Quantcast

RUNNING

Qué tener en cuenta para correr con este tipo de arco plantar

Running con pies planos: las lesiones más comunes y cómo prevenirlas

pies-planos-running

En un principio, tener el pie plano no imposibilita la práctica de running aunque estos corredores deben fortalecer más sus pies para evitar molestias y lesiones que se asocian a esta patología.

(3-3-2021). El tener los pies planos no es incompatible con correr. De hecho, muchos corredores con pies planos practican running sin problemas. Sin embargo, existen algunas situaciones que pueden derivar en molestias y lesiones. Os indicamos las más frecuentes y cómo prevenirlas.

Aunque parezca una perogrullada, “los pies tienen una importancia capital para poder correr, ya que suponen la base de apoyo de todo nuestro cuerpo en el suelo”, señala el podólogo deportivo especializado en biomecánica Albert Casas. En este sentido, “cualquier alteración, mayor o menor”, como puede ser la de tener los pies planos, “afectará a nuestra forma de correr y, por consiguiente, al resto de nuestro cuerpo”. Casas se muestra así de diáfano. De buenas a primeras. Por lo tanto, tener los pies planos sí puede tener un influjo sobre nuestra forma de correr.

Antes de entrar en más detalles, ¿cuándo hablamos de unos pies planos? “El pie plano es aquel en el que el arco bóveda plantar está más disminuido de lo normal, más bajo, y el eje del pie se cae hacia la parte interna o medial del cuerpo”. Las estimaciones reflejan que un 20% de la población mundial tiene esta forma concreta en uno o ambos pies. Eso sí, que quede claro, “tener los pies planos no es padecer ninguna enfermedad, sólo se trata de tener los pies de una forma diferente. No es ni bueno ni malo”.

¿Tener los pies planos supone una contraindicación para correr?

El responsable de Clinik Podologia (centro podológico sito en Terrassa y que colabora con el corredor Jaume Leiva) se encarga de esclarecer que “el hecho de tener el pie plano no supone que, de forma automática, no podamos correr o bien lo hagamos sintiendo dolores y molestias”. Mostrando su experiencia personal en la consulta, conozco “muchos corredores con esta forma específica que jamás han tenido lesión alguna, ni tampoco molestias”.

Tener los pies planos no supone ninguna contraindicación para poder correr con total normalidad ni para lograr los objetivos planteados

Por lo tanto, “tener los pies planos no supone ninguna contraindicación para poder correr con total normalidad ni para lograr los objetivos planteados”, asevera el podólogo. La velocidad crucero que podamos soportar en una carrera concreta, por ejemplo, “dependerá siempre de lo que puede soportar nuestra musculatura y nunca de la forma de nuestros pies, ya sean pies planos, pies cavos o normales”, argumenta este experto en las extremidades que suponen el sustento y base de nuestro peso.

¿Por qué me duelen los pies (planos) cuando corro?

Teniendo en cuenta esto, deberíamos reformular la cuestión inicial: ¿por qué motivos algunos corredores y corredoras con los pies planos sufren molestias al trotar, y otros y otras no? Albert Casas nos indica que “no podemos hablar de un único factor o característica que pueda simplificar esta cuestión”. De hecho, se trata de una respuesta multifactorial. La causa podría ser cualquiera de las siguientes, o incluso varias de ellas al mismo tiempo:

  • La técnica de carrera es clave a la hora de saber por qué sufrimos molestias y por qué no. Según Casas, “una buena técnica de carrera reduce el riesgo de lesión de forma significativa”
  • Correr es un gesto cíclico que se realiza avanzando hacia delante, en el sentido de la marcha. Por lo tanto, “cualquier alteración en la movilidad normal de las articulaciones –tal y como nos relata el especialista- predispone a dicha articulación, el pie, y a la musculatura afectada a trabajar de forma forzada”. Y ante esta situación, “el riesgo de padecer molestias aumenta”
  • Las personas con los pies planos que están muchas horas de pie “los exponen a más carga de lo habitual”. Por este motivo, “cuando llegue la hora de entrenar, estarán mucho más fatigados que otra persona que ha estado sentada todo el día en una oficina”
  • La musculatura del cuerpo puede soportar algunas alteraciones de forma temporal, no indefinida”. Y, al cabo de un tiempo, “es cuando aparecen las lesiones”. En este sentido, cuánto más trabajada esté una zona de nuestro cuerpo, menor será la probabilidad de sufrir molestias y lesiones. Y “el pie no es una excepción en este sentido, sino todo lo contrario”, pondera Albert
  • El sobrepeso. “Cuánta más carga deba soportar el arco plantar, más probable es que se genere fatiga en la musculatura que lo sostiene”, en palabras del propio experto

Más probabilidades de lesionarse

Si no cuidamos de nuestros pies e intentamos evitar las diferentes circunstancias anteriormente citadas, “corremos el riesgo, real, de sufrir lesiones asociadas al pie plano”. Y es que, atención a esta información, “debido a la alteración en los ejes biomecánicos, una persona con los pies planos puede tener más probabilidades de desarrollar algunas lesiones cuando corre”. Eso sí, no es una relación causa-efecto.

