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RUNNING

Correr sin lesionarse, ¿es posible?

Eva Ferrer: “Es difícil no lesionarse, pero se puede prevenir”

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(25-11-2015). La doctora Eva Ferrer Vidal-Barraquer, especialista en Medicina de la educación física y del deporte por la Universidad de Barcelona, acaba de publicar el libro “Correr sin lesionarse. ¿Es posible?”. A raíz de esta pregunta al aire que expone en su segunda obra, hemos querido plantearle algunas cuestiones acerca de las lesiones en el mundo del running.

Correr es lo que más nos gusta. No queremos dejar de practicar nuestra afición. Pero correr con inteligencia, y mesura, es un término medio que se consigue con la experiencia. Y, en demasiadas ocasiones, a base de padecer lesiones. No por sumar muchos quilómetros, seremos mejores corredores y mejoraremos nuestro rendimiento. Además, hay un elemento invisible que muchas veces se convierte en el peor enemigo, bien visible: las lesiones.

Teniendo en cuenta su último libro, le planteamos a la doctora Ferrer que nos responda a la preguntas del millón: ¿es posible correr sin lesionarse? Y se muestra sincera. “Es difícil”, contesta. Y aporta una cifra.Las estadísticas dicen que el 50% de runners que salen de manera regular pueden lesionarse. Estamos hablando de lesiones importantes, ya que es casi imposible no haber escuchado en boca de un corredor que ha tenido molestias musculares o bien alguna lesión en las uñas de los pies”. Eva Ferrer, no obstante, apunta que hay estudios que elevan esta cifra hasta a un 92,4%. Y, ante esta situación, ¿hay algún secreto? La autora habla de un proceso de introspección: “Hay que conocerse, escucharse y hacer un trabajo preventivo”.

Tipos de lesiones más habituales del corredor

Las rodillas podríamos decir que son el talón de Aquiles de los corredores. Ya que, según la especialista, “la mayoría de las lesiones se localizan en esta zona, seguida de los pies”. Hay que tener en cuenta que “la rodilla es una gran articulación, pero recibe mucho impacto con cada zancada”. Un hecho que “repercute directamente sobre su condición”. En cuanto al tipo de lesión, el síndrome patelofemoral (molestias, de carácter progresivo, en la cara anterior de la rodilla) se “lleva un porcentaje elevado de las lesiones del runner”, admite la doctora.

Pero no todo son molestias y problemas en articulaciones y músculos. Eva Ferrer advierte que “no hay que despreciar el número de afectaciones óseas, como la periostitis (inflamación de la capa externa del hueso)”. De hecho, ésta es una de las dolencias que requieren al corredor tener mayor paciencia en el proceso de recuperación.

Lesiones más frecuentes en el caso de las mujeres

Está claro que la fisiología y la anatomía de un hombre y una mujer no son las mismas. Son muy parejas, pero cada una de ellas puede tener una especificidad que también tiene incidencia significativa cuando nos ponemos a correr. Es por ello que le hemos preguntado a la especialista en Medicina de la educación física y del deporte si existen lesiones que sean específicas de las mujeres. Y nos aporta bibliografía: “Tauton, en 2002, publicó un estudio en el que clasifica cuáles son las lesiones más habituales según el sexo del runner. En cuanto a mujeres se refiere, el síndrome patelofemoral, el síndrome de la cintilla iliotibial (inflamación por fricción de la banda fibrosa que recorre lateralmente, desde la cadera hasta la rodilla) o lesiones de estrés (microfracturas) suelen ser más habituales en ellas que en ellos”.

No está comprobado, sin embargo, que el género pueda determinar el riesgo de padecer más o menos lesiones. “Existen más corredores masculinos que femeninos, por lo tanto, el número de lesionados es mayor entre los hombres que no entre las mujeres”. Pero ello sólo se debe a que, por ahora, hay más hombres que corren que no mujeres.

