Adrenalina Bikes cierra su tienda de Zaragoza

Fue a  finales del pasado mes de octubre cuando el propietario de Adrenalina Bikes, Diego Tamé, tomó la decisión de poner punto final a su establecimiento ubicado en la ciudad de Zaragoza, un cierre que será efectivo a partir del próximo 1 de enero. “Las tiendas de tamaño medio lo tenemos muy complicado, en la actual situación de mercado”, reconoce el detallista.

Tamé opta “por minimizar el gasto al máximo para poder ser sostenible, ver cómo pasa el ‘frente’ y esperar al momento adecuado para reaccionar”. Haciendo un símil ciclista, expone que “íbamos un poco escapados, pero vienen puertos muy duros así que decidimos metemos en el pelotón, nos quedaremos colocados ahí dentro manteniéndonos a la expectativa”.

Resistir en Utebo

Adrenalina Bikes surgió en 2002 como un pequeño taller de 60 metros cuadrados en Utebo, localidad de 18.000 habitantes a 15 kilómetros de Zaragoza. En 2009, se trasladó, en la misma localidad, a un local de 250 metros cuadrados, que la enseña mantendrá en activo.

Fue en el año 2013 cuando la compañía dio el salto a la ciudad de Zaragoza.  “Eran tiempos de mercado emergente, con una vorágine de crecimiento que llevó a la apertura de muchas tiendas y talleres, así como a la expansión de las ya existentes”, recuerda Tamé. El detallista admete, sin embargo, que “aquel ciclo ya pasó”.

Modelo insostenible

Diferentes factores de la evolución del mercado ciclista este año 2023 están haciendo insostenible la existencia de las tiendas de tamaño medio, según explica Tomé. Por una parte, los negocios se ven “ahogados” con los costes que conlleva el sobrestock existente. Además, añade el minorista, las guerras de precios desencadenadas a casusa del exceso de producto han provocado caídas de márgenes hasta “un punto imposible de asumir.”

A ello se añade, “la competencia que hacen a las tiendas las mismas marcas, con bajadas salvajes del PVP respecto a los precios del producto en programación que pagamos las tiendas”.

Tamé también apunta que el cliente ha perdido el miedo a comprar bicicletas por internet: “hace unos años, mucha gente empezó a comprar componentes y ropa en internet, pero seguía comprando las bicis en las tiendas. Ahora ya son muchos los que vienen a la tienda a ver la bici y, luego, la compran en internet”.

Por si fuera poco, la situación macro-económica no acompaña. El minorista apunta que, ante el incremento del coste de la vida, el consumidor jerarquiza sus gastos, quedando relegado un producto de ocio como la bici. En concreto, Tamé indica que ha caído especialmente el precio medio de compra de las bicicletas eléctricas: “hoy en día es muy difícil que alguien compre una ebike por encima de los 4.500 euros, a pesar de tenemos ofertas más altas que nunca”.

Cambio de modelo

“En la actualidad, cuesta más vender y tienes menos rentabilidad, se avecinan grandes cambios en el sector”, anuncia el detallista. Su pronóstico es que la distribución va a quedar compuesta, mayormente, por talleres pequeños, por una parte, y por grandes tiendas que cuenten con un canal online fuerte, por el otro lado. “Se abre una oportunidad muy buena para los muy grandes, porque son necesarios para las marcas”, señala.

Además, Tomé considera que “el formato de programaciones planteado por las marcas hasta ahora ya no interesa a nadie”. En su opinión, “muchas marcas van a sufrir el próximo año”, a la par que “las distribuidoras, convertidas en completamente prescindibles”. El minorista se muestra a la expectativa de ver cómo evoluciona el sector, con el convencimiento de que “llegan importantes cambios”.

En lo que a Adrenalina Bikes se refiere, Tamé apuesta por “una vuelta a la casilla de salida, con el foco en el servicio tal como era el negocio en su estado original”. El detallista apuesta por potenciar el taller al máximo, dado que es la división que le aporta mayor rentabilidad actualmente. “De nada sirve vender muchas bicis si no hay margen de beneficios y lo único que hacemos es cambiar dinero”, concluye.