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RUNNING

¿Cómo corren los mejores atletas del mundo?

Estudio biomecánico sobre los mejores atletas de maratón

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(16-1-2019). En cualquier deporte, los aficionados siempre quieren emular a sus ídolos. En el mundo del running, cada vez son más los atletas amateurs que se fijan en los mejores para seguir sus pasos, tanto a nivel de material como en la forma de correr. Eso sí, hay que tener en cuenta que galopar como los mejores del mundo no es tarea fácil y que, aunque lográramos tener una técnica de carrera depurada como la suya, eso no sería sinónimo de poder emular sus gestas –ya que entrar en juego muchas otras variables-.

Hace meses salió a la luz el informe de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) sobre esta cuestión. Bajo el título Biomechanical Report for the IAAF, el documento no deja de ser nada más que un informe biomecánico de cómo corren los mejores corredores. Un estudio encargado por los especialistas de la IAAF. De hecho, los resultados del estudio se fundamentan en algunos de los corredores que tomaron parte en los Campeonatos del Mundo de Atletismo que se disputaron en Londres en agosto de 2017.

Tal y como nos da a conocer el podólogo deportivo especializado en biomecánica Albert Casas, este estudio nos ofrece una serie de parámetros muy interesantes para analizar cómo corren dichos atletas de élite. De todos los resultados que nos ofrece el Biomechanical Report for the IAAF, nos centraremos únicamente en los resultados que arrojaron las pruebas del maratón masculino.

El apoyo de los mejores atletas del mundo: de talón

¿Cómo apoyan los mejores? Es una pregunta nuclear que nos viene a la cabeza y que dicho documento esclarece analizando los 70 corredores que terminaron un maratón ganado por el keniano Geoffrey Kipkorir Kirui con un crono de 2:08:27 por delante del etíope Tamirat Tola. De esta forma, Kipkorir Kirui dio el 5º título mundial en los 42.195 metros para Kenia, que tenía la gran ausencia del mejor maratoniano de todos los tiempos, Eliud Kipchoge. Contrariamente a lo que se puede pensar –y en contraposición con los nuevos gurús y estudiosos en la materia- 2 de cada 3 corredores entraba en contacto con el suelo con el talón. En concreto, un 67% de ellos. El 30% de mediope y sólo el 3% con la zona del antepie. Unos resultados que, a modo de ratificación, se reprodujeron casi con los mismos guarismos en la categoría femenina (un 73% de las corredoras apoyaba de talón, el 24% de ellas con el mediope y el 3%, tal y como también ocurría en el apartado masculino, con el antepie). Por cierto, en este caso, la vencedora fue la atleta de Baréin –de origen keniano- Rose Chelimo con un tiempo de 2:27:11.

2 de cada 3 corredores entraba en contacto con el suelo con el talón

Hay que dejar claro también la rigurosidad del estudio y el escaso margen de error. Al ser un recorrido circular al que los corredores y corredoras daban un total de 4 vueltas, las muestras se pudieron recoger en un mismo punto en 4 ocasiones. En cada una de las respectivas vueltas al circuito. En el cuadro siguiente, pues, podemos ver claramente la pisada de los 8 primeros clasificados en la categoría de hombres –gracias a las mismas gráficas que facilitó dicho estudio de la IAAF-. Tal y como observamos, los 4 primeros clasificados (Geoffrey Kipkorir Kirui, Tamirat Tola, el tanzano Alphonce Simbu y el británico Callum Hawkins) pisaron de la misma forma durante todo el recorrido: de talón (rearfoot).

Sí hay cambios, por el contrario, en los 4 siguientes corredores. El keniano Kipketer pisó siempre de mediopie (midfoot), a excepción de la 3 vuelta, justo en uno de los momentos de aparición de más cansancio. El italiano Daniele Meucci siempre de mediopie (y en la última vuelta no se pudo registrar perfectamente su pisada). El séptimo clasificado, el eritreo Yohanes Ghebregergis siempre entró de talón, a excepción de la segundo vuelta (mediopie), mientras que el caso más llamativo es el del keniano Daniel Wanjiru. Pasó por el punto de referencia pisando de talón en las dos primeras vueltas, mientras que en las dos siguientes lo hizo de mediopie. Un aspecto que llama la atención, ya que sería más lógico que esto fuera al revés, teniendo en cuenta el cansancio acumulado, reflexiona Albert Casas. Eso sí, según podemos captar en dicho gráfico, ninguno de los 8 primeros clasificados está dentro de ese 3% de corredores que pisó de antepie. De todo ello, podemos extraer la conclusión que, al menos para los mejores maratonianos del planeta, correr de talón no les resta potencial. Y es un ataque frontal a las tesis de los gurús del barefoot durante los últimos años, señala el propio especialista.

