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Patin a Vela

Ha llegado a Cataluña esta madrugada

Ignasi Sagristá regresa a casa

Da por concluida su travesía por el Mediterráneo por problemas de salud

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PIONERO. Ignasi Sagristá ha sido el primer navegante en un barco de vela ligera que ha realizado la travesía Sant Pol de Mar hasta la isla griega de Itaca. El navegante sólo hizo por tierra (en un camión que transportaba su patín a vela, 'Akal') el tramo que va desde el noroeste de Italia hasta el noreste de dicho país.

(7-10-2019). Problemas de salud han provocado que Ignasi Sagrista haya dado por concluida su travesía por el Mediterráneo. El primer navegante que une Sant Pol de Mar con Itaca en un barco de vela ligera ha llegado en avión esta pasada madrugada a Cataluña, procedente de Atenas.

Hoy hace precisamente una semana que Ignasi Sagrista reconocía en una llamada por teléfono de CMDsport que se daba siete días de margen para decidir si proseguía su travesía por el Mediterráneo en dirección a Atenas o, si por el contrario, daba por finalizado su periplo más largo hasta ahora en patín a vela. Sagristá reconocía entonces su “rabia, impotencia y frustración por no poderme sacar de encima las molestias intestinales que me sobrevinieron tras beber agua del grifo en la playa de Buvda (Montenegro) el 3 de agosto y que me impiden reemprender el viaje”.

Esos sentimientos del patrón del ‘Akal’ se acentuaban porque, según subrayaba, “para mí, la travesía aún no ha terminado. Siento que necesito seguir” y su angustia vital crecía, según añadía, “por la dificultad de gestionar bien todos estos sentimientos adversos y tener que aceptarlos”.

CONQUISTADOR DE UN GRAN DESAFÍO

Durante aquella llamada del anochecer del lunes de la semana pasada le dije a Sagristá que su gesta, es decir alcanzar Itaca desde Sant Pol de Mar, era algo inaudito, algo  que antes nunca nadie había hecho; todo un récord, no sólo para la clase patín a vela, sino también para cualquier otra embarcación de vela ligera.

 

El ‘Akal’ de Ignasi Sagristá en el varadero de la escuela de vela de Vathy (Itaca) donde ha permanecido durante las cuatro semanas que el navegante ha estado convaleciendo de su malestar físico. Sagristá desconoce, por ahora, qué hará para ir a recogerlo.

Pese a no verle, percibí su sonrisa lastimera y constaté lo que le costaba aceptar que debía dar por acabada la ‘fiesta’ que quería prolongar. Ciertamente, no debe ser nada fácil admitir que el cuerpo no sigue al corazón; que, a veces, querer no es poder, y que deben truncarse (o aparcarse) los deseos porque lo ‘ordena’ la cabeza. A veces, sin duda, el sentido común hace trizas lo que el instinto demanda… pero de eso también saben los buenos navegantes.

ÚLTIMA ENTRADA EN EL BLOG

Ayer domingo, 6 de octubre, Ignasi Sagrista escribió su última entrada en su blog. El tono de la misma deja traslucir que, efectivamente, por dolorosas que resulten ciertas decisiones, la madurez ayuda a atenuar el dolor y propician que prevalezca la prevención sobre los riesgos potenciales. No en vano, en la conversación telefónica del lunes pasado, Sagrista acabó concluyendo que “por suerte, no he tenido ningún accidente”.

En la referida última entrada de su blog, el patinista reconoce que las cuatro semanas pasadas en Vathy (localidad de la isla de Itaca) “han sido duras, no tanto por el malestar físico, como por tener que lidiar con la situación. Frustración, rabia, impotencia…”

LA PRIORIDAD, UN CHEQUEO

Sagristá ha conseguido dejar “temporalmente” (según precisa en el blog) su patín ‘Akal’ en la escuela de vela donde lo ha tenido estas cuatro semanas de convalecencia impuesta en Vathy. Agradece que el responsable de dicha escuela (Alexis) se lo haya permitido dejar sin coste.

El aventurero confiesa que no sabe qué hará con el patín. Por de pronto, su prioridad es regresar a Barcelona “para hacerme un chequeo y recuperarme” y después, según añade, “con la calma, ya veré qué hago. Básicamente, veo dos posibilidades: volver el año que viene para continuar la travesía, o bien volver en coche y con remolque para regresar con él por carretera. Ya os explicaré”.

Ayer domingo por la noche, volvimos a hablar por teléfono. Ya estaba en el aeropuerto de Atenas esperando embarcar en el avión que debía traerle de regreso a casa. Su llegada a Barcelona estaba prevista para la una de la madrugada.

La semana que viene tiene hora en el Hospital Clínico de Barcelona para hacerse un chequeo que le permita saber qué le provoca el malestar que lleva más de un mes arrastrando y cuál o cuáles pueden ser los antídotos.

Benvingut a casa, Ignasi, i molta sort.

Sigue el blog de la travesía por el Mediterráneo de Ignasi Sagristá con su patín a vela ‘Akal’.


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