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RUNNING

Cerveza después de correr, ¿si o no?

Ventajas e inconvenientes de tomar esta refrescante bebida

cerveza

Refrescante y de sabor agradable, el consumo de cerveza presenta algunos beneficios, pero también efectos negativos.

(18-7-2018). Para sus defensores, tomar unas cervezas después de una sesión de running no solo contribuye a recuperarse de forma placentera, sino que constituye un acto socializador muy positivo. Pero no todo son ventajas, sobre todo, si se decanta por la bebida con alcohol.

Una cerveza fresca puede ser el colofón perfecto a una calurosa sesión de running en estos meses de verano, si somos aficionados a esta popular bebida.

Existen estudios que aprueban la ingesta de cerveza después de correr defendiendo que esta bebida ayuda a rehidratar el cuerpo en una función similar a la que realizan el agua o las bebidas isotónicas. Pero, ¿es así realmente?

Para la nutricionista Patricia Nevot, no hay que creerse todo lo que los estudios afirman. Sobre todo si no se conocen los intereses que puedan haber detrás de estas investigaciones, como bien explica en su artículo publicado en la web de Alimmenta.

De hecho, una investigación reciente de la Universidad de Granada realizada conjuntamente con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluyó que tomar una cantidad moderada de cerveza no presentaba ningún perjuicio para la salid, pero tampoco se había logrado demostrar que su consumo beneficiara como el agua.

Para ello, se estudió a un grupo de voluntarios que tuvieron que correr durante una hora al 60% de su capacidad aeróbica máxima y con una temperatura ambiental elevada (35º, 60% de humedad relativa). El grupo corrió en dos tandas, perdiendo entre 1,5 y 2 litros de líquido. Al terminar la primera tanda, se les ofreció que bebieran todo el agua que quisieran para hidratarse. En en segundo turno, se tomó dos tercios de cerveza (660 ml) y todo el agua que desearan.

Se tomaron datos antes, durante y después de la prueba para comparar el nivel de hidratación, la composición corporal, el metabolismo, el sistema inflamatorio e inmunológico y hasta datos psico-cognitivos. Y los resultados determinaron que la capacidad de hidratar de la cerveza no era comparable a la del agua o a la de una bebida isotónica. Eso si, el estudio tampoco desaconsejaba su consumo, dejándolo a elección de cada uno siempre que no se sobrepasara los 660 ml.

Beneficios de la cerveza

Sin embargo, sería injusto decir que la cerveza no ofrece beneficios nutricionales, porque los tiene. Su composición a base de cebada, lúpulo, levadura y agua, hace que la cerveza tenga propiedades relacionadas con la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer, demencia, hidratación o envejecimiento, al contar con mayor concentración de potasio, fósforo, antioxidantes, vitamina B, magnesio o calcio en comparación con otras bebidas. Propiedades nutricionales, advierte la nutricionista, que se encuentran también en frutas y verduras.

Socializar el deporte

Pero, además de las propiedades nutritivas y preventivas asociadas a esta bebida, también se atribuye a la cerveza la capacidad de “contribuir a socializar el deporte”. Así, se apunta al efecto socializador que puede tener el hecho de tomar unas cervezas en grupo después de practicar ejercicio físico, siendo según defienden algunos atletas como el maratoniano Pablo Villalobos, la parte social la que “consigue enganchar mejor a la hora de adoptar un estilo de vida activo”, incluso más que los motivos de salud o estéticos que, en su opinión, “se acaban olvidando y se termina por abandonar la práctica de ejercicio”.

Fruto de esta cualidad socializadora de la cerveza se creó hace ya seis años la comunidad Beer Runners, que cuenta con grupos repartidos por distintas ciudades de toda la geografía española, promoviendo la práctica de running y la participación en carrera, para terminar las sesiones de correr con una cerveza en la mano.

Inconvenientes del consumo de cerveza

Sin embargo, el consumo de cerveza también presenta unos efectos negativos, derivados especialmente de la ingesta de alcohol.

Entre ellos, destaca el hecho de que disminuye el aporte diario necesario recomendado de agua, e incluso causa deshidratación debido a que el alcohol inhibe la hormona antidiurética. También disminuye los niveles de glucosa en sangre, afecta al metabolismo de los hidratos de carbono y dificulta la absorción de glucógeno en los músculos. Asimismo, aporta calorías vacías, sin nutrientes, y que no son útiles para el trabajo muscular.

Expuestos todos los datos, cabe preguntarse si puede ser adecuado acabar una sesión de running con una cerveza. Una decisión que dejamos en manos de cada uno de vosotros, teniendo en cuenta sus efectos negativos y sus beneficios. Eso sí, el consumo de alcohol debe ser siempre moderado.


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