La cadencia ideal

Hay que recordar que cuando hablamos de cadencia, nos referimos “a los pasos realizados por minuto”, deja claro Casas. La mayoría de expertos en la materia coinciden en situar la cadencia ideal alrededor de 180 pasos por minuto. Tal y como podemos determinar en la gráfica, hay unos números desiguales en función de cada corredor. Algunos como el vencedor Kirui llevaron a cabo una cadencia más rápida que la media. En su caso, 191 pasos por minuto, mientras que su compatriota Kipketer se situó por debajo de la media con 171 ppm. Está claro que la cadencia de cada corredor puede variar en función de la altura y la longitud de las piernas y no es lo mismo un corredor que sobrepasa el 1’85 centímetros de altura que otro que está justo por debajo del 1’70.

Es preciso esclarecer que los datos acerca de los pasos por minuto (ppm) o cadencia aparecen como Step rate en el gráfico anterior. Para validar los parámetros y pasarlos a pasos por minuto se utiliza una tabla de conversión, ya que están medidos en hercios. Teniendo en cuenta todo esto, es difícil establecer una universalización de los datos, ya que el ganador (Kirui) es el que ofreció la segunda cadencia mayor entre los 8 primeros clasificados. Su compañero de equipo en la selección de Kenia, Daniel Wanjiru, incluso superó ese 191 ppm. Sin embargo, tal cosa no le valió para estar cerca de Kirui y debió conformarse con la 8ª plaza. Eso sí, hay una diferencia importante entre Kirui y Wanjiru a la hora de conseguir este ratio tan alto de ppm. La longitud de paso del vencedor fue de 1’71 metros, mientras que la de Wanjiru se quedó en 1’54. Una diferencia de 15 centímetros en cada zancada.

Correr como Eliud Kipchoge

Viendo todos estos datos que pueden parecer fríos y que dejan, a las claras, que algunas de las tendencias acerca de biomecánica y técnica de carrera pueden quedar en un segundo plano cuando a atletas de élite nos referimos, a algunos puede venirles una cuestión a la cabeza: ¿Se puede correr como los mejores atletas del mundo? Seguro que muchos y muchas de vosotros habéis visto el experimento de una máquina corriendo a casi 21 kilómetros por hora. Esto es, el mismo ritmo que el keniano Eliud Kipchoge siguió durante 42.195 metros el pasado mes de septiembre en Berlín para establecer el que sigue siendo el récord del mundo de maratón (2:01:39). Gracias a este experimento, donde la mayoría de personas no duran ni más de 10 segundos, la gran masa popular de la población puede ser consciente de la barbaridad que supone seguir ese ritmo medio de 2’52 min/km durante todo el recorrido de un maratón.

En este sentido, el responsable de Clinik Podologia deja claro que “si se tienen las condiciones físicas, biomecánicas, fisiológicas… necesarias para correr como lo hacen los mejores, tendrás mucho ganado” pero, lógicamente, entrarán muchas otras variables en consonancia. Variables como, por ejemplo, “las horas de entrenamiento, además de otros aspectos fundamentales a tener en cuenta como la cadencia, el tiempo de apoyo, el tipo de apoyo, el contacto con el suelo, la inclinación del tronco, el braceo…”.

Por lo tanto, correr como un atleta de élite es posible, sí, pero seguir su ritmo está al alcance de muy pocos. Y estos no dejarán de ser corredores que tengan el mismo nivel. Es decir, atletas de élite. En centros podológicos como el que dirige Albert Casas, llevan a cabo estudios biomecánicos en 3D gracias a los cuales podemos conocer todos estos parámetros de los que estamos hablando. Seremos capaces de conocer nuestra forma de correr, y si se asemeja más o menos a las de los campeones. Una información útil, pero que, lamentablemente, no nos convertirá automáticamente en los mejores del mundo. Detrás de los éxitos hay una serie de factores como la genética, el trabajo y una forma de entender el atletismo única, tal y como ocurre en Kenia y Etiopía.

Estudio biomecánico de un corredor.

 

Información de contacto:

www.clinikpodologia.com


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