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“La montaña no es una pista de atletismo; hay que regularla”

(17-9-2014). Tiene 32 años. Y hace más de 7 que recibió el veneno de las carreras por montaña. No hay..

(17-9-2014). Tiene 32 años. Y hace más de 7 que recibió el veneno de las carreras por montaña. No hay antídoto que valga. La manzana prohibida se la ofreció, en este caso, su primo. El discípulo, envenenado, ha llegado a superar al maestro. Le gusta deslizarse por la tierra del pico de Peñalara, a 2.430 metros de altitud. Nacido en Segovia, criado en La Granja de San Ildefonso, David López Castán es una de las realidades del trail running español. Ha sido tercero en el campeonato de España. 4 veces consecutivas. Corre buscando algo. No sabe qué. Quizás detrás de ese constante esfuerzo, se encuentra la plenitud. Le gusta el dibujo. Incluso llegó a trabajar como delineante. Ahora, de manos de La Sportiva-Multipower Team, dibuja con los pies. Dejando huella por la montañas donde respira. Como una serpiente.
David López Castán: “La montaña no es una pista de atletismo; hay que regularla”
Acabas de terminar segundo en la décima edición de la Trans Alpine Run-Goretex formando pareja con Alfredo Gil. ¿Cómo valoras la experiencia de una carrera que ya conocías (la ganaste en 2011)?
La Trans Alpine la podemos definir como una experiencia de carrera. Es muy distinta a todas las pruebas que se pueden correr a nivel nacional e internacional. Además, al hacerla por parejas, descubres cosas que no puedes conseguir por ti solo. De esta edición, hago un balance muy positivo. Ya tuve la experiencia, como bien decías, de correrla y ganarla en 2011 con Miguel Caballero. Quería repetir porque me dejó muy buen sabor de boca.El objetivo, lo decías antes de empezar, era ganar y repetir victoria. ¿El segundo puesto tras la pareja del equipo Salomon Alemania, pues, es una decepción?
No, no lo es. Como bien comentas, el objetivo era ganar. Tanto Alfredo como yo veníamos de hacer una gran temporada y nos sentíamos muy fuertes. Pero, viendo las características de la carrera, que no se acoplaba muy bien a nuestras cualidades, nos damos con un canto en los dientes con este resultado. Y más, después del nivel que demostraron los alemanes. Se comportaron como auténticos jabatos. En ese terreno, eran muy difíciles de batir.

Casi 300 quilómetros y 27.000 metros de desnivel acumulado en 8 días. ¿Qué ha sido lo más duro: alguna etapa en concreto o bien el cansancio acumulado a medida que avanzaba la carrera?
Para nosotros, lo que resultó más duro fue tener que correr, en el inicio de las etapas y en el final, tramos muy largos de pista e incluso por carretera. Más que los quilómetros o el desnivel, ya que estamos acostumbrados a correr más horas por el monte pero con más desnivel, lo que se nos hizo realmente duro fue tener que correr tantos quilómetros y a un ritmo tan elevado durante los inicios y finales de cada etapa. Nos costaba mucho coger el ritmo y por ello perdimos tanto tiempo en algunas de ellas.

¿El compañerismo que se establece entre los participantes en este tipo de pruebas demuestra que esto de la montaña es diferente?
Realmente, se vive algo muy íntimo dentro de esta modalidad. Te das cuenta que las carreras por montaña, que ya de por sí son muy distintas a otras carreras de atletismo o carreras populares, tienen algo muy especial. Al correr en pareja, vives algo muy especial con tu compañero. No sólo convives corriendo, sino comiendo, cenando… convives diariamente. Hay que conocerse muy bien el uno con el otro para llevarse bien y terminar.

Termina ya casi la temporada de carreras por montaña. ¿Cómo la valoras, teniendo en cuenta que además has repetido tercer puesto en el campeonato de España? El segundo puesto en el podio se te resiste.
El balance es positivo. Sin embargo, sí que es cierto que me hubiera gustado estar un poco más arriba en el cajón del campeonato de España. Siempre lucho por ello. Llevo 4 años siendo tercero y estoy contento porque estoy siendo bastante regular. Además de esta tercera plaza, el balance es bueno, ya que he podido estar con los de delante y luchando por el pódium en las carreras de la Copa de España. Además, este segundo lugar en la Trans Alpine supone un buen broche para una temporada bastante positiva. Sólo me falta una última carrera, en Lanzarote. Vamos a ver si podemos hacer otro pódium.

