¿Cómo deben ser las zapatillas para correr un 10K?

Por sus características, cada atleta necesita un tipo específico de zapatilla para correr que vendrá determinado por, entre otras cuestiones, su peso, tipo de pisada, frecuencia de entrenamiento, ritmo y superficie en la que se corre. No obstante, para Ernest Crespo, “no es del todo recomendable competir con la misma zapatilla con la que se entrena, sobre todo si se tiene un buen ritmo y si la carrera es corta”.

Así, el corredor y propietario de Ashi Sports opina que para carreras de hasta 10 km “será recomendable utilizar zapatillas más ligeras y con menos amortiguación que la que acostumbran a tener las zapatillas de entrenamiento”. En estas carreras cortas y rápidas “debemos buscar en nuestro calzado un mayor dinamismo y agilidad, y fijarnos menos en otras cuestiones que en carreras más largas prestaremos más atención como es el control de estabilidad, la amortiguación y los refuerzos”, añade.

Competir con zapatillas de entrenamiento
A pesar de estas consideraciones, Ernest Crespo recalca que “es posible competir con nuestras zapatillas habituales de entrenamiento, puesto que nos sentiremos más cómodos y no supondrá ningún escollo en materia de poder padecer lesiones”. Sin embargo, avisa que “es necesario tener en cuenta que son zapatillas más amortiguadas y estables, por lo que pierden dinamismo y la transición se hace más lenta”. A lo que añade que “nuestro ritmo de competición es el que determinará si debemos usar una zapatilla más adecuada a la distancia o no, puesto que cuando más rápido se corre, más se aprovechan las cualidades de las zapatillas para carreras rápidas”.

Voladoras y mixtas
Para una carrera de hasta 10 Km, Ernest recomienda en un principio usar zapatillas “voladoras o de competición pura”, que se caracterizan por ser “menos cómodas que las de entrenamiento, muy ligeras, con una horma más estrecha que se ajusta al pie y lo acompaña mejor, y con una transición de pisada muy rápida”.

Esta zapatilla será sobre todo recomendada para “corredores ligeros, de menos de 70kg en hombres y de 65 en mujeres, y que baja de los 40 minutos en los 10k”, por poner un ejemplo.

Matices
Pero, como en todo, existen distintos matices la ahora de elegir la zapatilla para correr, por ejemplo, teniendo en cuenta el peso, el ritmo o el tipo de pisada del corredor.

De este modo, Crespo explica que “para corredores de más de 75 kg en hombres y de 70 kg en mujeres, o aquellos atletas con ritmos por encima de los 4 minutos el kilómetro, “es más recomendable optar por una zapatilla de entrenamiento o mixta, que es más ligera que una zapatilla de entrenamiento y más amortiguada que una voladora”.

En el caso de pronar de forma considerable, “se buscará una mixta con un poco de control de estabilidad”.

En cuanto a la diferencia entre hombres y mujeres, Crespo opina que “los fabricantes ya se encargan de ajustar cada modelo a las características de la mujer y el hombre corredor, por lo que no debemos preocuparnos de buscar propiedades adicionales en las zapatillas para cada sexo”.

Ejemplos de zapatillas para un 10k
A modo de ejemplo, Crespo enumera los siguientes modelos de zapatillas de running como posibles candidatas para correr carreras de hasta 10 km:

Voladoras clásicas: Adidas Adizero Adios, “muy estrecha, ligera y dinámica” y las nuevas Mizuno Sayonara, “con un mejorado compuesto en la mediasuela”.

Para pies más anchos: “New Balance RC 16000 y RC 1400, “más anchas y cómodas que las voladoras convencionales”.