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Así es el cuidado de la línea alba

Los 6 grandes mitos sobre la diástasis abdominal

Los 6 grandes mitos sobre la diástasis abdominal

(13-4-2018). Uno de los temas que más debates y mitos genera es el de la recuperación de la diástasis abdominal. La Doctora Tamara Rial, de Low Pressure Fitness, nos explica las seis afirmaciones populares más extendidas sobre diástasis, las formas de recuperarla y de cuidar la línea alba.

La Doctora Tamara Rial, co-fundadora de Low Pressure Fitness, nos recuerda que “la diástasis abdominal se produce al separarse excesivamente el tejido conjuntivo que une al recto abdominal llamado línea alba”.

La doctora Tamara Rial, co-fundadora de Low Pressure Fitness

La línea alba, añade,  conforma la aponeurosis de la musculatura abdominal formando la división de la parte derecha e izquierda del recto abdominal. Cuando esta separación supera aproximadamente los 2.5 cm es cuando hablamos de una diástasis y por lo tanto de una ‘lesión’ de la línea alba. Por lo tanto la diástasis es resultado del estiramiento y laxitud de la línea alba que discurre desde el apéndice xifoides a la sínfisis del pubis.

Mito 1. Es sólo cosa de mujeres embarazadas.

La primera de las creencias populares sobre la diástasis es que sucede sólo debido al embarazo, esplica la doctora Rial. Aunque sí es verdad que la prevalencia de diástasis abdominal durante el embarazo y el postparto es muy alta (se estima una prevalencia de entre el 30 y 70%), ello no significa que al resto no le pueda suceder. Independientemente del sexo y de la edad se puede tener una diástasis en el abdomen. Hay otros factores de riesgo como el sobrepeso o las tablas de abdominales extremos, como con la moda de los AB Crack,  y que pueden estar detrás de la separación entre los rectos del abdomen.

Mito 2. Con el tiempo se recupera por si sola

El segundo mito que enumera Tamara Rial es que la diástasis se recupera con el tiempo. Esto es relativo. Durante el período del postparto el organismo vuele a su estado previo al embarazo pero en muchos casos algunas mujeres incluso tras un año aún no han recuperado su abdomen. Un estudio de Coldron et al. Valoró la evolución de la diástasis desde el primer día del parto hasta los dos meses. Los autores hallaron que la diástasis se reducía de forma natural durante este tiempo. No obstante, si no se realizó alguna terapia, al año del postparto la diástasis persistía. Pero nunca es tarde para tratar una diástasis. Existen profesionales de la fisioterapia y médicos especialistas que pueden ayudar  y mucho.

Mito 3. La cirugía es la única opción

Hay varias posibilidades a contemplar en el tratamiento de la diástasis abdominal”, afirma Rial. Entre ellas se encuentra la opción quirúrgica o la conservadora basada normalmente en la combinación de terapia y ejercicio. Si sospechas que tienes una diástasis lo más importante es consultar con un especialista que te orientará en el tratamiento más adecuado para tu caso. Puesto que no todas las diástasis son iguales, tampoco lo será su abordaje.

Mito 4. Es causa de la debilidad del recto abdominal

La doctora advierte: tener un abdomen tipo ‘chocolatina’ de hierro no te impide la posibilidad de sufrir diástasis. Ésta se produce cuando los vientres musculares del recto abdominal se distancian, y se tiende a pensar que es debido al debilitamiento del recto abdominal. Pero, no es tan simple como parece. Rial asegura que “la separación se produce por la distensión de la línea alba que es precisamente tejido conjuntivo. Cuando la línea alba pierde su habilidad de generar tensión previa a la diástasis, pierde asimismo su cualidad esencial de densidad. Esto se traduce en una pérdida de su cualidad de fuerza y sostén”.

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Al presuponer que todos los problemas de diástasis son derivados de una debilidad del recto abdominal, pues se asume que la solución pasará por fortalecer el recto. La lógica (ilógica) usada es la siguiente:

  • Si tengo los rectos separados es porque están debilitados.
  • Si están debilitados, entonces tengo que fortalecerlos.
  • Si tengo que fortalecerlos, la mejor forma es fortalecer el recto abdominal.
  • Para fortalecer el recto del abdomen qué mejor manera que con los clásicos crunchs o sit-ups.

Entre suposición y suposición llegamos al más controvertido de todos los mitos: el del mejor abdominal para la diástasis.

Mito 5. El crunch abdominal es el ejercicio más efectivo

A la pregunta tantas veces formulada ‘¿Cuál es el ejercicio abdominal más efectivo para reducir la distancia entre rectos?’ se sigue hoy en día sin tener una respuesta clara y ratificada por la literatura científica, reconoce Tamara Rial. El escaso número de estudios experimentales que hubieran aplicado un protocolo rehabilitador basado en abdominales dificulta la respuesta a esta pregunta.

A día de hoy aún son muchos los clínicos e investigadores que defienden los trabajos de abdominales clásicos para recuperar la diástasis. Se sustentan en la hipótesis de que si durante la ejecución del abdominal la distancia entre rectos disminuye, entonces la repetición de este gesto promoverá una reducción de esta distancia a largo plazo. Por lo contrario, los ejercicios que aumentan la distancia entre rectos,  como la activación del transverso, son desaconsejados pues a largo plazo provocarán mayor diástasis (no hay estudios por el momento que pudieron demostrar esta hipótesis). Nuevamente se aplica la lógica ilógica: “Si en la diástasis los rectos se encuentran separados y cuando hago un crunch se acercan cuántos más abdominales haga más conseguiré cerrarla”, explica Rial.

Pero, añade, cada vez surgen un número mayor de voces críticas con el entrenamiento clásico (tipo crunch y sit-up) porque a pesar de que cierran dicha distancia durante la flexión del tronco producen al mismo tiempo un aumento de presión intra-abdominal y un exceso de trabajo de la musculatura superficial frente a la profunda poco deseados. En este sentido, abogan por estrategias abdominales más integradoras que tengan en cuenta a todo el sistema de nuestro core y también al tejido conjuntivo abdominal.

Mito 6. Durante el abdominal se debe reducir la distancia entre rectos

No es una cuestión de cerrar  o no el recto durante los abdominales sino de tratar adecuadamente el tejido afectado que es la línea alba. Ésta, forma parte de las continuaciones aponeuróticas de los músculos transverso, oblicuo interno y externo. Es tejido conjuntivo formado por una red maleable de fibras de colágeno que facilita las funciones de la pared abdominal de transferencia de fuerzas y adaptabilidad al movimiento.

La separación de la diástasis por la tensión de la activación del transverso sigue siendo por muchas personas contraindicada al pensar que se va a abrir más la diástasis. Pero, la línea alba como buen tejido fascial, requiere sobre todo de tensión y liberación.

La reciente proliferación de estudios que subrayan el papel fundamental de la fascia en la dinámica del movimiento y en la rehabilitación de lesiones está cambiando el paradigma de asunciones que hasta ahora teníamos en dichos campos y derribando mitos que aún persisten. El rol del tejido conjuntivo abdominal como la fascia tóraco-lumbar y línea alba ha sido menospreciado a pesar de su función indiscutible en la rehabilitación de la diástasis abdominal.

Más información en web: www.lowpressurefitness.com y www.tamararial.com


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