Quantcast

RUNNING

Atleta e impulsor del club de entrenamiento, #IRunWithLeiva

Jaume Leiva: “el cierre de gimnasios es una de las mayores incoherencias en la gestión del Covid-19”

"Empiezo a estar cansado de no saber cuál y cuándo va a ser el final de esta pandemia"

Jaume-Leiva-bis

Según opina Jaume Leiva, el cierre de gimnasios "va a hundir a muchos centros deportivos y gimnasios. Pero aún son peor las consecuencias a nivel de posibles enfermedades a nivel mental que puedan aparecer entre la población. Trastornos que no ayudan al sistema inmunológico para combatir cualquier dolencia, virus e infecciones".

(18-11-2020). La pandemia por el coronavirus nos obliga a ser más resilientes que nunca. Esto es, a adaptarnos a un momento traumático lo mejor posible. De esto sabe, y mucho, el atleta catalán Jaume Leiva (Terrassa, 1983), resiliente como el que más. Hemos conversado con él para saber si de ésta, realmente, nos vamos a levantar y, en todo caso, cómo lo haremos.

¿Como persona, cómo estás viviendo esta situación de pandemia por el coronavirus?

Ahora ya empiezo a estar cansado. Sobre todo, por la incertidumbre de no ver la línea de meta. De no saber cuál y cuándo va a ser el final de esta pandemia. Es lo que más nos afecta a todos a nivel mental. No poder trabajar con previsión ni programar. He invertido mucho tiempo y mucho trabajo en mi vida deportiva y en mi labor profesional, buscando mayor estabilidad y comodidad para mí y para mi familia. Y ahora, de repente, veo que no puedo disfrutar de todo ello como a mí me gustaría. A pesar de todo, me considero un afortunado, ya que muchos deportistas siguen depositando en mí su confianza como entrenador.

La pandemia me ha afectado más a nivel mental que económico

¿En este sentido, te ha afectado mucho a nivel económico?

(Reflexiona antes de responder, calmado). Claro que lo he notado. Pero, en mi caso, me ha afectado más a nivel mental, que económico. Y eso que mis ingresos se han resentido de forma significativa. Pero me preocupa no poder encontrar aquella felicidad que tenía, hacer todo aquello que me hacía feliz, libremente, durante todos estos últimos años con mi familia, amigos y entorno. Como te decía antes, empiezo a estar cansado de no tener esta rutina que tanto me gustaba y llenaba, tanto a nivel deportivo como personal.

Con 37 años, la pandemia te ha pillado en los últimos años de tu carrera. ¿Piensas que puede ser el final menos deseado si todo ello no termina en un breve período de tiempo?

La verdad es que al principio del confinamiento llegué a pensarlo (expone, muy sincero). También es cierto que venía de una lesión que me lastraba, una pubalgia que aún arrastro. Acabé la campaña muy bien, con la mínima para el Campeonato del Mundo de 1/2 Maratón, lograda en el campeonato de España, en enero. No obstante, vi que tenía que parar. Me dolía mucho la zona del pubis. Al no poder correr, las primeras semanas del confinamiento no se me hicieron tan duras, pero, poco a poco, hubo un punto de inflexión.

¿Cuál fue?

Pues cuando nos dejaron salir a entrenar. Pensaba que con el descanso de semanas ya no tendría molestias. Y éstas seguían allí, muy presentes. En ese momento pensé que iba a cumplir 37 años, con 21 años corriendo en mis piernas y con un historial de lesiones bastante fuerte. Y quizás tocaba cambiar el chip. Cogí la bici y salí a nadar, ya que no podía correr, durante los meses de mayo y junio, pensando más en el deporte como una forma de ocio. Bajé la carga de entrenamientos, pero no me curaba. Y la situación incluso iba a peor. Y tuve la suerte de coincidir con Sergi Cinca, un amigo fisiólogo.

¿Cómo te ha cambiado la perspectiva deportiva al ponerte en manos de Sergi?

