Sano Center augura una revalorización del sector y una subida de precios tras la pandemia

A estas alturas nadie niega que el escenario que los operadores del sector fitness se encontrarán una vez llegue la verdadera y ansiada normalidad no tendrá nada que ver con el que se trabajaba antes de febrero del año pasado. Está cambiando la oferta, obligada a actualizarse y a combatir con ingenio y presupuesto las restricciones dictadas a los gimnasios por las administraciones públicas. También evoluciona la demanda, con una clientela que busca contenidos diferentes y una flexibilización de canales, horarios de consumo y sistemas de pago. A todo ello, según opina el Ceo de la cadena Sano Center, Felipe Pascual, esta crisis sanitaria puede impulsar un cambio mayor en el sector, en el que se revalorice su propuesta de valor.

El directivo considera que “así como en la anterior crisis económica eclosionó el modelo low cost, en la actual será el modelo boutique el que tome impulso, provocando un cambio en todos los modelos de negocio”.

EL BOUTIQUE, EL QUE MEJOR RESISTE

En opinión de Pascual, el modelo boutique sería el que estaría resistiendo mejor los embistes de la crisis llevando, una vez se normalice la situación, a que “todo el sector se vea obligado a mejorar la propuesta de valor y a paquetizar los servicios en un nivel superior” en consonancia con la oferta promovida por los gimnasios específicos. Por modelos de negocio, “las grandes instalaciones multiservicio deberán mejorar su aporte de valor y abrazar una oferta boutiquizada, mientras que los gimnasios low cost también deberán dar un salto hacia delante en calidad y situar su precio en valores propios del segmento medio”. En general, resume, “todo el sector deberá dar un paso adelante en la aportación de valor y en esta ecuación, el precio ofertado podría ser mayor”.

Un incremento que cree que será impulsado y comandado por “el segmento de mercado más pequeño, el boutique”, y que tendría más sentido que nunca de realizarse una vez la situación mejore.

Desamparados

Felipe Pascual lamenta que “como es habitual”, el sector deberá salir de esta crisis “sin apoyos y por sus propios medios”, sintiendo el “desamparo” en el que la administración pública “ha sumido al fitness”.

Critica que desde las autoridades se haya “trasladado de manera interesada un mensaje de alarmismo” y se haya “metido a los gimnasios en el grupo de los propagadores del virus, cuando hemos demostrado que no lo somos”.

Además del mensaje negativo hacia el sector, critica la falta de ayudas que, en el caso de Sano Center se ha trasladado en que “el 90% de nuestros franquiciados no han obtenido ninguna ayuda, siendo los únicos mínimamente compensados los ubicados en Catalunya”.

Pero donde ve mayor agravio el empresario es en “la desaparición de los sistemas de promoción de la actividad física como saludable por parte de los entes gubernamentales, que nos han dejado solos en esta campaña de concienciación cuando más necesaria era, en medio de una batalla sanitaria”.

Un sector pequeño en conflicto con los intereses de la mayor industria

Para el ceo de Sano Center el resultado de esta “falta de empatía y dejación por parte de los entes gubernamentales” es que “entre el 30 y el 40% de los usuarios habituales de instalaciones deportivas está bloqueada por razones que afectan a su situación personal y a su hogar, y por causas externas como el miedo y la tensión que la administración propaga con su falta de información, medidas restrictivas y la demonización de nuestro sector”.

Un porcentaje a recuperar al que se suma el 88% de población no adherida al sector de la actividad física pautada que “hay que seducir y para ello necesitamos ser empresas fuertes, con solvencia económica”.

Opina que el sector se ha movilizado y “ha conseguido más avances en seis meses que en años de lucha”, como por ejemplo que se debata en sedes parlamentarias regionales la consideración de esencial a la actividad física”. Aunque admite que “somos un sector pequeño que compite contra los intereses de la mayor industria, la farmacéutica”.

Y propone al resto de operadores no desfallecer en la lucha y “ser más contundentes con mensajes que traspasen las fronteras de nuestro sector”.

Nuevas aperturas

En lo que a Sano Center se refiere, Felipe Pascual se muestra comprometido a “apoyar cualquier lucha que se encamine a conseguir que la actividad física sea tratada como esencial”. Mientras, la cadena mantiene su “responsabilidad como empresa y también responsabilidad social de abrir nuevas sucursales para llegar a más población”.

La cadena cerró el pasado 2020 “realizando un sobre esfuerzo terrible y una inversión ingente en actualización tecnológica y en ayudar a nuestros franquiciados, que están sufriendo la peor crisis que se recuerda”. Aún así, entre los 54 centros que dispone la marca cerraron el año con un descenso medio en la facturación del 24% y con un 22% menos de clientes, mientras que la central consiguió culminar el ejercicio en positivo hasta los 3,7 millones de euros.

Para este primer semestre del año prepara la apertura de seis centros que se ubicarán en Valencia (3), Albacete, Aguadulce (Almería) y Antequera. Se tratan en todo caso de proyectos que quedaron inconclusos el pasado 2020 en el que Sano se había propuesto inaugurar 20 gimnasios de los que finalmente abrieron 14.

De cara al segundo semestre, la cadena espera dar salida a los proyectos de Viladecans y Málaga, mientras se encuentra estudiando localizaciones en regiones como Valladolid, Madrid y Galicia, según ha avanzado Felipe Pascual, quien confía en la segunda mitad del año para comenzar una “reactivación del sector”.