Será la última prueba del campeonato de España, la Haría Extreme, el 11 de octubre (32,5 quilómetros y 1.450 metros de desnivel positivo). Ahora mismo, a falta de esta última prueba, eres cuarto en la Copa de España. ¿A qué crees que se debe el gran nivel de corredores en España, al entorno natural o bien a la tenacidad deportiva?
Puede ser un cúmulo de ambas cosas. Además, cada vez más, la gente está más especializada en este deporte. Cada vez más, la gente lleva a cabo unos entrenamientos específicos para cada modalidad. Las carreras por montaña casi se han convertido en un deporte profesional como puede ser el triatlón. Hay un nivel muy alto, y un cúmulo de gente en todas las pruebas, tanto a nivel nacional como internacional. Siempre hay mucho nivel. Sin ir más lejos, en pruebas de la Copa de España, o de la Copa FEDME, la competencia es altísima.

¿No te atrae el mundo ultra?
La gente tiene una obsesión brutal por hacer ultras y si no haces un ultra parece que no has corrido. Yo creo que todo es duro en su medida. Incluso un kilómetro vertical puede ser muy exigente. De hecho, lo es mucho. Sí que me atrae. He hecho alguna incursión en este mundillo con alguna carrera, pero consciente de que haciendo ultras tu vida deportiva se acorta bastante. Prefiero hacer sólo 1 u 2 al año (este año, por ejemplo, terminé undécimo en la Transvulcania) y dedicarme más a carreras de media distancia, que es lo que ahora me motiva y se me da bien.

¿Cómo ha influido en tu preparación que te hayas criado a los pies del Peñalara y a 1.200 metros de altitud?
El entrenamiento hace que seamos un poco mejores. Criarme en la falda del Peñalara supone que la montaña sea como mi terreno de juego. Salgo de la puerta de mi casa para entrenar y, por aquí, puedo hacer unos entrenamientos muy bonitos. Tengo a mi disposición todo tipo de terrenos, técnicos con mucho desnivel, otros caminos… Depende de como tenga ese día la cabeza y el cuerpo, hago un entrenamiento u otro. Además, duermo a 1.200 metros de altura, y eso también se nota.

Siempre se habla de la diferencia entre la técnica de los europeos y la capacidad de los americanos para correr durante más tiempo por senderos. Una tipología que se refleja perfectamente en el tipo de carreras que se llevan a cabo en cada continente. ¿Sin embargo, crees que las diferencias cada vez son menores?
Todo se está ajustando muchísimo. Hay corredores europeos que van bien en carreras no tan técnicas, y corredores americanos que lo están haciendo bien en las carreras técnicas que se desarrollan en Europa, como el Trofeo Kima, y también en otras carreras que quizás se adaptan mejor a sus cualidades como la Transvulcania. Al final, nos vamos a igualar muchísimo en este campo. Y deberemos buscar la especialización, como en el mundo del atletismo, y centrarnos más en una carrera u otra.

¿Cómo valoras el efecto Kilian Jornet sobre las carreras por montaña?
Es el pionero. El que está dando a conocer todo este mundo. Kilian es una persona encantadora y un amigo estupendo. No va a haber nadie como él en este segmento. Todos deberíamos de aprender de su filosofía y de su manera de vivir la montaña. He aprendido muchas cosas de él. Es un referente. Otro aspecto es el nivel mediático y publicitario que tiene, pero eso lo puede tomar cada uno como quiera. Como corredor de montaña, es un caso único.

¿Ante el boom actual, es necesaria una regulación específica que marque el matrimonio que debe existir entre naturaleza y carreras por montaña?
Cada vez hay más carreras. Y carreras que pasan por Parques Naturales o por Parques Nacionales, que tienen muy restringidas sus normas de uso por la protección de la flora y la fauna. Como todo en esta vida, hay que ser un poco consciente de nuestras limitaciones. En este sentido, sí que soy partidario de una regulación sobre el boom exagerado que hay todos los fines de semana. Para mí es excesivo. Correr por montaña no se le debería prohibir a nadie. Pero, eso sí, siempre con una seguridad para el que corre y también para el entorno.