Miramos diferentes parámetros fisiológicos e hicimos algunas variaciones y adaptaciones en mi forma de entrenar, cuidándome incluso un poco más, conjuntándolo todo con las sesiones que mi entrenador Domingo López me pasaba. Nos adaptamos realmente a lo que necesitaba mi cuerpo para volver a tener una motivación. Y volver a intentarlo. Y todo ello me animó, una vez más, para seguir corriendo. Y ahora estoy entrenando bien, aunque con una carga de entrenamientos menor. Aún no estoy al 100% de la lesión, pero, con el paso de los días, te das cuenta que lo que necesitaba también era tener una motivación.

Aún me quedan un par de cartuchos por quemar

Por lo tanto, la pandemia no acabará, ni mucho menos, con tu carrera deportiva.

No veo que haya llegado al final de mi carrera deportiva. Creo que aún me quedan un par de cartuchos por quemar. Eso sí, los quiero quemar muy bien y cuando toque (cuenta con una gran sonrisa). Soy consciente que me queda poco, pero lo poco que me quede lo quiero aprovechar al máximo. Y así lo haré.

Las administraciones no están ayudando demasiado en el deporte y la salud

La Cursa de la Mercè (en Barcelona) o la Titan Desert (en Almería) son dos ejemplos de eventos deportivos bien organizados que se han celebrado recientemente. No obstante, ¿entiendes a las administraciones que no quieren dar permisos para la celebración de este tipo de pruebas?

Hay necesidad de ponerse un dorsal y de volver a disfrutar con lo que tanto nos apasiona, correr. Se trata de pruebas muy consolidadas, con un buen presupuesto y apoyo que pueden mantener la seguridad para con los participantes, siguiendo unos protocolos estrictos. Sin embargo, estas garantías son muy complejas para la organización de otro tipo de eventos sin tanto apoyo. Hoy en día, organizar una carrera con 1.000 participantes o más es muy complicado si la administración no se vuelca con ello. De hecho, las administraciones no están ayudando demasiado en la cuestión de deporte y salud durante esta pandemia.

Con una tasa de generación de brotes del Covid-19 sobre el total acumulado de brotes del virus del 0’28%, la Generalitat de Cataluña decidió cerrar todos los gimnasios en Cataluña. ¿Qué opinas?

Es un gravísimo error. Es una de las incoherencias más grandes que se están cometiendo en la gestión de la pandemia. Y lo digo, sobre todo, porque están jugando con la salud mental de mucha gente. El deporte siempre es salud. En el caso de mi club de entrenamiento, #IRunWithLeiva, cuando empezamos en septiembre yo iba con un poco de respeto y miedo. Y la respuesta fue espectacular. Cada día éramos entre 35 y 45 corredores para entrenar. Y no ha habido ni un solo contagio. Respetamos al máximo la seguridad y la distancia, pero disfrutando al aire libre de un deporte que nos apasiona. Ambas cosas son compatibles.

Si no hay buena salud, tanto física como mental, el cuerpo será mucho más propenso a enfermar

¿Qué implicación puede tener este cierre temporal de gimnasios por segunda vez?

Va a suponer el hundir a muchos centros deportivos y gimnasios. Pero aún son peor las consecuencias a nivel de posibles enfermedades a nivel mental que puedan aparecer. Trastornos que no ayudan al sistema inmunológico para combatir cualquier dolencia, virus e infecciones. Es todo una rueda. Si no hay buena salud, tanto física como mental, el cuerpo será mucho más propenso a enfermar. Se trata de una decisión que va justamente en contra de lo que buscamos: el beneficio de la salud de las personas.

La incultura a nivel de salud y de actividad deportiva es alarmante en España

Quizás sería bueno que hacer deporte fuera casi una obligación, como el mejor método para evitar patologías y costes derivados del sedentarismo. ¿Llegará un día en el que esta sociedad se dé cuenta de la importancia del deporte para la salud física y mental?

