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Patin a Vela

Iniciada por el reconocido político Manuel Carrasco Formiguera

Oriol Carrasco, el cuarto eslabón de la saga patinista más longeva

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Oriol Carrasco Serra ‘bautizó’ a su patín como ‘Caganiu’ porque era el sobrenombre que tenía de pequeño en casa. El patinista, campeón de Catalunya de segunda categoría en 2014, lleva el número de vela 393, en homenaje a su abuelo Raimon Carrasco Azemar, pues ése fue el número del primer patín que tuvo.

(14-8-2018). La clase patín a vela cuenta con una saga de navegantes casi centenaria: los Carrasco de Sant Pol de Mar. En vísperas del Trofeo Furest que se celebrará en dicha localidad el próximo fin de semana (18-19 de agosto), hablamos con Oriol Carrasco, cuarta generación de la saga patinista más longeva.

Oriol Carrasco Serra (Barcelona, 1996) es un caso singular en la clase patín a vela: es el único patinista que lleva tras de sí la estela de tres generaciones de patinistas que le han precedido. Desde que su bisabuelo, Manuel Carrasco Formiguera, se comprara en los años 20 un patín a vela con su amigo Sixte Cambra, y juntos lo llevaran navegando desde el Club Natación Barcelona, del que eran socios, hasta su pueblo de veraneo, Sant Pol de Mar, han transcurrido casi noventa años.

El patín de Manuel Carrasco Formiguera y Sixte Cambra en la playa de Sant Pol de Mar en el verano de 1931. Sobre él, numerosos niños que quisieron conocer de cerca aquella embarcación que había llegado navegando desde el Club Natación Barcelona.

Oriol Carrasco Serra es bisnieto, pues, de aquel patinista al que el franquismo sentenció a muerte y ejecutó por defender sus ideales. Es nieto de Raimon Carrasco Azemar, que también ha sido patinista, además de reconocido empresario, expresidente del Fútbol Club Barcelona, y artífice, junto con el presidente de dicha entidad, Agustín Montal, del fichaje de Johan Cruyff. Y finalmente, Oriol Carraco Serra es, a su vez, hijo de Xavier Carrasco Nualart, otro patinista que, además, es filólogo y jefe de publicaciones escolares del Grupo Enciclopedia Catalana.

El patín siempre ha formado parte de mi familia

Oriol Carrasco reconoce que “el patín siempre ha formado ‘parte de la familia’. Desde que tengo memoria, he visto a mi padre hacer regatas. De pequeño le acompañaba. Me gustaba que me sacara a pasear y después del aprendizaje básico que hice con el Optimist y las lecciones de Llorenç Mateu, siendo muy crío, lo de navegar en patín junior vino rodado”.

El patrón del ‘Caganiu’ (nombre de su patín) reconoce que “con el patín a vela junior aprendí a hacer regatas pero no brillé demasiado”. Se inició con él hacia los años 2006-2007 y, posteriormente, en 2012, explica que “empecé a compaginar los dos tipos de patín. Con el junior hacía regatas y con el sénior salía a pasear”.

TERCER LLOP DE MAR

En el año 2014, Oriol Carrasco Serra gana el Campeonato de Cataluña de segunda categoría en Canet de Mar. Aquel año, será distinguido por su club, el Club Náutic Sant Pol de Mar, con el título honorífico de Llop de Mar de la entidad. Tiene 18 años y su nombre pasa a sumarse a la lista de Llops de Mar del club en la que ya figuran su abuelo, Raimon Carrasco Azemar, que lo obtuvo en el año 2005, y su padre, Xavier Carrasco Nualart, que lo obtuvo en 2006.

Carrasco reconoce que Sant Pol de Mar “es una parte importante de mi vida, al menos, hasta ahora. He venido a este pueblo desde pequeño, mis padres se conocieron en él, mis cuatro abuelos veraneaban aquí, y, por la parte de mi padre, desde hacía generaciones. En Sant Pol tengo familia, muy buenos amigos y mi patín que, en Sant Pol, utilizo más para salir con los amigos o primos que para hacer regatas”.