También eres entrenador y buen conocedor, pues, del trabajo necesario para llegar a participar en una carrera por montaña exigente. ¿Consideras que habría que regular más, con previa suma de puntos o bien la demanda de un informe médico, el acceso de los participantes a pruebas de ultra fondo?
Sí, hay que regular todo esto. La montaña no es una pista de atletismo. Pueden existir unas condiciones meteorológicas que sean muy adversas y que exijan una condición física adecuada. No todo el mundo, en ocasiones, puede terminar con garantías una carrera de semejante complejidad. La petición de un certificado médico puede ser positiva. En Italia, de hecho, ya hace muchos años que los piden y en España cada vez se demandan más. Deberían controlar un poco la inscripción a este tipo de pruebas.

¿Más cantidad supone mayor calidad? ¿O bien hay que racionalizar los entrenamientos?
La cantidad no es mejor calidad. No obtienes mejores resultados. Hay que hacerlo todo muy medido a la hora de correr. Cada persona es muy compleja. Hay personas que necesitan más volumen y otras que necesitan más descanso para asimilar el trabajo previo. Entonces, creo que es importante encontrar la balanza para que esa persona tenga el equilibrio necesario.

Dices que la constancia es la base del éxito.
Me considero una persona muy constante, muy metódica. A la hora de entrenar y de llevar la vida diaria, pero también con la alimentación. Para mí, la base de todo esto es una constancia perpetua. Si persigues tu pasión con ahínco, al final consigues lo que te propones.

Tienes una filosofía de vida de superarte a tí mismo muchas veces. En ocasiones, no obstante, hay que saber afrontar una derrota. ¿El problema es que quizás estamos entrenados y preparados para la victoria pero no para la derrota y la decepción?
Yo creo que sí. Me considero una persona muy, muy competitiva. Pero, sinceramente, de lo que más he aprendido para llegar a ganar ha sido de las derrotas. Te ponen en tu sitio y debes valorar lo que has hecho. Y a partir de ese punto, puedes mejorar. Si ganas y vuelves a ganar, puedes llegar a perder motivación e ilusión por lo que haces. Perder te hace superarte a ti mismo, que busques nuevos retos, nuevas cosas que te hagan ganar.

Como nos comentabas anteriormente, cuidas mucho la alimentación. ¿Se le presta poca atención a este entrenamiento invisible?
Nutrición, descanso y entrenamiento son los tres pilares en la vida de un corredor por montaña. No te sabría decir en qué porcentaje. Pero sí que mucha parte de él se lo daría al descanso y a la nutrición. Sin el entrenamiento está claro que no vas a conseguir resultados, pero tanto la nutrición como el descanso ayudan muchísimo.

¿Cómo te gusta sentirte: con los pies en la tierra o con los pies en la sierra?
Me gusta sentirme con los pies en la sierra (y ríe). Cuando estoy pisando la sierra, me considero una persona afortunada. Es mi terreno, es donde me encuentro más cómodo. Podría estar horas y horas. Como el que se quita los zapatos en su casa, a mi me gusta pisar la montaña.

“Con los pies en la sierra” es el libro publicado por tu primo Raúl García Castán. De hecho, fue él mismo el que te inició en las carreras por montaña.
Fue él el que me pinchó este gusanillo de las carreras por montaña. Gracias a él, metí la pata en la sierra (y se vuelve a reír). Me encantaba verle correr. Ha sido mi maestro de las carreras por montaña. Por su empuje, empecé a entrenar y ahora estoy donde no me habría podido imaginar. Batiéndome en batallas con él (y carcajea). También he tenido la motivación de llegar a pensar si algún día podría ganar a mi primo corriendo.

Quizás se lo habría pensado un poco si hubiera sabido que realmente le ganarías en algunas ocasiones…
(Ríe). Ya me ha dado alguna colleja, en broma. Me dice: “Me vas a coger, pero ya; me vas a coger, me tienes ahí…”. Cuando le he ganado, en alguna carrera, la verdad es que nos hemos echado unas risas.

Ahora mismo, tienes 32 años. ¿Cómo te ves en los próximos 3-4 años dentro del mundo de las carreras por montaña?
Tengo la suerte que La Sportiva nos ayuda bastante a nivel de viajes y económicamente para poder hacer nuestra vida y hacer frente a los objetivos que nos marcamos. En este sentido, pues, me veo haciendo más carreras a nivel internacional y, sobre todo, buscar carreras donde esté el mogollón, donde esté la gente. Carreras importantes y carreras que no haya hecho y que me apetezca correr y estar luchando con los mejores.

Contacto:
http://davidlopezcastan.blogspot.com.es/
@DAVIDLOPEZCASTA


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