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Este febrero registraron más altas que en febrero del año pasado

Marisma Wellness Center prevé un 2021 de recuperación si sigue sorteando los cierres

“Comparados con otros territorios somos unos privilegiados”

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Según explica el director técnico y de marketing y ventas de Marisma Wellness Center, Joaquin Beitia, el centro tenía unos 8.000 usuarios agrupados en unos 4.000 abonos antes de la llegada del Covid-19. Casi un año después, la pérdida de usuarios sufrida se mueve entre un 10% y un 15%.

(1-3-2021). Marisma Wellness Center, uno de los centros más prestigiosos de Cantabria, está resistiendo con solvencia a la pandemia gracias a gozar de una posición privilegiada: no han sufrido más cierres desde la desescalada. Algo que, sumado a su fiel base de clientes, les permite pensar en un 2021 de recuperación.

Cantabria es uno de los seis territorios autonómicos que no ha ordenado cierres al sector deportivo desde el inicio de la desescalada. Esto ha permitido a las cadenas que operan en esta comunidad poder mantener su servicio de forma ininterrumpida a lo largo de los últimos nueve meses. Lo que sería habitual un año cualquiera es un privilegio escaso para los gimnasios en tiempos de pandemia.  De ello se han favorecido centros como el Marisma Wellness Center.

Ubicado en Santander, este establecimiento goza de una posición sólida un año después del estallido de la pandemia en nuestro país. La baja afectación por Covid-19 que ha sufrido Cantabria ha jugado a su favor, ya que les ha librado por ahora de más cierres.

“Tranquilidad no hemos tenido nunca, porque cada vez han ido imponiendo restricciones más duras. No como quisiéramos, pero al menos sí hemos podido trabajar. Comparados con otros territorios, somos unos privilegiados”, constata el director técnico y de marketing y ventas, Joaquín Beitia. Por si acaso, en este centro ya tienen preparado un protocolo de actuación en caso que las autoridades decreten el cierre de los gimnasios cántabros

ADAPTACIÓN A LAS RESTRICCIONES

Pese a poder seguir abiertos desde el pasado verano, no se han librado de fuertes restricciones. A día de hoy este centro opera con una restricción del 30% de su aforo habitual; un límite de seis personas por clases y un horario hasta las nueve y media de la noche. Hasta hace una semana también estuvieron tres semanas sin duchas, medida que había complicado aún más su actividad.

“Afortunadamente nuestros clientes se han ido adaptando. Han entendido que las medidas no eran culpa nuestra. Aunque nos han afectado, no han provocado más que un 5% o 6% de bajas”, explica Beitia, que confía en que el gobierno de la comunidad pueda flexibilizar algunas de las restricciones a partir de esta semana para que puedan ofrecer más servicios. A día de hoy registran unas 1.500 entradas cada día.

PÉRDIDA DE ENTRE EL 10% Y EL 15% DE ABONADOS

Este establecimiento tenía unos 8.000 usuarios agrupados en unos 4.000 abonos antes de la llegada del Covid-19. Casi un año después, la pérdida de usuarios sufrida por este centro se mueve entre un 10% y un 15%.

En cifras absolutas, esto significa, aproximadamente, un descenso de entre 800 y 1.200 usuarios. Unas cantidades que no se alejan mucho de la rotación habitual que acostumbraban a tener, y que cifran en unas 800 o 900 bajas repartidas entre todo el año.

Una de las claves de este centro, que en abril cumplirá 21 años de vida, es la alta fidelidad de sus usuarios. “El 50% de nuestros clientes llevan dos décadas con nosotros. Es algo significativo. Son nuestra base, nuestros pilares”, comenta Beitia. El apego de sus abonados es el resultado de años de trabajo centrado en la experiencia de los clientes y en  su fidelización. “Desde el minuto cero entendimos que hay que trabajar así, y se ha notado”, añade.

MEJORAN EL FEBRERO DE 2020

La gran diferencia con los años previos a la pandemia ha sido el ritmo de altas. “Nos va a costar recuperarnos, sobre todo porque no hemos podido captar muchos socios a lo largo del año”, comenta el director técnico y de marketing y ventas del centro.

Pese a ello, según Beitia, los pronósticos de este 2021 son favorables: “Si no nos cierran y nos dejan trabajar, vamos a recuperar el número de socios que teníamos”. Durante esta campaña de enero han notado una reactivación y han registrado “entre un 85% y un 90%” de las altas del mismo período del año pasado”.
Esos son unos datos que incluso se vieron mejorados mejorados durante el pasado mes: “En febrero recibimos más altas que el mismo mes del 2020”.

En Marisma Wellness Center optaron por no realizar una fuerte campaña de abonados para febrero, como era habitual en este centro. En su lugar optaron por microcampañas de marketing a través de redes sociales como Facebook e Instagram que duraban entre cinco y seis días y que iban dirigidas a públicos muy segmentado. “Nos funcionaron muy bien, hemos acertado con esto, ya que buscábamos distintos tipos de públicos y les ofrecimos servicios muy concretos”, concluye Beitia.


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