Preguntado sobre quiénes eran sus principales ídolos patinistas de niño refiere, en primera instancia, a su padre “y también a Anna Pujol, a Jordi Armengol, a José Maria Ferrer (Androide)…”

PRINCIPALES MAESTROS

Y en lo concerniente a sus principales maestros de navegación y regatas en patín a vela, destaca a su padre: “el primer y principal maestro ha sido mi padre. Primero saliendo juntos de paseo; luego saliendo yo con el junior y él con el sénior; y, más tarde, saliendo cada uno con su patín sénior. Sin duda, la influencia de mi padre ha sido muy importante porque, además de enseñarme a navegar y regatear con el patín, me ha transmitido la esencia de esta embarcación”.

Xavier Carrasco Nualart, padre de Oriol Carrasco, es filólogo y jefe de publicaciones escolares del Grupo Enciclopedia Catalana. Su patín lleva por nombre Capicua, en homenaje al nombre del primer patín que tuvo su padre (el 393). Xavier Carrasco Nualart lleva como número de vela el 959, otro homenaje a su padre, pues ese fue el número del segundo patín de su progenitor que fue con el que él empezó a hacer regatas.

Posteriormente, añade que “Albert Batllería fue muy importante para mí el invierno que pasé entrenando en el Club Natación Badalona cuando empecé con el sénior. Siempre me decía que debía saber las razones de por qué había ido bien o por qué había ido mal porque si conocía todos los porqués tendría más opciones de asimilar lo aprendido y aplicarlo cuando lo necesitase. También Ferran Gubern fue importante. Gubern es especialmente atento con los jóvenes, siempre te anima y te da buenos consejos para que mejores”.

Ser la cuarta generación patinista me genera agradecimiento a mis antecesores por haberme transmitido la esencia del patín

Le pregunto sobre si el hecho de ser la cuarta generación patinista de la Saga Carrasco le genera algún tipo de presión.

No, presión no me genera ninguna. En todo caso, me genera agradecimiento; el agradecimiento de que de generación tras generación haya habido quien fuera transmitiendo la esencia del patín y que de este modo, ésta llegara a mí. Sin duda, cuando llegue el día, me llevaré a mis hijos a navegar, como hacía mi padre, y si quieren seguir me gustará mucho. Pero también dependerá de ellos. Mi padre hizo lo mismo con mi hermano, Manel, y a él no le ha tirado tanto como a mí. Y eso que cuando la época del patín junior él corría mucho.

En estos momentos estás participando en todas las regatas clasificables para poder tomar parte en el Campeonato de España de finales de este mes en el Club Natación Badalona. ¿Por qué no pudiste participar en el Campeonato de Cataluña y de este modo, clasificarte directamente?

Me lo planteé pero no pude. Cuando se celebró el Campeonato de Cataluña el pasado mes de abril yo estaba haciendo un Erasmus en Szczecin (Polonia). Estuve cuatro meses y medio y fue allí donde terminé la carrera de Ingeniero Técnico Naval que había empezado en la Facultad de Náutica de Barcelona adscrita a la Universidad Politécnica de Cataluña.

Mi abuelo me dijo cuando empecé ingeniería naval que él también se lo había planteado

¿Por qué optaste por estudiar este tipo de ingeniería? ¿Tal vez por influencia del patín?

(Sonríe). En cierto modo. La decisión se derivó de que había hecho el bachillerato científico y quería estudiar alguna cosa relacionada con la tecnología o la ingeniería. Las ingenierías clásicas como las industriales no acababan de seducirme porque me parecían muy genéricas y la ingeniería naval me llamó la atención por el hecho de que navego y ello propició que el programa docente me interesara por partida doble. También influyó el hecho de que cuando tenía que escoger carrera navegaba en crucero con Jordi Mateu (también patinista) que es profesor de la Facultad de Náutica y me habló muy bien de esos estudios.

¿Existe algún precedente de ingeniero naval en tu familia?

No, ninguno. De todos modos, recuerdo que cuando empecé, mi abuelo Raimón me dijo que, de joven, se había interesado por este tipo de ingeniería pero, finalmente, decidió estudiar derecho como su padre.

