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Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron

Benito Almirante: “Más vale que haya muchos espacios deportivos abiertos que sólo unos cuantos”

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El doctor Benito Almirante es el Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)

(27-1-2021). Benito Almirante, Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron, atiende a CMDsport para, desde una perspectiva científica, analizar la situación de la pandemia en plena ola y la importancia del deporte en relación a los efectos causados por el confinamiento y el Covid-19 en Cataluña.

Los datos de la pandemia vuelven a ser preocupantes. ¿Fue un error relajar las medidas durante el Puente de la Constitución y las fiestas Navideñas?

Volvemos a tener una situación preocupante después de haber controlado un poco la situación en diciembre. El cierre masivo es la medida más fácil de pensar, pero hay que ver si es sostenible en el tiempo. Ayuda a controlar la pandemia, pero no erradica el problema. En el mundo occidental, tras tres meses de confinamiento estricto, al poco tiempo volvió a subir. En Cataluña, por ejemplo, el problema volvió a ser importante en la primera quincena de julio. Es decir, que sólo estuvimos con tasas bajas de virus durante seis semanas. Nunca hemos estado libres de Covid-19.

¿Se esperaba una tercera ola con un impacto tan elevado?

Esta tercera no está siendo peor que la segunda. Tiene más impacto porque, al empezar, los hospitales estaban más llenos. En julio, en Cataluña, apenas habría unos 50 pacientes ingresados en estado crítico. Al empezar la tercera ola había más de 300. El punto de partida era más alto. No partimos de cero, el impacto es sumatorio. Aquí, el riesgo más bajo de rebrote desde julio fue el 9 de diciembre, y era un riesgo muy alto, de 180. No se puede hablar de olas aisladas, sino de olas consecutivas.

¿Las medidas se han flexibilizado demasiado pronto?

Sí. Se deberían haber eliminado las Navidades y todas las fiestas de diciembre y pasarlas, tal vez, al mes de agosto. Igual que aplazaron el día de Sant Jordi al mes de julio o los Juegos Olímpicos al 2021. Seguramente habría sido más eficiente.

Ahora mismo es un momento horrible para hacer las elecciones

Pero esto seguramente tiene unas connotaciones económicas y sociales que los políticos pusieron sobre la balanza. Es exactamente igual que las elecciones. Ahora mismo es un momento horrible para hacer las elecciones. Pero hay otros condicionantes, políticos, judiciales o legislativos que pueden obligar a hacerlas. Desde el punto de vista sanitario, es el peor de los momentos para hacer unas elecciones. No podría haber un momento peor. Las elecciones se deben hacer en un determinado momento, con unas condiciones legales, jurídicas y sociales determinadas.

¿Temieron los riesgos que podían traer las Navidades tras conocer la flexibilidad que se permitía desde las administraciones?

Una semana antes, escribí un artículo en ‘El País’ titulado ‘Una Navidad peligrosa’, donde comentaba este aspecto, que las Navidades tendrían unas repercusiones en tres o cuatro semanas que eran muy previsibles que ocurrieran. La decisión de poner y quitar restricciones es puramente política. Las personas que tenemos la posibilidad de opinar o poner sobre la mesa los riesgos, los ponemos, pero las decisiones las toman los políticos. España, seguramente, no puede permitirse el lujo económico de cerrar el sistema productivo y comercial en las mismas condiciones económicas que Alemania. Las posibilidades que el sistema productivo esté subvencionado por el Estado son distintas en nuestro país, y esto también debe jugar un papel.

Ahora ya se podría quitar el confinamiento municipal o perimetral

Ayer se conoció que en Cataluña se permitirá romper el confinamiento municipal para asistir como público a mítines políticos durante la campaña de las elecciones autonómicas. ¿Desde el punto de vista médico, lo ve lógico?

Me parece una irresponsabilidad absoluta. Si el confinamiento municipal tiene un sentido, es para tenerlo siempre. No creo que un mitin electoral sea un condicionante para saltarse el confinamiento municipal. Será imposible controlar si las personas van a los mítines o no. El confinamiento municipal limita el movimiento de las personas, pero no restringe la interacción de las personas. Y tiene sentido cuando hay territorios que tienen diferentes tasas de infección. Tenía sentido cuando se hizo en verano en el Segrià, para evitar que las tasas se expandieran en otras zonas. Pero ahora que todo el territorio tiene cifras muy altas no aporta muchos beneficios. Ayuda a que haya menos interacción, pero no evita la interacción de tu perímetro. Si se puede levantar el confinamiento municipal para ir a mítines electorales, se puede levantar para cualquier otra actividad. No tendría justificación volver a ponerlo después. En mi opinión, ahora ya se podría quitar el confinamiento municipal o perimetral.