Creo que el problema es este país en sí mismo. Hay una incultura a nivel de salud y de actividad deportiva es alarmante. Si no se trabajan bien estos valores desde la base, será muy complejo concienciar a la población de lo vital que es hacer actividad física. Te pongo un ejemplo concreto, de este mismo año, 2020. Aún hay profesores de primaria que hablan de es la hora de la gimnasia, en lugar de decir es la hora de la educación física. En según qué términos, aún estamos en los años setenta, lamentablemente. Y sólo se puede cambiar desde abajo, educando a los más pequeños. Pero faltan muchas más ayudas para ello.

Entre 2013 y 2014, superaste dos lesiones importantes, cuando incluso algunos médicos te dijeron y aconsejaron dejar la práctica deportiva de alto nivel. ¿La situación actual, de lucha y de desconocer lo más inmediato, te recuerda a aquellos 500 días que estuviste sin poder correr?

En realidad, no es lo mismo porque lo que me gusta es correr y ahora puedo correr. Aunque no sea cada día, sí cada dos días, completando 4-5 salidas a la semana. Y eso me da una libertad que no tuve por aquel entonces. De hecho, suerte que puedo hacerlo y sentirme realizado con lo que más me gusta. Si no, enfermaría bastante a nivel mental y me costaría salir de esta situación actual.

Sin competiciones, no tiene demasiado sentido darme grandes palizas ni entrenar muy fuerte

¿Qué aprendizaje extrajiste entonces que puede ser útil ahora mismo, en esta situación?

El aprendizaje más grande, y que ahora también lo estoy utilizando, es la necesidad de no quemar cartuchos antes de tiempo, tanto a nivel muscular como fisiológico. Ahora mismo, no tiene sentido darme grandes palizas y entrenar muy fuerte porque no hay competiciones y mi cuerpo es el que es. Hay que tener paciencia para cuando llegue el momento justo poder volver con las máximas garantías y que el sacrificio actual que estamos haciendo pueda tener una recompensa mayor.

Muchos dicen que saldremos mejor de ésta. ¿Piensas que esto puede ser así?

A nivel de deporto de alto nivel, se está demostrando que sí. Muchos atletas de élite que antes no descansaban lo suficiente se vieron obligados a ello. Y ahora están superando sus marcas en las pocas competiciones internacionales que hay. En cuanto a la población general, rotundamente no. Lo vivido va a costar mucho de superar, va a ser un punto de inflexión en nuestras vidas. Los que tenemos suerte de practicar deporte quizás podremos volver un poco más rápido a la normalidad por nuestra capacidad de adaptación y sufrimiento. Pero hay muchísimas personas que, desgraciadamente, lo están pasando muy mal y aún les viene encima una etapa más difícil. En este sentido, apelo a la solidaridad y al hecho de que nos ayudemos unos a otros. Es clave para salir hacia adelante.

El éxito y salir mejor o peor de esta situación, depende de nuestra capacidad de adaptación

Es el momento histórico reciente en el que más deberíamos aferrarnos a la palabra resiliencia?

Sí, sin ninguna duda. Nos toca ser resilientes al máximo. No nos queda otra. El ser humano tiene la capacidad de adaptarse a casi todo si tiene una buena salud física y mental. Siempre le digo. Y siempre lo he creído. Hay que tener paciencia y no dejarse ir. Tenemos que estar motivados con lo que nos gusta y seguir ilusionados por las pequeñas cosas del día a día (señala, circunspecto). El éxito y salir mejor o peor de esta situación, depende de nuestra capacidad de adaptación. Debemos dejar las envidias de lado e intentar ser lo más felices posible con nuestro círculo más cercano. Nos estamos hipotecando, forzadamente, pero hay que ser optimistas y pensar que habrá valido la pena. Esperemos que sea lo antes posible, por el bien de todos, y también de unos sanitarios que se están dejando la piel (Jaume sabe bien de lo que habla, ya que su mujer, Laura, es infermera).


No hay comentarios

Añade el tuyo