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MONTAÑA

Objetivo desestacionalizar la captación de clientes y las ventas

La Molina gana adeptos más allá de los deportes de nieve

La estación lleva 34 años realizando actividades en los meses estivales

la molina ©OriolMolas

El bike park y el paseo en telecabina son las actividades estrella de La Molina durante el verano. (foto: Oriol Molas)

(18-7-2019). La estación ofrece actividades durante los meses de verano desde 1985. El año pasado, participaron en ellas un total de 45.000 personas. El objetivo: ampliar el negocio y generar riqueza en el territorio más allá de la temporada de esquí.

Las estaciones de esquí luchan por captar visitantes durante el verano y resultar atractivas más allá de las fronteras del esquí. Algunas se han abonado a las políticas de desestacionalización más recientemente, mientras que otras como La Molina llevan haciéndolo desde 1985. La estación catalana recibió el verano pasado 45.000 visitantes. Una cifra que está aún lejos de los 335.000 de la última temporada de nieve 2018-19, pero que va creciendo verano tras verano.

La estación ofrece durante los meses estivales más de 30 propuestas para todos los públicos, desde paseo en telecabina y telesilla a trekking, ciclismo, parque de aventura en los árboles, segways, tirolinas, spa, interpretación de fauna salvaje, juegos de agua o piscina climatizada. La responsable Comercial de Marketing de La Molina, Marta Viver, precisa que las actividades estrella son el paseo en telecabina y el bikepark. La temporada de verano se abrió el fin de semana del 15 de junio y contempla actividades diarias del 22 de junio al 15 de septiembre. A partir de aquí, se mantienen durante los fines de semana y hasta el primer fin de semana de octubre.

Público familiar

Viver explica que los visitantes de La Molina durante el verano son en su mayoría familias y grupos de amigos. Dice que en invierno el perfil del cliente también es muy familiar, pero sumado también a grupos escolares y equipos de competición que acuden a la estación para entrenar o participar en las competiciones que se organizan cada temporada.

Dinamización económica del territorio gracias al turismo activo

La responsable comercial asegura que uno de los objetivos principales de La Molina consiste en dinamizar el turismo y la práctica del deporte, generando negocio tanto en invierno como en verano, con una clara dinámica de desestacionalización. Desde el punto de vista económico, el verano representa un porcentaje muy pequeño del volumen de negocio en comparación con el invierno, pero resalta que “los visitantes de verano tienen una importante incidencia en la economía del territorio y son muy relevantes para conseguir la desestacionalización y la dinamización del turismo durante todo el año”.

En este sentido, señala que La Molina apuesta por centrarse en el territorio y su amplia propuesta deportiva, gastronómica, cultural, natural, comercial y de servicios. “Los meses de verano son ideales para descubrir los increíbles parajes ubicados en las comarcas de Cerdanya, Ripollès y Berguedà, conocer su historia y los rincones que se esconden en la alta montaña. La estación se pone al servicio del territorio con la voluntad de contribuir a su dinamización económica”, sostiene.

En su opinión, la evolución del turismo activo y de montaña en los últimos años está siendo muy positiva y cada vez hay más alternativas al turismo tradicional de sol y playa.

Preparar la temporada blanca

La Molina también aprovecha los meses de verano para prepararse de cara a la nueva campaña de invierno: mantenimiento y mejora de las instalaciones, preparación de nuevos productos, etc. Viver detalla que las mejoras se realizan a todos los niveles, desde la preparación de las pistas y del sistema de producción de nieve hasta mejoras en los servicios o mejoras tecnológicas como, por ejemplo, facilitar cada vez más la compra de los productos online. Estos meses también se realiza la adquisición de nuevas máquinas pisanieves, motos de nieve o, como es el caso de esta temporada, dos nuevos remontes.

Nieve artificial

Viver destaca que cada verano La Molina realiza una importante inversión en la red de cañones de producción de nieve. Actualmente un 60% del área esquiable está equipada con cañones que permiten garantizar la innivación de las pistas.

La Molina cuenta con 67 pistas y 71 kilómetros esquiables, que se elevan a 140 fruto de la unión con Masella, que permite esquiar en uno de los dominios más extensos del Pirineo.


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