La pandemia está durando demasiado tiempo y la gente está agotada de las medidas restrictivas

¿Qué medidas aplicaría?

Lo que hay que evitar es la interacción de las personas, no el movimiento. El toque de queda es lo más eficiente, porque hace imposible la interacción. Un confinamiento domiciliario no es aplicable durante un tiempo prolongado. Lo único que se puede hacer es concienciar a la gente del riesgo que supone la interacción social. Y que después, cuando haya interacción, que haya medidas de prevención. El problema es que la pandemia está durando demasiado tiempo y la gente está agotada y cansada de las medidas restrictivas. La gente está concienciada, pero a un pequeño porcentaje de gente de todas las edades le cuesta cumplir de forma permanente todas las medidas de prevención. La cultura occidental no estaba preparada para medidas restrictivas. Los asiáticos lo han soportado mejor porque están acostumbrados a una cultura más acostumbrada a las restricciones.

Espero que en seis meses la situación sea muy distinta a la actual

¿Mantendría el nivel actual de restricciones?

Creo que lo más razonable sería aguantar cuatro o seis meses con las medidas que toque aplicar, de la forma más razonable posible, y esperar a que haya un porcentaje de población protegida mediante la vacuna. Estoy seguro que la vacuna ayudará mucho a la sociedad.  Espero que en seis meses la situación sea muy distinta a la actual. Porque seguramente estamos llegando al límite máximo de medidas restrictivas que la gente puede soportar. Hay muchos informes que corroboran que la gente tiene trastornos de tipo psicológico como consecuencia de las medidas provocadas por las restricciones.

Para la sociedad sería muy difícil entender otro confinamiento domiciliario. Ayudaría a bajar la curva de contagios, pero la presión hospitalaria tardaría en bajar. Y cuando pasasen estas cuatro o seis semanas, volveríamos a hacer una desescalada lenta que duraría cuatro o seis meses. Y quizás entonces volvería a crecer la pandemia. Hay que transmitir a la sociedad que hay que hacer las cosas muy bien. Y, también, ser muy coherente en lo que se hace para evitar dar órdenes contradictorias a la gente. Si pones unas medidas, no tiene sentido que no sean válidas porque haya que ir a votar. Es contradictorio para la sociedad.

Si se puede realizar el deporte profesional, creo que también debería poder hacerse el deporte aficionado

Habla de trastornos psicológicos. Los confinamientos y el Covid-19 también tendrán repercusiones físicas. ¿Qué papel deben jugar ahí los centros deportivos?

Siempre he defendido que hay determinadas actividades que pueden hacer las personas que son beneficiosas siempre. Y la actividad deportiva seguro que es beneficiosa. Hay que hacerla de forma ordenada. Si se puede realizar el deporte profesional, creo que también debería poderse practicar el deporte aficionado. Sería bueno que la gente tuviera la posibilidad de hacer estas actividades lúdicas, y el deporte es seguramente la más conveniente en este momento. Es más fácil que las personas que salen a correr o a hacer bicicleta tengan mejor salud que aquellas que se quedan en casa sin hacer ninguna actividad.

Algunos cierres provocan aglomeraciones en otros lados. 

El Tibidabo estaba colapsado por ciclistas hace unos días. Es una barbaridad que no puedan hacer 100 kilómetros por todo el territorio y tengan que acumularse en zonas concretas. Es lo que pasa si cierras un espacio comercial y luego permites abrir en el centro de Barcelona. Toda la gente irá donde esté abierto. Lo mismo ocurre con la actividad deportiva. Más vale que haya muchos espacios deportivos abiertos que sólo unos cuantos.

Recuperar el deporte debería ser un elemento fundamental en las próximas semanas y meses

La gran mayoría de gimnasios, tanto de Cataluña como del resto del país, han realizado cuantiosas inversiones en materia de seguridad e higienización. ¿Vería bien que cesasen los reiterados cierres a que han sido sometidos?

Creo que los gimnasios deberían mantenerse cerrados hasta que no se observe una reducción clara de los contagios, al objeto de que, una vez alcanzada esa condición, pudieran mantener la plena actividad durante un periodo de tiempo más prolongado.

Una vez se proceda a estudiar la reapertura de espacios cerrados, ¿debería priorizarse el sector deportivo por los beneficios inherentes que tienen en la salud?

Que el deporte es una actividad esencial para la vida de las personas es innegable. La actividad deportiva es un elemento básico para el bienestar de las personas. Por tanto, si queremos recuperar el bienestar de las personas, hay que recuperar la actividad deportiva. Recuperar el deporte debería ser un elemento fundamental en las próximas semanas y meses. No se puede eliminar la actividad deportiva de forma prolongada en el tiempo.


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