 

Raimón Carrasco Azemar, abuelo de Oriol Carrasco, se graduó en el IESE y se inició en el mundo empresarial en 1959 como director de la compañía Industrias Agrícolas. Fue vicepresidente del Banco Industrial de Cataluña (BIC) y de la compañía química Sinorgan, a la vez que fue consejero de la Liga Financiera, de Fecsa, de la constructora Ribas y Pradell y de la aseguradora Chasyr. Asimismo, fue vicepresidente del Futbol Club Barcelona siendo presidente de la entidad Agustín Montal y entre ambos fueron los artífices del fichaje de Johan Cruyff. Carrasco Azemar sería posteriormente, presidente del Futbol Club Barcelona (de diciembre de 1977 a junio de 1978) y organizaría las primeras elecciones democráticas del citado club de fútbol en 1978 que ganaría Josep Lluís Núñez. También fue presidente del Club Náutico Sant Pol desde 1981 hasta 1988. Su primer patín fue el número 393. Por ese motivo llamó a su barco Capicua.

Parece que has vuelto con mucho ímpetu de Polonia. En las participaciones que has hecho en las regatas clasificables para el Campeonato de España no te has bajado del podio: primero en el Trofeo 3LG de Cubelles, tercero en el Trofeo Mar i Vent de Canet la semana pasada…

La verdad es que he regresado con muchas ganas de navegar. Desde febrero no tocaba el patín. Prueba de ello es que llegué de Polonia un sábado y, al día siguiente, domingo, ya estaba haciendo una regata en Canet de Mar.

Los de Sant Pol navegáis mucho con los de Canet de Mar…

Sí. Somos buenos vecinos. Ellos vienen a nuestras regatas y nosotros vamos a las suyas. Está muy bien.

Pasar de junior a senior cuesta. Es difícil ser competitivo con vientos fuertes

Dicen que hay pocos jóvenes en el patín a vela sénior haciendo regatas. ¿Qué opinas’

Es cierto. Somos pocos. Si pienso en patinistas-regatistas de menos de treinta años apenas me vienen a la cabeza los hermanos Jan y Nina Esteba, Jordi Obach, Oriol Mahiques…

¿Cuál es el problema?

Pasar de junior a sénior cuesta. A mí mismo, todavía hoy, me cuesta ser competitivo realmente con vientos fuertes. Por otro lado, hay mucha gente que se marcha a otras clases por el hecho de estar con gente de su edad. Es verdad que existe la diferencia de edad entre la gente de menos de veinte o de treinta años con la mayoría del resto de patrones que muchos son de cincuenta años. Pero de todos modos, creo que la relación con esos patrones mayores es buena. Pero también es cierto que se hubiera más patrones de menos de veinte años o de treinta, eso animaría a más jóvenes a entrar en la clase patín.

Aunque todavía te falta cursar el master para ser ingeniero naval, como ingeniero técnico naval, ¿qué cambios se te ocurren para mejorar al patín?

No se me ocurren cambios muy grandes. Tal vez mejorar el perfil del palo. De todos modos, ese es un aspecto que se debería estudiar mucho. En cuanto a la eslora y la manga, no tendría, al menos por el momento, nada qué decirles a los constructores.

¿Ni sobre los materiales?

Ciertamente los patines híbridos siguen siendo una incógnita, especialmente en lo concerniente al envejecimiento. Habrá que ver cómo evolucionan con el paso del tiempo. Se están combinando materiales que se deforman de manera desigual y habrá que ver cómo acaba repercutiendo eso en su estanqueidad. Habrá que ver el rendimiento que tiene la idea que ha incorporado Rafel Figuerola al nuevo modelo HTR en el que las bancadas se integran en los flotadores mediante las pestañas que ha introducido en ese modelo.

Está demostrado que un patín de madera sigue siendo competitivo en el campeonato de España tras diez años navegando

Y si pudieras comprarte ahora mismo un patín, ¿de qué tipo te lo comprarías: de madera o híbrido?

De madera. Pero en buena parte lo haría por romanticismo. Los de fibra suenan diferente. Hoy por hoy, detecto que el reglamento beneficia la competitividad de los patines de madera. Y además de eso, hay otro aspecto clave. Mientras está demostrado que un patín de madera de diez años sigue siendo competitivo en un campeonato de España, no está claro que un patín híbrido pueda continuar siendo competitivo en una competición de ese calibre tras una década navegando.

