(28-10-20). La Zurich Marató de Barcelona 2020 se celebrará de manera virtual debido al contexto de pandemia de Covid-19, siguiendo el ejemplo de otras maratones. A pesar de que muchos corredores pierden la motivación ante la falta de carreras tradicionales, estas iniciativas virtuales animan a muchos otros a seguir preparándose para las pruebas.
La Zurich Marató de Barcelona de 2020 se celebrará de manera virtual entre el 8 y el 15 de noviembre. De esta manera, los participantes tendrán ocho días para correr los 42,195km de la prueba en cualquier lugar del mundo y colgarse la medalla. El registro es gratuito, pero la medalla cuesta 5 euros, uno de los cuales será destinado a la Marató de TV3 para la lucha contra el Covid-19.
Esta iniciativa ha sido acogida de manera positiva por los corredores, aunque con matices. “Es buena idea mantener el espíritu de la carrera, pero tenemos claro que no es una maratón porque puedes hacerla en ocho días”, opina Víctor Millán, presidente de Corredors.cat, que agrupa a 800 socios en Catalunya.
Si este año fuera como los anteriores, hasta 600 integrantes de dicha asociación saldrían a entrenar juntos para la maratón de Barcelona, la “carrera por excelencia de Catalunya”, según su presidente. Sin embargo, la asociación no ha realizado ninguna actividad para esta edición debido al contexto de Covid-19, aunque pequeños grupos de Corredors.cat puedan organizarse para participar en la prueba.
SIN CARRERAS Y CON TOQUE DE QUEDA NOCTURNO
Este contexto no sólo ha provocado la cancelación de la maratón de Barcelona, sino la de la mayoría de las carreras de este año. Por eso, muchas de ellas han convertido la edición de 2020 en una prueba virtual, como la maratón popular de Valencia, la de Berlín o la de Nueva York, generando un debate sobre la importancia de las competiciones virtuales.
“Las carreras virtuales nos han servido a muchos para mantener la motivación, aunque no nos quitan el mono, pero hay otros corredores que las consideran una tontería y las ven como un entrenamiento cualquiera”, apunta Millán. Y es que la desmotivación, ligada a la falta de objetivos por la cancelación de pruebas, provoca que muchos corredores populares relajen sus rutinas de entrenamiento y “estén a un nivel muy inferior al que estarían si hubiera el calendario de carreras tradicional”.
Además de la falta de carreras, ahora hay que considerar el toque de queda entre las 22 y las 6 horas en Catalunya, antes de salir a correr. Para Millán, su repercusión en las rutinas de los corredores queda “limitada porque empezamos la temporada de frío”. Las bajas temperaturas y la falta de luz provocan que los corredores no suelan correr durante las horas del toque de queda. De haberse decretado en verano “hubiera sido un problema serio para entrenar”, apunta el deportista.
PRUEBA VIRTUAL CON FINES SOLIDARIOS
La asociación Corredors.cat empezó fuerte la vuelta a correr organizando ‘La Desconfinada’, la primera carrera virtual tras el confinamiento, celebrada el 2 y 3 de mayo de 2020, en la que participaron alrededor de 480 personas y recaudaron más de 6.000 euros para la fundación Miquel Valls, que mejora la calidad de vida de personas con ELA.
Corredors.cat también tenía previsto ofrecer el servicio de liebres en carreras populares, como en ‘La Vicentina’ de Sant Vicenç dels Horts, una prueba de 5 y 10 kilómetros. Sin embargo, la organización de la carrera, que ha sido aplazada del 18 de octubre al 8 de noviembre, decidió prescindir de ellas para que no se acumulen corredores alrededor de esta figura. “Igual tardaremos en volver a ver liebres en las carreras ya que dificultan mantener la distancia de seguridad”, reflexiona Millán.
La cancelación de este servicio anula una de las fuentes de ingresos de Corredors.cat, si bien el 90% de sus ingresos provienen de sus casi 800 socios, un número que se mantiene estable a pesar de que la temporada esté parada. Es por eso por lo que su presidente define estos meses como un tiempo para “ser prudentes y recuperarse. Cuando se pueda, volveremos a apretar”.
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