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Patin a Vela

Hoy han recorrido 29,91 millas náuticas en siete horas y cuarto

Los patinistas de la travesía catalano-francesa dudan que logren alcanzar la meta fijada

Por segundo día consecutivo no se consigue llegar al destino previsto

patines a vela varados en el puerto de gruissan

Los seis patines a vela de los expedicionarios de la travesía 'Cadaqués nord enllà' duermen esta noche en una playa-marisma dentro del puerto de Gruissan.

(3-8-2022). La que hoy debía ser la ‘mega-etapa’ de la travesía ‘Cadaqués Nord enllà’, no ha podido cubrirse y los seis patinistas no han alcanzado la meta prevista tras siete horas y cuarto y 29,91 millas recorridas. Dudan que sea posible finalizar la travesía en el destino previsto.

Segunda jornada consecutiva en la que los expedicionarios no han conseguido llegar al destino final de la etapa de hoy previsto, en principio, en el cabo de Adge. La que debía ser la ‘mega-etapa’ de la travesía, con algo más de 40 millas náuticas de distancia entre Canet de Rosselló y el cabo de Adge, se ha quedado en casi 30 millas (29,91). El ‘guía-avanzadilla de la expedición, David Gracia, ha reconocido que “hemos zarpado algo tarde, hacia las once de la mañana, pero no ha sido posible salir antes por los problemas de logística derivados de la lejanía del apartamento donde nos hospedamos ayer en relación al punto donde teníamos varados los patines”.

Precisamente, esa lejanía anoche les supuso acabar cenando unos bocadillos en una bolera porque, a partir de la nueve de la noche, los restaurantes ya estaban cerrados.

CUARTA ETAPA EN DOS TRAMOS

Los expedicionarios han salido de Canet de Rosselló con un viento del noreste de unos 7-8 nudos. Como en las jornadas anteriores, también han dividido la cuarta etapa de hoy en dos tramos. El primero, desde Canet de Rosselló hasta el puerto situado cerca de Leocade, donde han parado a comer. Ese primer tramo, lo han hecho de ceñida acometiendo bordos cerca de costa y evitando distanciarse entre ellos. No en vano, de las cinco emisoras que llevaban al iniciar el pasado domingo la travesía, ahora ya solo les funcionan tres. Ello ha propiciado que se ‘repartieran’ una emisora por pareja (cada dos patines) al objeto de poder estar en contacto entre sí y con el resto de la flota.

Al iniciar el segundo tramo de la etapa, han constatado que el viento había caído hasta unos 5-6 nudos. Con todo, un role hacia la derecha les ha permitido navegar de través y costeando sin hacer bordo alguno.

DUDAS DE ALCANZAR EL FINAL DE ETAPA

Pese a ese rumbo favorable de navegación, la intensidad del viento era demasiado suave y ya han advertido que difícilmente sería posible alcanzar el destino final de etapa fijado para hoy, es decir, el Cabo de Adge. De todos modos, no se han desanimado, dispuestos a intentar acercarse tanto como pudieran al destino previsto.

Finalmente, viendo que el viento amenazaba con caer han optado por concluir la etapa de hoy en una playa-marisma del puerto de Gruissan. Eran las 19 horas.

Los barcos hoy duermen en “una especie de playa enlodada”, según la ha definido David Gracia, añadiendo que “hemos tenido que atar los patines para evitar que se muevan ya que sus quillas permanecerán ‘en remojo’, unos tres dedos, toda la noche”.

A 61 KM DEL APARTAMENTO DONDE SE HOSPEDAN

Como la previsión era alcanzar el Cabo de Adge, el apartamento que tienen contratado para este noche se encuentra en dicha localidad o cerca de ella. Desde donde tienen varados los patines hasta el apartamento son 61 kilómetros por carretera.

Los expedicionarios han tenido la suerte de que la ‘copiloto’ que hoy ha hecho la etapa con el impulsor de la travesía, el escritor y periodista Daniel Romaní, ha venido acompañada de una amiga en coche. Este coche es el que ha permitido que Romaní y Juan Carlos Campo hayan podido marcharse con las dos chicas hacia el apartamento, portando todo el material de los expedicionarios y, de paso, comprar la cena de esta noche para todos los patinistas pues se han temido volver a quedarse fuera de los horarios de la restauración francesa.

“ESTO ES UNA AVENTURA”

David Gracia ha explicado que los otros cuatro patinistas intentarían coger un taxi, “si bien no parece fácil”, según ha reconocido, para sentenciar convencido, a continuación: “esto es una aventura. Uno debe adaptarse a todo lo que surge, tanto en el mar, como en tierra. Lo mejor son las navegadas que estamos haciendo, los parajes fantásticos que estamos viendo y la cohesión del grupo”.

Tras dos días sucesivos en los que no se han podido alcanzar las metas previstas, el patinista del Club Vela Sant Antoni, David Gracia, ha reconocido que “en estos momentos, para la etapa de mañana, sólo sabemos con certeza el punto de salida. Desconocemos donde conseguiremos llegar”.

Lo incuestionable, de todos modos, es cómo ha subrayado Gracia, “es que la travesía se acaba mañana sí o sí; alcancemos la meta que alcancemos”.

FINAL DE TRAVESÍA INCIERTO

Según ha podido saber hoy CMDsport, el punto final de la travesía no sería, tal como se había anunciado, la playa de La Grande Motte, sino un club situado en la zona del Meze, a la cual se accede a través de canales sobre los cuales hay diversos puentes cuya altura es de unos 3-4 metros.

David Gracia ha apuntado que para poder superar esos puentes deberemos desarbolar los patines y una vez desarbolados, disponer de alguien que nos remolque. Tenemos entendido que desde la Adipav se están realizando gestiones para ello. Veremos cómo concluye el tema”.

Tras ello, un Gracia entusiasta (como le es habitual), ha vuelto a subrayar: “esto es una aventura y éstas, como se sabe, acostumbran a estar llenas de incertidumbre”.


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