(11-2-2025). El propietario de Adrenalina Bikes, Diego Tamé, analiza que el formato habitual en el sector ciclista en los últimos años ha entrado en crisis, siendo necesario implementar un nuevo sistema de trabajo a todos los niveles. Tamé opina que este 2025 va a ser decisivo para afianzar la supervivencia de marcas, distribuidores y puntos de venta en el sector.
El sector ciclista ha entrado en una nueva fase, según plantea el gerente de las tiendas de ciclismo Adrenalina Bikes, Diego Tamé. El minorista opina que “el sistema en funcionamiento hasta ahora ya no tiene vigencia, pues ha cambiado todo, desde las formas de trabajo con los proveedores hasta el trato con el cliente”.
En lo que respecta al retail en concreto, el detallista señala que “las tiendas pequeñas y medianas estamos sobreviviendo a base de minimizar gastos y de volcarnos en el taller, que es lo que aporta rentabilidad”.
Tamé también advierte que, especialmente, este 2025, “es necesario afinar mucho con el producto que se tiene en tienda y qué stock es posible soportar sin dañar nuestra economía”.
Reconsiderar la apuesta por los accesorios y complementos
El minorista no se refiere sólo al control del stock de bicicletas. “Hay que ir al detalle y reforzar únicamente los productos que funcionan, tanto en textil como en accesorios y componentes”, indica. Tamé recuerda que “la gente está tirando mucho de internet para la compra de componentes y accesorios”, con lo cual la tienda offline debe reconsiderar su apuesta de esos productos tanto en cantidades como en modelos.
Por otra parte, el detallista propone aprovechar los nuevos hábitos de compra online para evitar acumular stocks en la tienda. Tamé apunta que el cliente puede también ver en una pantalla en la tienda física el catálogo de productos disponible, con la ventaja de contar con asistencia personalizada, poder recibir su pedido sin preocuparse de esperar en casa a un repartidor, ni de posibles incidencias de funcionamiento o con la garantía posteriormente.
PROGRAMACIONES CON CUENTAGOTAS
En cuanto a las programaciones de bicicletas, Tamé señala que “mientras los distribuidores tengan bicis en oferta es tontería hacer programaciones de bicis nuevas en tienda”.
El detallista considera que únicamente pude ser interesante apostar por modelos que presenten novedades muy relevantes y, en cuanto a ello, que despierten el interés de los aficionados.
En el actual escenario, Tamé observa que el taller es primordial para muchos establecimientos, pero después de que se hayan aplicado subidas de tarifas de mano de obra acercando los costes a los que son habituales en otros sectores. “El taller ya no se considera como un complemento barato a la venta, sino que ha pasado a ser un medio de vida”, expone el minorista.
EVOLUCIÓN DE LOS STOCKS DE LAS MARCAS
Tamé coincide con otros profesionales del sector en que durante 2025 seguirán existiendo grandes ofertas de bicicletas, por parte de proveedores que todavía acumulan stock. Sin embargo, el detallista advierte que algunas marcas cuentan con un stock muy ajustado de modelos de las nuevas colecciones. Según indica, algunas marcas están registrando ya fallos en algunas tallas de modelos de 2025.
Por otra parte, el minorista considera que se va acentuar la especialización de los proveedores en aquellas categorías que mejor les funcionen: “habrá distribuidoras que se definan más para poder continuar en el mercado, es decir que optarán por apostar solo por la carretera o solo por la montaña o solo por el gravel, por ejemplo”.
Escasa expectación entre los aficionados
Tamé valora positivamente el nivel de ventas alcanzado con las liquidaciones del final del año pasado. Tras ello, indica, que la demanda durante enero y febrero de este 2025 se ha ralentizado como es habitual en esos meses de frío.
No obstante, el detallista señala que en el arranque de este 2025 no se observa interés entre la clientela sobre la llegada de las novedades en bicicletas, lo cual sí era habitual en temporadas anteriores.
El minorista considera que tras unos años de ventas a base de ofertas, sin presentar grandes innovaciones, las grupettas y aficionados han perdido el entusiasmo y expectación que solía caracterizarles respecto a la llegada de nuevos modelos. Asimismo, Tamé apunta que ha disminuido el precio de referencia en la intención de compra: “antes, muchos aficionados contemplaban la compra de bicis de entre 5.000 y 6.000 euros; ahora cuesta que quieran pasar de los 4.000 euros”, concluye.
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