El 50% de les lesionados vuelve a recaer

Igual de importante es la prevención que la cura. La paciencia es la clave para saber volver a correr y no lesionarse nuevamente. Un axioma con el que la especialista está totalmente de acuerdo. Y las cifras le dan la razón. “Según los expertos, el 50% de corredores lesionados vuelve a lesionarse en la misma zona anatómica”. Cuando esto sucede hay que cuestionarse que “algo no se hizo bien en el periodo de la recuperación”. Y el error “suele estar relacionado directamente con el tiempo”. Y apostilla, “por una razón u otra, éste acaba por ser menor del que se recomienda”.

Hay que tener en cuenta que la mente es una de las partes más esenciales en el proceso de recuperación. A parte de frenar las ansias de volver a la actividad cuanto antes, “el deportista debe hacer un trabajo de visualización y ver la luz al final del túnel”. “Creer que se va a volver a correr es básico para una correcta recuperación”, agrega. Y es que todo el proceso físico también requiere un viaje adjunto a nivel mental. En palabras de la doctora Ferrer, “al fin y al cabo, estamos hablando de una lesión física, pero ésta necesita que la mente avance en paralelo”. Si no actuamos de esta manera, “la recuperación puede estar más lejos de lo que en un principio podía parecer”. Y lanza un axioma a modo de mantra: “la actitud ante una lesión es determinante”.

La pedagogía como mejor arma para evitar lesiones

Una buena manera de evitar la aparición de lesiones, evidentemente, es que la pedagogía juegue un papel más importante en el mundo del running. Teniendo en cuenta esto, la autora de “Correr sin lesionarse ¿Es posible?” es partidaria de que ésta “empiece por la base, por los más pequeños”. Y se explica: “Si a ellos se les enseña cómo hay que ir progresando y que no ‘todo vale’, lo lógico es que cada vez sea menos probable lesionarse”. Y, en el caso de los adultos –prosigue-, “la clave está en la pedagogía cercana, aquella que no usa palabras complejas y que acerca la información a pie de calle”. Sin embargo, “cabe decir que cuando una práctica está tan extendida es difícil llegar a todos, y aún lo es más que seas escuchado porque total… ¡correr es fácil!”, añade a modo de reflexión.

Uno de los grandes problemas de raíz entre los atletas populares sigue siendo la acumulación de quilómetros sin sentido. Emulando a los corredores profesionales. Teniendo en cuenta esto, la doctora consultada nos deja otra cuestión para pensar: “si los profesionales, jugándose su carrera, cumplen en la mayoría de casos con el tiempo establecido, ¿por qué no lo puede hacer también el atleta popular?”. Y se justifica: “El profesional, como bien indica su nombre, vive de ello y para ello”. Por lo tanto, “dedica su tiempo a entrenar, competir y, además, suele tener a un equipo detrás que le ayuda a conseguir sus objetivos. Recibe consejo, recomendaciones y una supervisión a nivel de salud que no recibe el amateur. El tiempo, la calidad del tiempo y todas las rutinas (entrenamiento, alimentación o descanso, entre otras) están muy lejos de ser las mismas. Así pues, ¿se puede emular a un profesional si no podemos prepararnos como él?”.

Seguro que habéis leído una y mil veces que la alimentación, el descanso y el ritmo de vida, estrés… tienen un peso específico en el rendimiento de un atleta. Pero Ferrer Vidal-Barraquer añade, incluso, un paso más. “Todos estos aspectos tienen un peso específico, pero no solo cuando uno está lesionado, sino antes”. Y es que “pueden ser factores predisponentes, si no se consiguen equilibrar previamente. Hay que pensar y repasar qué es lo que se hace bien y lo que se hace mal, no solo para una mejor recuperación, sino para evitar al máximo las lesiones”. Es decir, en la mayoría de ocasiones, el hecho de no lesionarse depende también de una tarea previa.

 

Información de contacto:
@EvaFVB
http://www.eldeporteenfemenino.com

 


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