntas de los pies de tal manera que la espalda quede curvada. Entonces se pone un anclaje en un punto y en otro se coloca el extremo de la cinta. Una vez recupera la posición normal se genera una tensión que hace acortar la cinta para que la sujete de un anclaje a otro”. En el caso de que no se utilice la tensión activa, la cinta se colocará con la persona en posición normal.

La tensión activa se utiliza básicamente cuando se quiere sujetar a nivel postural y sujetar una contractura que llega a una articulación. “Por ejemplo, si tengo una cervicalgia y tengo el trapecio lesionado”, argumenta, “para generar esa tensión activa lo que haré será flexionar lateralmente el cuello hacia el lado contrario, poner un extremo de la cinta en lo que es el techo del hombro y el otro en el occipital”.

Lo que se consigue, tal y como apunta el fisioterapeuta, es que al recuperar la posición normal de la cabeza, la tensión hace que sujete a nivel postural y que si ha habido una contractura o distensión, la cinta kinesiológica cumpla con su cometido.

Efectos

Las cintas kinesiológicas es uno de los tratamientos que existen hoy en día para paliar los síntomas de una lesión. En realidad, se asemeja bastante al vendaje funcional aunque, en este caso, hay un aspecto fundamental que los diferencia. “El taping no inmoviliza”, señala Eduardo, “lo que hace es sujetar para que a la hora de hacer la acción no se sufra. Realmente lo que permite es facilitar y auxiliar el movimiento para que no se contracture. Acompaña al movimiento que te pide el músculo”.

Complemento y duración

Paralelamente a la aplicación de la cinta kinesiológica, Eduard recomienda que se lleven a cabo estiramientos que puede ir realizando la persona cada día. “Es importante remarcar que la cinta normalmente dura entre dos y tres días. Pasado ese tiempo habría que retirarla porque el dibujo que lleva adherido ya no tiene consistencia y, por tanto, ya no cumple con su cometido”.

Aunque las cintas kinesiológicas son un tratamiento paliativo y preventivo eficaz, “no deja de ser uno entre otros muchos”, detalla Cubero. “Por ejemplo, nunca hay que dejar de lado ni menospreciar los masajes miofasciales que operan a nivel de tejido blanco, conectivo, que en definitiva son nuestros propios anclajes naturales”, concluye.


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