Al patín a vela también se le denomina patín catalán. ¿Qué denominación consideras más idónea?

A mí me gusta más patín a vela. Todo el mundo que lo conoce sabe que el patín nació en Cataluña y llamarle catalán me parece extraño y como redundante. Además, hay que tener presente que existe el patín a vela y el patín a remos. A mí me da la sensación de que esto del ‘patín catalán’ es un ‘invento’ moderno.

He leído que tu bisabuelo, Manuel Carrasco Formiguera, era un enamorado del patín. En una carta que escribió desde el penal de Burgos el 25 de julio de 1937 donde estaba preso, decía a su familia que “en estos días tan hermosos del verano me acuerdo a cada momento de las delicias de Sant Pol ¿Quién pudiera navegar con el patín…!”

Sí. Le encantaba. Para la historia ha trascendido sobre todo lo de su travesía con Sixte Cambra desde el Club Natación Barcelona hasta Sant Pol. Dicen que, para comer, llevaban un pollo al ast en lo alto del palo para evitar que se mojara pero una volcada inoportuna les dejó sin el pollo y, por tanto, sin comida. También dicen que durante aquella travesía estuvieron haciendo prácticas de inglés con una gramática inglesa que se llevaron para el viaje. Aquella travesía ha dejado mucha huella en la historia náutica de Sant Pol. Supongo que el hecho de que a su llegada, les recibieran muchos niños y mayores en la playa deseosos de conocer qué era aquel barco que veían venir desde lejos ayudó a fortalecer el recuerdo.

Manuel Carrasco Formiguera, iniciador de la saga patinista de los Carrasco. Desde el penal de Burgos escribiría a su familia, el 25 de julio de 1937, las siguientes palabras: “En estos días tan hermosos del verano me acuerdo a cada momento de las delicias de Sant Pol. ¡Quién pudiera navegar con el patín y tirar el arte del sr. Sixto y comerse aquellos pescados tan frescos después de haber estado todo el día dale que dale con el estel”. Un mes después (el 28 de agosto de 1937) sería condenado a muerte “por el delito de adhesión a la rebelión” y la sentencia sería cumplida, con el visto bueno del dictador Francisco Franco, el 9 de abril de 1938.

Además de entre la gente del pueblo, aquel viaje de tu bisabuelo y Sixte Cambra, también sembró una semilla patinista muy longeva entre tu familia, los Carrasco.

Sí, actualmente, entre los que estamos en Sant Pol y los que están en Canet, debemos ser más de diez Carrasco los que navegamos en patín.

Es increíble que hoy en día haya presos políticos en Cataluña por el mismo motivo que se fusilaba hace 80 años durante la guerra civil

Además de tu bisabuelo, también tu abuelo, Raimón Carrasco Azemar, es un enamorado del patín. De él dijo en una entrevista que le hicieron hace años en un periódico que el patín es el barco “más veloz en el mar y con él he ganado muchas regatas”.

Es cierto. En aquella entrevista reconocía que “una de mis sensaciones realmente felices las consigo al alejarme de la playa en dirección perpendicular, me voy girando y veo como todo se hace pequeño; cambian los contornos y entro en otra dimensión… En aquel preciso instante, consigo no pensar en nada, desconecto mi cerbero y descanso plenamente. Si no fuera por esto ya estaría muerto”.

El 28 de agosto de 1937 tu bisabuelo, Manuel Carrasco Formiguera, fue condenado a muerte por “el delito de adhesión a la rebelión” y sería fusilado el 9 de abril del año siguiente. ¿Qué piensas de la situación que viven hoy, 80 años después de aquel hecho, determinados políticos catalanes?

Es increíble que hoy en día haya presos políticos en Cataluña por el mismo motivo que se fusilaba hace 80 años durante la guerra civil. Creo que a nuestro país nunca se le ha dejado decidir nuestro propio futuro y que cuando se han hecho pasos en ese sentido, la respuesta siempre ha sido represiva.


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