Una persona con pies planos debe cuidar más de sus pies para evitar lesiones que un corredor sin esta patología

Es decir, no por tener los pies planos me lesionaré más. Existe la probabilidad, que no significa causalidad. Por lo tanto, “sí tengo que cuidar más de mis pies para evitar lesionarme” advierte el podólogo deportivo especializado en biomecánica. Y es que los factores descritos previamente “pueden incrementar o minimizar los riesgos de sufrir molestias y/o lesiones” en relación a un corredor sin esta patología.

Lesiones más frecuentes asociadas a los pies planos

  • Tendinitis del tibial posterior: este músculo es el encargado de mantener la bóveda plantar. Es por ello que “una función anormal del mismo se traduce en un descenso de la bóveda plantar”
  • Fascitis plantar: el mecanismo de Windlass (que permite la elevación y compactación medial del pie) es común que se vea alterado con el pie plano y, por lo tanto, “no trabaje de forma eficaz, algo que provoca tensiones en la fascia y en el tendón de Aquiles”, explica sucinto Casas
  • Tendinitis aquilea: con un pie planto, “la cadena muscular posterior está sometida a mucha tensión”. Una tensión que, sostenida en el tiempo, “puede inflamar la zona del tendón de Aquiles”
  • Sesamoiditis: los pies planos implican una rotación interna del pie que genera que “estructuras como el primer dedo reciban más carga de la que pueden soportar inflamando los huesos sesamoideos”
  • H.A.V (Hallux Abductus Valgus): este nombre tan extraño de origen latino hace referencia a la desviación que sufre nuestro pie hacia la cara interna. También puede ser una de las causas del popularmente conocido “juanete”
  • Síndrome de la cintilla iliotibial: Casas nos cuenta como en el caso de algunos corredores, “el pie plano va acompañado también de una rotación interna de la rodilla, que provoca, asimismo, una tensión excesiva en la zona externa de la rodilla”

La mejor cura para las lesiones: la prevención

Aunque parezca una evidencia, “la prevención y el sentido común son el mejor compañero de viaje”, opina Albert con el conocimiento que da la experiencia. Es por ello que lanza un recado claro a todos los runners que tengan un pie plano. “Este tipo de corredores y corredoras deberían centrarse en fortificar la musculatura del pie, trabajar la propiocepción del mismo y también del tobillo”. Además, dilucida Casas, “es necesario trabajar y mejorar la técnica de carrera y, en la medida de lo posible, realizar un estudio biomecánico con un podólogo deportivo para valorar cada caso de forma individual”.

Pies planos y plantillas, ¿un matrimonio inevitable?

¿Un pie plano deberá siempre llevar plantillas para trotar? Le cuestionamos a Albert la fidelidad entre este supuesto matrimonio entre tener los pies planos y tener que usar plantillas. “Una de las alternativas que un podólogo tiene encima de la mesa para disminuir las molestias o la incapacidad que pueda sufrir una persona con los pies planos, para que la musculatura del pie no trabaje tan forzadamente, es el uso de plantillas”. Y es tajante a la hora de explicar que “la plantilla no corrige nada, sino que, simplemente, compensa”. Nos pone un ejemplo muy gráfico. La gente que necesita gafas verá mejor con ellas que sin.

Una plantilla puede ayudar, y lo hace, pero no va a solucionarnos la vida eternamente” relata Albert. Y prosigue en su argumentación diciendo que “una plantilla nos amparará durante un tiempo determinado si está hecha con un objetivo concreto, sin necesidad de convertir a una persona en plantillodependiente para toda la vida”. En este sentido, a través de un plan de tratamiento a medio y largo plazo y gracias a la plantilla, “se podrá descargar la zona sensible y desinflamar posibles sobrecargas”.

Al hilo del argumento anterior, los especialistas tratan de “evitar el uso de plantillas para toda la vida”. ¿Cómo? Pues “implementando un trabajo de fuerza específico, en función de los objetivos cada atleta”. Y es que, aclara el podólogo, “no es lo mismo un corredor que prepare un ultra trail que un corredor esporádico”. También nos refiere, a modo de cierre, el mensaje motivador que usa con sus pacientes: “podemos lograr un six-pack si trabajamos nuestra musculatura abdominal; pues también podemos llegar a correr sin plantillas si trabajamos adecuadamente la musculatura de nuestras extremidades inferiores”.

Información de contacto:

www.clinikpodologia.com


No hay comentarios

Añade el tuyo